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La profesión más antigua del mundo ha cambiado: así funciona ahora
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¿prostitución disfrazada?

La profesión más antigua del mundo ha cambiado: así funciona ahora

Olvida las viejas formas. Ha llegado la época de Internet y esta actividad se ha adatpado a los tiempos. Los 'sugar daddies' y las 'sugar babys', son su nueva expresión

Foto: Foto: iStock.
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La sociedad está cambiando y la llegada de las redes está transformándolo todo. Los taxis luchan por mantenerse en un mundo en el que Uber parece ser el rey indiscutible, compramos la ropa por internet, tratamos de no chocarnos con los repartidores de Glovo, conocemos a nuestras parejas potenciales por Tinder y, en general, vivimos nuestra vida a través de una pantalla, pulsando una aplicación. Y ahora el negocio más antiguo del mundo también se está transformando y capitalizando.

¿Cómo? Los hechos son los siguientes: recientemente estalló un escándalo sexual relacionado con el político australiano Andrew Broad, casado, padre de dos hijos y de 43 años de edad. Broad quizá no las prefiera rubias, pero sí desde luego jóvenes, pues había sido chantajeado por una mujer casi veinte años más pequeña con la que había mantenido una relación. Lo que podría ser una anécdota más en una larga lista, sorprende justamente por el móvil del crimen: Broad y Keating (la mujer) se conocieron en una web de citas para 'sugar daddies'.

"Mecenas" de chicas jóvenes y bellas

Para no traducir literalmente 'sugar daddy' y darle un significado más castizo, lo describiremos como un 'papichulo'. Un "mecenas" de las mujeres jóvenes, a las que "enseñar" y cuidar. Mrs. Robinson, si esta hubiera sido hombre. Con solo buscar en internet "Sugar Daddy web" hallaremos rápidamente un sinfin de aplicaciones y páginas en las que encontrar chicas. "Las páginas de sugar daddies" señala uno, "reúnen a hombres mayores ricos y mujeres jóvenes atractivas y los alientan a forjar relaciones mutuamente beneficiosas". En otra podemos leer: "Mujeres jóvenes, hermosas y ambiciosas dispuestas a complacer; Mentores ricos, cariñosos, generosos, que quieren mimar". "Por extraño que parezca, muchas mujeres jóvenes prefieren a los hombres mayores que a los de su edad porque son maduros, exitosos y mentalmente estables", muestra una tercera.

Los sitios web para estos sugar daddies (y sus correspondientes sugar babys) son una creación del empresario de tecnología estadounidense Brandon Wade, recoge 'The Conversation'. La premisa, como hemos podido comprobar, es siempre la misma: ayudar a los hombres mayores adinerados a conocer mujeres hermosas, generalmente mucho más jóvenes, que desean ir a cenar a restaurantes caros y que las obsequien con regalos y dinero en efectivo.

Foto: Imagen de la entrevista concedida al canal 'This Morning'.

Según el propio Wade, que ha construido un imperio a partir de un concepto aparentemente tan sencillo, un sugar daddy típico tiene ingresos anuales medios de 147.000 euros, aproximadamente, y gasta alrededor de 2000 euros (mensuales) en su "bebé". Alrededor del 40% están casados, al igual que Andrew Broad, y normalmente las chicas suelen ser estudiantes universitarias. Aunque no se les obliga a intercambiar favores sexuales, a veces se presuponen para que la relación fluya.

Desde las hetairas a las oiran, las cortesanas existen desde tiempos inmemoriales. El concepto del amor (romántico, como lo concebimos ahora) también ha ido variando a lo largo de los siglos. Wade va un paso más allá y piensa que todo es un invento. Un concepto "creado por los pobres", como dijo en 'CNN' en 2014: "Cuando miro el futuro de las relaciones tradicionales veo divorcios, desilusiones y familias rotas. El matrimonio es complicado y además no es el único camino hacia la felicidad o la seguridad financiera. Un acuerdo puede proporcionar los mismos beneficios".

"El amor es un cuento de hadas y no dura para siempre" añadía. "Los hombres ricos buscan mujeres hermosas y viceversa. Cuando eres adolescente la apariencia lo es todo, después, cuando las chicas cumplen 25 años empiezan a darse cuenta de otras cosas. Hubo un tiempo en que ganaba muchísimo dinero pero no tenía la confianza suficiente para acercarme a las chicas, así fue como surgió esta web de citas".

El amor romántico lo han inventado los pobres, hay acuerdos que aportan más felicidad que el matrimonio

Wade ha sido calificado como una especie de chulo. Los que los alegan señalan que, al fin y al cabo, estas páginas están promoviendo el trabajo sexual de manera disfrazada. Informa 'The Independent' que el mundo capitalizado y neoliberalista en el que vivimos defiende los contratos individuales. La oferta y la demanda son las que marcan la forma correcta de determinar precios salarios, es decir, depende de las personas involucradas decidir qué tipo de arreglo les conviene. Friedrich Hayek argumenta en 'Camino de servidumbre' que "los tratos entre individuos son superiores a las leyes y regulaciones estatales porque fomentan la libertad personal. El dinero y el interés propio deberían ser los únicos principios personales permitidos". Cuando esto se lleva a la práctica es cuando surgen los sugar daddies del mundo.

Prostitución disfrazada

El creador de la web se defiende argumentando que: "Esto no es prostitución. Independientemente de si un hombre tiene dinero o no, cuando dos personas están saliendo, el sexo inevitablemente será parte de la ecuación". El debate sobre la prostitución siempre abarca un mismo punto: ¿abolirla o regularla? La segunda opción implica una mejora en la calidad de vida de estas mujeres. Por supuesto, hay que distinguir entre los distintos tipos de prostitución: no es lo mismo la trata o el proxenetismo que una mujer que se prostituye de manera libre, pero prohibirla y pensar que, por ello, desaparecerá, es una postura demasiado utópica e inocente. La ley seca en Estados Unidos nos da la clave sobre ello.

Explica el profesor Peter Fleming a cuenta de ello que estas páginas de sugar daddies hacen un flaquísimo favor, por tanto, a todos los intentos de mejorar la calidad de vida de las trabajadoras sexuales. "Estos sitios de citas convierten el trabajo sexual en un asunto estrictamente privado. Igual que sucede con Uber que compite con un sistema regulado de taxistas que requieren una licencia y la verificación de antedecentes policiales. Las "sugar babys" no son oficialmente trabajadoras, por lo que se encuentran fuera de la legislación laboral pertinente. En ese sentido, estos sitios web y aplicaciones representan un retorno al pasado donde la prostitución era un asunto informal y las protecciones eran inexistentes".

La sociedad está cambiando y la llegada de las redes está transformándolo todo. Los taxis luchan por mantenerse en un mundo en el que Uber parece ser el rey indiscutible, compramos la ropa por internet, tratamos de no chocarnos con los repartidores de Glovo, conocemos a nuestras parejas potenciales por Tinder y, en general, vivimos nuestra vida a través de una pantalla, pulsando una aplicación. Y ahora el negocio más antiguo del mundo también se está transformando y capitalizando.

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