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Las historias más tiernas sobre las mascotas, contadas por sus dueños
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qué triste es perderlos

Las historias más tiernas sobre las mascotas, contadas por sus dueños

Varios veterinarios y personas que han tenido perros, gatos y otros animales comparten las despedidas que tuvieron con estos seres tan queridos

Foto: Fotograma de 'Siempre a tu lado'.
Fotograma de 'Siempre a tu lado'.

Cualquiera que haya experimentado la pérdida de una mascota podrá dar fe de lo difícil y emotivo que puede llegar a ser. Estos seres se convierten en miembros de la familia cuando brindan a sus dueños comodidad, cariño y fidelidad cada día. Recientemente, algunos veterinarios y personas que han tenido alguna vez perro, gato u otro animal han compartido la triste realidad que es tener que sacrificar un animal y despedirse de él.

¿Preferirías estar o no en la misma habitación cuando llegue el momento? Muchos de los especialistas afirman que la mayoría prefiere no encontrarse allí a pesar de que despedirte de tu mascota puede darte un un sentimiento de conclusión, algunos de los veterinarios también declararon que los dueños no deberían sentirse avergonzados si no pueden estar presentes cuando fallezcan.

Foto: Foto: Pexels.

"Tenía que estar ahí"

Hace un año, un día antes de su cumpleaños, Christopher Briggs, de Mánchester, vivió la desgracia de tener que despedirse de su perra Missy. "Nuestro querido miembro de la familia había vivido una larga y buena vida", asegura a 'The Independent'. Christopher y su familia habían alentado a su mascota a correr regularmente en un esfuerzo por mantenerla activa y saludable. Sin embargo, ahora creen que el ejercicio hizo que su estómago enfermara, lo que provocó que sufriera una inflamación y mucho dolor.

Nadie debe sentirse juzgado si no puede estar presente en un momento tan duro como ese

Cuando llegó el momento, Christopher no dudó en quedarse en la habitación con ella hasta el final. "No fue una decisión difícil para mí", asegura. "Ella había estado allí para mí durante tantos momentos difíciles que era una cuestión de principios quedarme ahí hasta el último momento. Creo que el hecho de que mi madre, mi hermano y yo estuviéramos cuando le administraron la inyección le dio paz. Siempre se sintió segura a nuestro alrededor porque todos la protegíamos", añade.

"Sorprendentemente fue bonito"

Cuando Rebecca Kristy, de la bahía de Widemouth en Cornwall, compró a su cachorro Macie en Irlanda en 2003, no supo hasta más tarde que el cachorro había nacido en un criadero. Esto llevó a su mascota a sufrir una serie de problemas de salud, incluidos parásitos, tos, megaesófagos y síndrome de colapso inducido por el ejercicio.

Tras darle la noticia de que no viviría por mucho tiempo, Rebecca renunció rápidamente a su trabajo y comenzó un negocio de cuidados caninos en casa para poder cuidarla. Macie terminó viviendo hasta los 14 años cuando su salud finalmente comenzó a fallar. Al llegar el momento de la despedida, hizo los papeles para que su veterinario le administrara la inyección en casa. Se sentó junto a ella durante todo el proceso.

“Me miró y pude ver que sabía que se iba a ir. Sentí que me estaba dando las gracias", comenta. La mascota había sido la mejor compañera para ella mientras su dueña se recuperaba de un accidente automovilístico, lo que la llevó a experimentar el trastorno de estrés postraumático. Mientras que decir adiós fue innegablemente difícil, Rebecca se sintió agradecida de haber podido hacerlo en un ambiente más íntimo. "Me sorprendió realmente que se convirtiera en un momento hermoso, pero tanto mi marido como yo vimos lo mismo en su mirada, una conexión y un entendimiento mutuo".

"Estaba en su refugio"

Para Sandra Janssens, de los Países Bajos, fue muy triste despedirse de su gata Olly ya que lo había criado desde que era un cachorro de cuatro semanas. Habiendo sido diagnosticado con un tumor maligno en su abdomen, su mascota se había vuelto muy frágil y había perdido completamente el apetito. Sandra y su marido llegaron a la decisión de aliviar su dolor y pidieron una cita para que su veterinario comenzara este triste proceso en casa.

Aceptar que este ser tan importante se va a ir para siempre es duro, por eso estar con ellos es necesario

Olly yacía tranquilamente en el regazo de Sandra cuando falleció mientras sentía que "la vida desaparecía su cuerpo". "Estar en la habitación con él le dio consuelo, especialmente porque estaba en casa, un refugio seguro rodeado de olores que conoce y con nosotros a su lado todo el tiempo", explica. Su dueña siente pena por aquellos que no pueden estar con sus mascotas cuando se van.

Sin embargo, también cree que las personas que se sienten muy angustiadas para estar presentes cuando los van a perder no deberían sentirse avergonzadas. "Todo el mundo trata de decir adiós de una manera diferente", concluye.

"Me costó aceptarlo"

Jonathan Gunson, de Mirfield, West Yorkshire, había estado de vacaciones con un amigo y su perro Buddy el verano pasado cuando su perro enfermó. Tras un tratamiento para una afección desconocida, este hombre regresó a casa al ver que mostraba signos de recuperación. Después comenzó a perder el apetito y tras llevarlo a un especialista, recibió la terrible noticia de que no iba a vivir mucho más tiempo. "No estaban seguros de si tenía una reacción alérgica o cáncer. Sus resultados eran muy negativos. Cuando fui a visitarlo al día siguiente, el pronóstico era el peor.

Me sorprendió que la despedida se convirtiera en un momento tan íntimo y bonito

"Después de unos minutos de preguntas desesperadas con él en mis brazos, tuve que superar que no iba a recuperarse y de una forma u otra, su tiempo estaba llegando a su fin. Me costó aceptarlo". A pesar de la dificultad de la situación, Jonathan insistió en que se quedaría al lado de Buddy cuando muriera para brindarle la mayor comodidad posible en sus últimos momentos.

"Lo abracé, lo acaricié y le hablé todo el tiempo durante la inyección. Cuando el veterinario confirmó que había llegado el momento, su boca y sus bigotes todavía se movían. Estaba triste, pero miró al final como si estuviera soñando", confiesa. En su opinión, la decisión de estar ahí cuando tu mascota es sacrificada es muy personal. "Si no hubiera estado, creo que me arrepentiría. Realmente debe reducirse a cómo te sientes tú. Nadie debe sentirse juzgado si no puede".

Cualquiera que haya experimentado la pérdida de una mascota podrá dar fe de lo difícil y emotivo que puede llegar a ser. Estos seres se convierten en miembros de la familia cuando brindan a sus dueños comodidad, cariño y fidelidad cada día. Recientemente, algunos veterinarios y personas que han tenido alguna vez perro, gato u otro animal han compartido la triste realidad que es tener que sacrificar un animal y despedirse de él.

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