Recibió un mensaje de su jefa, pero no sabía que era ella. Ahora está en el paro
Cory Hrobowski envió unas palabras muy desafortunadas a su superiora. Luego, no supo qué hacer y pidió consejo por Twitter. La cosa fue irremediablemente a peor
Ten cuidado porque el mensaje que estás escribiendo ahora mismo y que vas a enviar, puede ser el último. En tu entorno laboral, debes darte cuenta de a quién envías los mensajes, algo tan simple como darle a un botón puede propiciar tu despido de forma inminente. O peor, puede que lo que has hecho tenga repercusiones en la comunidad virtual y acabes renunciando al trabajo de tu vida.
Meteduras de pata las tenemos todos. Esto es lo que le pasó a Cory Hrobowski, un joven estadounidense de 19 años que solía trabajar en la recepción de una pequeña empresa de diseño web en Chicago. El pasado miércoles, fue obligado a renunciar a su puesto. Todo debido a las ansias de ser famoso en Internet y aumentar su lista de seguidores. Así comienza esta historia, con un mensaje de una fuente desconocida en el teléfono móvil del empleado.
"Voy a hacer que te vengas a las 12 del viernes". Hrobowski relata a 'Buzz Feed News' que inmediatamente pensó que el texto estaba escrito por una "fan normal" porque él "casi nunca guarda los números" en su teléfono. Sin saber por qué ni cómo, creyó que se trataba de una cita sexual que tenía que ver directamente con sus partes más pudendas, así que en ese mismo tono respondió lo siguiente.
"Lo primero, no me tomes el pelo. Lo segundo, no recuerdo haber programado ninguna cita con mi pene". La respuesta deja boquiabierto a cualquiera. "He tenido malas experiencias con números desconocidos, por lo que me ya me canso rápido y les suelo enviar a la mierda", comenta en 'Buzz Feed'. Como cabía esperar, el mensaje no era de ninguna chica tomándole el pelo o intentando ligar con él. El mensaje era de su jefa.
Hrobowski se quedó totalmente impactado. En un nuevo mensaje, su interlocutor se sinceró presentándose: "Este es el nuevo número de tu jefa". A pesar de todo, el que ya nunca más sería empleado del mes esperaba poder arreglarlo y seguía en sus planes de acudir al trabajo el mediodía del viernes, como cualquier otro día corriente. Mal hecho. No sería tan fácil. Su superiora le envió un nuevo mensaje de texto informándole de que recibiría noticias suyas próximamente para "discutir los términos de su contrato". Qué mala espina.
"La situación se nos fue de las manos, tanto para él como para mí", dijo Hrobowski. En un instante, una idea floreció en su mente. Pensó que quitaría importancia al asunto si lo compartía en redes sociales. No estaba muy seguro de cómo lidiar con lo ocurrido, por lo que decidió preguntar a los usuarios anónimos qué podía hacer si ellos estuvieran en su lugar.
pretend she got the wrong number
— Jacqueline🌻 (@bbyguerrilla) 17 de julio de 2018
"Finge que se ha equivocado de número", le responde Jacqueline.
Nothin' you can say. You gotta start a new life.
— Cabini (@CariniGambarini) 17 de julio de 2018
Otros, como Cabini, pensaron que ya no había nada que hacer, al tipo solo le quedaba comenzar una nueva vida y despedirse de su trabajo.
just reply "I am so sorry, I just saw this. My girl must've had my phone and been paranoid as usual. Anyways, sounds good. I'll be there."
— Sej (@Sejoyo) 17 de julio de 2018
Algunos, como @Sejoyo ofrecieron idas mucho más constructivas: "Tan solo responde: 'Lo siento, acabo de verlo. Mi chica ha debido cogerme el teléfono y se habrá puesto paranoica, como siempre. De cualquier forma, suena bien, allí estaré". Vaya, echándole culpas a la pareja. No parece muy justo.
¿Qué hizo finalmente? Algo muy simple: nada. Su jefa se enteró, y no precisamente por él, sino a través de las redes sociales debido a que los tuits se volvieron rápidamente virales. Toda su oficina supo con detalle el percance que en su día fue privado. Una muestra más de a todo a lo que te expones cada vez que publicas algo de índole privada en las redes sociales. A los dos días, Hrobowski renunció a su puesto definitivamente. "Las cosas se descontrolaron", aseguró. "Renuncié en parte a que se conoció toda la historia por Twitter".
¿La moraleja de esta historia? "No debería haber reaccionado así ante un mensaje de un número que no está registrado en el móvil", reconoce el exempleado. A decir verdad, parece que fue directo a espantar a aquel número desconocido de forma muy estúpida. Nadie de la empresa quiso hacer ningún tipo de comentario a 'Buzz Feed News'.
Ten cuidado porque el mensaje que estás escribiendo ahora mismo y que vas a enviar, puede ser el último. En tu entorno laboral, debes darte cuenta de a quién envías los mensajes, algo tan simple como darle a un botón puede propiciar tu despido de forma inminente. O peor, puede que lo que has hecho tenga repercusiones en la comunidad virtual y acabes renunciando al trabajo de tu vida.