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Si utilizas un servicio público, es mejor que te sientes en la taza
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CONSEJOS DE EXPERTO

Si utilizas un servicio público, es mejor que te sientes en la taza

Hay ciertas bacterias y virus cuya presencia es habitual en los aseos públicos. No es difícil llevárselas a casa si no actúas correctamente

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Pasamos la mayor parte del día fuera de casa, con lo que, irremediablemente, tenemos que orinar (o hacer aguas mayores) en servicios ajenos. Los del trabajo, los del centro comercial, los del bar... Y ahora que estamos en pleno verano, la situación se multiplica, pues nos tiramos semanas sin pisar la casa.

Al estar ante un váter ajeno, es imposible no pensar en cuántas personas se han sentado en el mismo inodoro que tenemos delante, de cuántas se han "olvidado" lavarse las manos o han decidido dejar un recuerdo de su paso por ahí. Todo ello hace que nos preocupemos, pues, además de antihigiénico, tenemos el miedo de la posibilidad de contraer más de una enfermedad.

Las bacterias y virus que podemos contraer en un baño son similares a las que podemos encontrar en cualquier otro lado, y su contagio es similar

Pero ¿esto es posible? ¿Podemos contraer alguna infección en un servicio? La verdad es que sí, pero es altamente improbable que esto último suceda, ya que los gérmenes deberían transferirse directamente del asiento del inodoro a tu tracto genital o a través de una herida abierta.

Lo dicen los expertos, Primrose Freestone, un microbiólogo clínico de la Universidad de Leicester, dijo que los desechos humanos tienen "una amplia gama de patógenos transmisibles", como enterococcus, escherichia coli, salmonella, shigella, staphylococcus, streptococcus y yersinia; además de virus como norovirus, rotavirus y hepatitis A y E, "solo por nombrar algunos". No obstante, asegura el experto a 'The Conversation', que es "muy poco probable" que puedas atrapar a uno de estos insectos al bajar la guardia y relajarte para sentarse en el asiento del inodoro.

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"La mayoría de las enfermedades intestinales se producen por la transferencia de bacterias de la mano a la boca, como resultado de la contaminación fecal de manos, alimentos y superficies", dijo.

Las bacterias y virus que podemos contraer en un baño público son similares a las que podemos encontrar en cualquier otro lado, y su contagio es similar. Hay que tener en cuenta que la piel es una barrera efectiva contra los gérmenes, y nadie se dedica a besar la taza del váter. Los patógenos suelen contagiarse a través de las heridas, la boca, la nariz o los ojos, por eso es mucho más importante lavarse bien las manos y tener cuidado con lo que comemos, que preocuparse por posar nuestras nalgas sobre un inodoro cualquiera.

Hay que sentarse

Aunque es muy poco probable que 'pillemos' algo en un váter ajeno, hay algunos trucos que pueden reducir el riesgo. La médico de mujeres, Brianne Grogan, asegura que ellas deben sentarse al orinar (y ellos, por qué no). "El problema de 'flotar' sobre el inodoro al orinar es que los músculos del piso pélvico y la cintura pélvica (rotadores de la cadera, glúteos, espalda y abdominales) están extremadamente tensos. Esta tensión de la cintura pélvica dificulta la fluidez de la orina, a menudo requiere que empuje o 'baje' ligeramente para hacer que la orina salga rápidamente. Frecuentemente, se puede contribuir al prolapso de órganos pélvicos".

Si te pones en cuclillas en vez de sentarte en el váter, puedes aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario, como la cistitis

Y el estrés de tener que estar de cuclillas sin tocar la taza puede conducir a no vaciar la vejiga correctamente. Como resultado, "puedes aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario, como la cistitis". Así pues, hacer el trabajo de sentadillas en lugar de sentarte es solo una pérdida de tiempo y energía.

Además, hay otra serie de consejos superútiles, aportados por la doctora Preethi Daniel a 'The Daily Mail':

  • Asegúrate de lavarte bien las manos después de ir al baño.
  • Lleva contigo un desinfectante de manos antibacteriano de tamaño de viaje para una protección adicional.
  • Cubre el asiento del inodoro con papel higiénico o usa toallitas antibacterianas.
  • No toques nada: hay más gérmenes en el servicio en sí que en el inodoro.
  • Puedes apoyarte en el inodoro: no hay evidencia de que sea malo para la salud.

"Puede parecer sentido común, pero esos son realmente los mejores consejos para mantener a raya los gérmenes", añade Daniel. A pesar de la creencia popular, no hay evidencia médica que asegure que podemos contraer una enfermedad de transmisión sexual en uno de estos habitáculos.

Pasamos la mayor parte del día fuera de casa, con lo que, irremediablemente, tenemos que orinar (o hacer aguas mayores) en servicios ajenos. Los del trabajo, los del centro comercial, los del bar... Y ahora que estamos en pleno verano, la situación se multiplica, pues nos tiramos semanas sin pisar la casa.

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