La resaca de Año Nuevo ya está aquí: esto es lo que te pasa y así puedes combatirlo

La resaca es un fantasma que se deja ver de muchas formas: dolor de cabeza, escozor, tripa revuelta y hasta mareos o vómitos pueden venir derivados de un exceso de alcohol que provoca lo que clínicamente se conoce como veisalgia, un malestar general que puede conllevar cefaléa, dolor abdominal y muscular, alteraciones gástricas, sed intensa e incluso una ligera amnesia que impide recordar parte de lo sucedido durante el episodio etílico.

La resca no es más que un estado de baja glucosa en sangre, sumado a la deshidratación provocada por el alcohol y a la intoxicación por acetaldehido. El acetaldehido es el gran protagonista del 1 de enero. Se trata de una sustancia tóxica en la que se convierte el alcohol después de ser metabolizado por el hígado y transcurre por la sangre durante varias horas antes de ser totalmente eliminada provocando daños en las células que se traducen en una especie de inflamación generalizada que afecta a todo el organismo.

Además, el trabajo del hígado para metabolizar el alcohol ( etanol antes de convertirse en acetaldehido) impide la óptima producción de glucosa, sobre todo si se lleva a cabo con el estómago vacío, provocando una caída de glucosa que afecta al cerebro y a otros sistemas del organismo y dejando sobre nosotros esa sensación de malestar y debilidad corporal tan característica de la resaca.

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Pero, ¿como acabamos con ella?

Además de los fármacos, (¿quién no se ha tomado un ibuprofeno para tratar de aliviar un poco la resaca?), los síntomas de la veisalgia pueden combatirse de manera natural siguiendo estos consejos:

• Beber agua: Lo primero debe ser beber agua. Esto ayudará a reducir la sensación de sequedad para que puedas empezar a pensar en los siguientes pasos para conseguir sentirte mejor.
• Ingesta de suero natural: Tomar agua con limón ayuda a reducir la deshidratación y combate la sed y la sensación de tener la boca seca.
• Tomar zumo de frutas: La misma función tienen los zumos de fruta, siendo el de tomate uno de los más indicados para combatir los estragos del alcohol sobre el cuerpo.
  
• Evitar el café y los diuréticos: El café y el té son diuréticos, por eso, salvo que sea estrictamente necesario, es mejor evitarlo en los días de resaca, ya que dificultarán que el cuerpo se rehidrate.
• Comer pasta o salmón: Comer carbohidratos ayudará a paliar la sensación de malestar. También son buenos los plátanos, la miel, el arroz, los lácteos y el huevo, que a través de la cisteína contrarresta los efectos del acetaldehído y reduce la sensación de malestar general. El salmón, por su parte, es otro gran aliado de la resaca, ya que aporta vitamina B6 y B12 que ayudan a frenar el malestar.
• Evitar la comida excesivamente grasa: Aunque a veces el cuerpo pide grasa cuando está de resca, sobrecargar el sistema digestivo puede ser contraproducente y acabar aumentando el malestar.
• No volver a beber alcohol: Aunque las frases 'la cerveza regula el PH' y 'lo mejor para resaca es volver a beber', la realidad es que la ingesta de alcohol retrasa el proceso de recuperación y no ayuda en nada.
• Si se puede, practicar deporte: Algunos estudios apuntan hacia el deporte como una buena ayuda para eliminar toxinas durante la resaca. Eso sí, salir a correr después de una noche de fiesta es una gesta digna de superhéroes.
• Duchas frías: Por último, si necesitas despejarte con urgencia lo mejor es que te des una ducha fría que, aunque suponga un mal trago, ayudará a que enseguida te sientas más fresco.