Richard Branson, el millonario que hizo su fortuna con una estrategia revolucionaria

Richard Branson, CEO de Virgin Group, siempre se ha distinguido de sus coetáneos millonarios por su carisma. Esta bestia del márketing ha llegado a vestirse de mujer en sus campañas o cruzar el Pacífico desde Japón hasta el Ártico Canadiense. Sin duda, es un maestro de la creatividad a la hora de dar a conocer su negocio. Tras montar su primera empresa con éxito a los 16 años, se podría decir que es lo que todo el mundo conoce como "un hombre hecho a sí mismo".

A pesar de no figurar entre los primeros nombres de la lista Forbes, se trata de uno de los millonarios más conocidos del mundo. Ha salido en comedias como 'Friends' y fue la estrella de un reality show de la cadena 'Fox' llamado 'The Rebel Billionaire'. Su entusiasmo le ha abierto las puertas a todo tipo de sitios y su estilo de vida aventurero le ha hecho triunfar en la arena de los negocios como ningún otro.

Compramos esta casa señorial en Oxfordshire y la convertimos en un estudio al que las estrellas del rock pudieran acudir

En los últimos días, Branson publicó una entrada en el blog de su propia empresa, Virgin, en el que detalla cómo las grandes cadenas publicitarias no son nada si no tienes una buena idea. Puedes gastarte millones de dólares en una buena campaña o bien usar un agudo ingenio para mostrar empatía hacia el cliente y que compre tu producto.

La publicación de Branson se centra en una de sus primeras y menos conocidas empresas: un estudio de grabación llamado The Manor que montó en una antigua casa señoral de Oxfordshire (Reino Unido), el cual acabó siendo una de tantas mecas para los músicos de rock. Pero como siempre, los comienzos no son fáciles, y tuvo que lidiar con múltiples dificultades hasta llegar al éxito.

Una estrategia revolucionaria

¿Cómo atraer a tus ídolos musicales sin ni siquiera sabes quién eres o lo que estás haciendo? Y más en una época en la que no existía internet y no había ninguna forma posible de tener contacto directo con ellos, lo que hizo la gesta triplemente difícil. "Uno de nuestros primeros negocios consistió en establecer un estudio de grabación de country", narra en la publicación de Virgin. "Hasta ese momento, los músicos de rock recibían el mismo trato que los de orquesta. Cuando querían grabar, tenían que hacerlo en un corto espacio de tiempo de apenas tres horas. No es así como se comportan las estrellas del rock, ya que generalmente prefieren grabar toda la noche y dormir por el día".

"Compramos esta hermosa casa señorial en Oxfordshire y la convertimos en un estudio de grabación al que las estrellas del rock pudieran acudir y grabar cuando quisieran", relata Branson. "En los primeros días, necesitábamos asegurarnos de que los músicos reservaran el espacio y trabajaran según su propio horario. Así que dejamos por ahí, en cualquier parte, bolígrafos en los que ponía: 'Robado en The Manor' y nuestro número de teléfono. Se los fuimos dando a los músicos. Funcionó. Las personas pensaron conectaron con nosotros y terminaron compartiéndolos con sus amigos. Así, los artistas nos descubrieron porque encontraron el bolígrafo y empezaron a llamarnos".

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Lógicamente, eran otros tiempos, y que las empresas graben y repartan bolígrafos con su nombre y teléfono es una práctica más o menos extendida. "The Manor pasó a ser un gran éxito", reconoce. De hecho, fue una idea que repitió justo después en saleros y pimenteros en su aerolínea, Virgin Atlantic. "La gente los comenzó a robar, se los llevaron a casa para usarlos y, cuando se reunían para cenar, el nombre de nuestra empresa aparecía. Como resultado, conseguimos un montón de publicidad a un precio irrisorio".

"La lección aquí es obvia pero a menudo se pasa por alto", concluye Jessica Stillman, periodista de 'Inc', quien ha analizado el 'post' de Branson. "Las mejores jugadas de marketing no necesitan ser muy elaboradas o que costar mucho dinero. De lo que se trata es de utilizar los recursos disponibles con los que cuentas y aprovechar el comportamiento real de tus potenciales clientes. Para poner en práctica medidas así, no necesitas gastar mucho, tan solo comprender realmente bien y ser empático con tus clientes".