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Cirugía plástica en adolescentes para parecerse a los filtros de Snapchat
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la dismorfia hace estragos entre los jóvenes

Cirugía plástica en adolescentes para parecerse a los filtros de Snapchat

Los filtros de las apps más famosas hacen estragos entre los jóvenes y sus están provocando que los adolescentes quieran operarse para parecerse a las fotos editadas

Foto: Un grupo de amigos se hace un selfie
Un grupo de amigos se hace un selfie

Los filtros de Snapchat, Instagram, Facetune u otras apps de moda en los móviles permiten hacer fotos en las que aparecer con cuernos de unicornio, bocas de cerdo u orejas de conejo. Sin embargo, esos filtros tan divertidos comparten aplicación con otros en los que puedes cambiarte el color de los ojos o hacer que tu piel parezca perfecta.

Son estos filtros los que están provocando lo que ya se conoce como ‘dismorfia de Snapchat’. La dismorfia es un trastorno por el que se tiene una preocupación fuera de lo normal por algún defecto, ya sea real o imaginario, que se percibe en las características físicas propias.

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El proceso, por tanto, sería así: un adolescente cree que tiene la piel con acné y utiliza habitualmente los filtros de las apps de su teléfono móvil para reducir ese defecto; el siguiente paso será acudir a la cita de un cirujano plástico para enseñarle las fotos de su móvil y pedirle que le deje su piel de esa manera.

Parece una locura, pero un estudio publicado en la revista JAMA sobre cirugía plástica facial revela que es algo que ya está sucediendo. Los adolescentes buscan una perfección que hasta ahora sólo se veía en revistas de belleza (a las que siempre se ha acusado de abusar de Photoshop) y en rostros famosos.

placeholder Snapchat es una de las aplicaciones que más usan los adolescentes (REUTERS/Thomas White)
Snapchat es una de las aplicaciones que más usan los adolescentes (REUTERS/Thomas White)

El doctor Neelam Vashi, director del ‘Boston University Cosmetic and Laser Centre’, lo explica de forma sencilla: “un pequeño retoque en Facetune y tu cara parecerá más tersa, tus dientes más blancos y tus labios más grandes. Después sólo hay que compartirlo fácilmente en Instagram y los likes harán el resto”.

La dismorfia no es nueva, pero está creciendo

Las enfermedades mentales, sobre todo las de trastornos obsesivo-compulsivos, son mucho más habituales de lo que se cree y afectan a una de cada 50 personas. Llevado al caso de la dismorfia, que entraría dentro de esas patologías, supone que muchas personas quieren limar sus imperfecciones hasta el límite, lo que en muchos casos llega a ser peligroso y, por supuesto, poco saludable.

El cirujano plástico norteamericano Tijion Esho no admite a pacientes obsesionados con sus defectos y asegura que la situación está empeorando: “vemos fotos nuestras a diario en las redes sociales y eso nos hace ser más críticos con nosotros mismos”.

“Si tomamos como referencia el rostro de un famoso o un filtro de Snapchat está bien; el peligro llega cuando esa imagen deja de ser una referencia y se convierte en cómo el paciente se ve a sí mismo o cómo quiere llegar a ser exactamente”, explica Esho, algo que el doctor Vashi confirma: “los filtros en los selfies pueden tener efectos muy dañinos en adolescentes con dismorfia”.

placeholder Los adolescentes buscan una perfección que hasta ahora sólo se veía en los famosos (Reuters/Eric Gaillard)
Los adolescentes buscan una perfección que hasta ahora sólo se veía en los famosos (Reuters/Eric Gaillard)

Las cirugías plásticas han aumentado en personas menores de 30 años y un estudio revela que el 55 por ciento de las personas que acudieron a un cirujano plástico en Estados Unidos el año pasado querían mejorar su aspecto en los selfies, una cifra muy superior a la de 2013, cuando apenas el 13 por ciento de los pacientes se preocupaba por esa cuestión.

Estas cifras concuerdan con las que ofrecen las estadísticas oficiales en Norteamérica, donde una cuarta parte de los adolescentes que usaban el móvil más de 3 horas al día tenían problemas de salud mental. Como resume el doctor Vashi, los selfies “van a provocar una pérdida de contacto de los jóvenes con la realidad, creando la necesidad de tener que estar siempre perfecto y arreglado”.

Los filtros de Snapchat, Instagram, Facetune u otras apps de moda en los móviles permiten hacer fotos en las que aparecer con cuernos de unicornio, bocas de cerdo u orejas de conejo. Sin embargo, esos filtros tan divertidos comparten aplicación con otros en los que puedes cambiarte el color de los ojos o hacer que tu piel parezca perfecta.

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