Trampantojo en Siberia: el basurero tóxico bajo un lago de aguas turquesas

Que las plácidas aguas azul turquesa no te engañen. Este lago en plena Siberia -al lado de la ciudad de Novosibirk (Rusia)- se ha convertido en la meca de los instragramers de la zona, pero su espectacular color es engañoso: en realidad, el lago es un basurero contaminado donde la central de carbón de la ciudad arroja sus cenizas.

La imagen que reflejan las aguas azul eléctrico del estanque (artificial) son tan espectaculares que la zona parece una estampa vacacional del Caribe y se ha ganado el nombre de "Novosibirsk Maldivas” -con cuenta de Instagram incluida-, pero la central de carbón ya advertido que el agua es peligrosa por los residuos que vierten y puede producir alergias de varios tipos.

El color azul turquesa de este 'paraíso siberiano' responde a la reacción química de las sales de calcio y otros óxidos metálicos disueltos en el fondo del lago (de uno a dos metros de profundidad), que provocan su alto nivel de pH (más de ocho), según explicó la compañia eléctrica Siberian Generating Company en un comunicado publicado en la red social VKontakte el mes pasado.

La compañía, que se refiere a su basurero CHP-5 como "la estrella de las redes sociales", pidieron explícitamente que la gente no se bañara en sus aguas debido a los altos niveles alcalinos (pH) por la presencia de las sales de calcio y los óxidos.

Ante algunas informaciones que denunciaban que en la zona había vapores venenosos, plantas marchitas o gaviotas azules de colores alarmantes, la eléctrica ha explicado que dos laboratorios independientes habían demostrado que el lago no es venenoso ni existe radiación.

Además, el lago también es peligroso por otro motivo: el fondo del basurero está embarrado y salir del embalse solo "es casi imposible".

Por eso, la compañía lo ha dejado bien claro: ¡Le rogamos que no caiga en el basurero por buscar un selfie!

Aunque los visitantes digan que los alrededores del lago huelen a detergente, todos estos inconvenientes no parecen suponer un obstáculo para los usuarios de Instagram, que acuden embelesados a hacerse una foto con el paisaje. Inculso hay algunos que se atreven a darse un baño a pesar de las advertencias y prohibiciones.