Una mujer llama a la policía porque no le llegan las pizzas que pidió para sus hijos

Clair es una madre de tres hijos que vive en Plymouth, una ciudad del suroeste de Inglaterra. Hizo un pedido de pizzas por internet a Domino’s, una de las mayores franquicias de comida rápida del mundo, y ahí comenzaron los problemas. Se iba a gastar 37 libras en pizzas para sus hijos y solo le quedarían siete libras más para afrontar los dos días siguientes, hasta que volviera a cobrar.

Todo se derrumbó para Clair cuando una hora después de hacer el pedido recibió una llamada desde la franquicia que le tenía que servir la comida. El horno se había estropeado y no podrían llevarle las pizzas a casa. Clair se quedaba sin cena para sus hijos y, lo que es peor, sin las 37 libras que se había gastado en el pedido.

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El Confidencial

Tal y como explica al 'Mirror', "me quedaban siete libras en mi cuenta. Usé lo último de mi dinero para pagar el pedido que ellos aceptaron una hora antes de llamarme para decirme que no podía recibirlo porque el horno se había roto. Les expliqué que no tenía más dinero, que dejaría a mis hijos sin comida esa noche y que iban a pasar hambre”.

La policía no pudo ayudarla

Clair no sabía qué más hacer. Sus hijos, que tienen cinco, 13 y 15 años, se iban a quedar sin cenar debido a que ella no recuperaría el dinero del pedido hasta que el banco se lo devolviera algunos días más tarde. Ante una situación que se presentaba muy negra, decidió llamar a la policía para pedir ayuda.

“Llamé a la policía para preguntar si podían ayudarme, estaba casi llorando. Dijeron que no podían hacer nada y que tenía que llamar a Domino's”, explica Clair. Lo hizo, pero no encontró la respuesta que buscaba: “El gerente ni siquiera me ofreció la posibilidad de ir a la otra tienda. Le pregunté si podía ir a recoger el dinero y me dijo que no, que no podía hacer eso”.

Clair solo pudo dar a sus hijos unas patatas “y alguna otra cosa”, pero asegura que nunca olvidará la cara de sus hijos: “Realmente desearía no haber estado allí para ver la decepción en la cara de mi hijo pequeño. Cogieron mis 37 libras y nos dejaron sin nada. Cuando les dije que iba a llamar a la policía para pedirles que me ayudaran, simplemente me dijeron que les parecía bien, eso fue todo”.

Un portavoz de Domino’s explicaba al medio inglés que “el horno de la tienda se rompió, por lo que nos disculpamos y devolvimos el dinero a la clienta la mañana siguiente”. Asunto zanjado.