Una pareja asturiana encuentra una perla negra en su cena de aniversario

Pocas cosas hay más bonitas en la vida que saber que has encontrado a tu media naranja, la persona con la que compartir la vida y disfrutar de las pequeñas cosas de cada día. Por eso, cada celebración con esa pareja es una fiesta y si, además, sirve para conmemorar fechas señaladas, no se puede pedir más felicidad.

Joaquín y Noemí son una pareja asturiana que se encuentran en esa situación y que el pasado 7 de julio decidieron ir a celebrar su 40 aniversario de boda a un restaurante de Gijón. Él pidió de primero unas deliciosas almejas de Carril, el lugar de origen por excelencia de la mejor almeja de las rías gallegas, pero se llevó una enorme sorpresa.

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Joaquín se dio cuenta de que había una impureza en una de las almejas y pensó que se trataba de una piedra. La sacó y, poco a poco, comenzó a limpiarla sin tener muy claro de qué se trataba. La sorpresa llegó cuando tanto él como su esposa se dieron cuenta de que no era una piedra, sino una perla negra que se había formado en el interior de la almeja.

Un regalo inesperado

Las perlas se forman cuando un cuerpo extraño se introduce en el interior de un molusco. Éste reacciona cubriendo ese cuerpo extraño con una mezcla de una proteína y cristales de carbonato de calcio. Durante ese proceso, y durante mucho tiempo, se forma el nácar, pero una perla lleva varias capas de nácar y puede tardar varios años en crearse.

Los casos como éste se pueden contar con los dedos de una mano: son realmente excepcionales

Alexis Hernández, el camarero del restaurante El Campanu donde cenó la pareja, explica a El Comercio que "nosotros les felicitamos por la coincidencia de algo tan extraño y curioso con su celebración de aniversario, menudo regalo". Por su parte, José Manuel Mori Cuesta, el dueño del establecimiento, apuntó que "existen casos contados como éste, solo conozco uno en Andalucía".

Aunque un collar de perlas negras puede superar fácilmente los 10.000 euros, Joaquín tiene claro qué hará con su hallazgo: "La llevaré a una buena joyería para que me la engarcen en un collar". El regalo para Noemí será el broche de oro, o de nácar en este caso, a una celebración inolvidable. Joaquín lo resume así: "Nunca me he quejado de la vida que en general me ha tocado vivir y ahora menos todavía".