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Dos desconocidos se sentaron juntos en un avión. Su vida nunca sería igual
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Dos desconocidos se sentaron juntos en un avión. Su vida nunca sería igual

Rosey Blair cambió el asiento con una pasajera que quería estar con su pareja y presenció algo inesperado que no dudó en narrar a través de las redes sociales

Foto: ¿Quién sabe? Tal vez tu media naranja esté por las nubes... (iStock)
¿Quién sabe? Tal vez tu media naranja esté por las nubes... (iStock)

"La pasada noche en un vuelo de vuelta a casa, mi novio y yo pedimos a una mujer que nos cambiara el asiento para estar juntos. Luego, comenzamos a bromear con la idea de que quizás su nuevo compañero de asiento fuera el amor de su vida. Abro hilo". Una de las características más positivas de las redes sociales es que cualquiera puede ser un altavoz de historias. Nunca se puede imaginar hasta dónde podría llegar una simple publicación que un día subes a la red sin ninguna razón aparente, simplemente porque te aburres o por gastar una broma. Esto es lo que les pasó a Rosey Blair y a su novio, que como si fueran una especie de William Shakespeare del siglo XXI con conexión wi-fi, narraron una historia de amor en directo durante su vuelo a casa.

Los dos hablan y se sonríen el uno al otro... ¡y todavía no hemos llegado a la pista de despegue!

Por otro lado, los aviones siempre son el escenario perfecto para cualquier historia. Basta que tengas o aparentes cierto miedo a volar para "engancharte" al brazo de tu compañero de al lado. La espontaneidad del momento y el hecho tan extraordinario que supone estar por encima de las nubes hacen que subirte a un avión implique un cierto acercamiento -a un nivel físico o metafísico- con la gente que está a tu alrededor. Al fin y al cabo, todos vais en el mismo barco, y si el barco se hunde, todos con él. La sensación de volar a kilómetros de distancia del suelo también acrecienta esa situación de irrealidad que emerge entre sus ocupantes. No todos los días puedes mirar la Tierra desde los ojos con los que la ve "Dios".

Bien, la chica al final terminó por ceder el asiento a Rosey para que se sentara con su pareja, por lo que un nuevo desconocido se sentó al lado de ella. "No nos tocó sentarnos juntos, así que pedimos a nuestros acompañantes si nos podían cambiar los sitios, y ahora mismo ¡están ligando entre ellos!", escribe Rosey Blair en su publicación del Instagram Stories. "Los dos son muy atractivos y hacen fitness, están hablando y se sonríen el uno al otro... ¡y todavía no hemos llegado a la pista de despegue! Espero que se enamoren":

"Creo que no han dejado de hablar desde que despegamos. Los dos son entrenadores personales. Se han tocado el hombro varias veces. Y sí, ambos son vegetariano"; fue la siguiente publicación de Blair. A partir de esta segunda foto, la audiencia en Twitter se multiplicó exponencialmente hasta más de 30.000 personas. Tanto, que su autora jamás habría imaginado que tanta gente la leyera en tiempo real.

"¡No hay anillos de boda a la vista!", bromeaba Rosey.

"Ella acaba de ir al baño con el pelo recogido y ha vuelto sin la coleta. Ahora, están hablando sobre tipos de ejercicios", relató la pasajera con más audiencia de todo el avión. ¿Mera casualidad o intención real de ligar? La verdad, parece que nunca se sabrá. Sin embargo, lo que sí dejará constancia es que hay gente que se aburre demasiado en los aviones. Una muestra de ello es la siguiente publicación de Rosey Blair:

A Rosey se le fue la conexión de wi-fi gratuito. Tan emocionada estaba con la historia que fue capaz de pagar por poder seguir narrando esta peculiar historia de dos desconocidos en un avión.

Sin embargo, aún hay algo más imprescindible en un teléfono móvil que la mera conexión a Internet: la batería.

Pero, gracias a Dios o a cualquier substancia sagrada, apareció una solución caída del cielo. O mejor dicho, en el cielo mismo, ya que Rosey estaba volando y la llevaba en su bolso:

El vuelo llegaba a su fin y ellos seguían hablando de entrenamientos y de las muchas cosas que tenían en común. Una vez en tierra, la pareja tuitera les siguió hasta que desaparecieron por la terminal. Y sí, lo hieron juntos. Quién sabe si para coger un taxi o tomar un café en el bar de la terminal.

El amor aparece cuando menos te lo esperas. Eso sí, ahora dispones de un teléfono móvil para dar fe de ello y documentar en tiempo real cada nuevo episodio. No solo eso, sino que ahí fuera hay una audiencia de miles de personas que retuitearán tu historia.

"La pasada noche en un vuelo de vuelta a casa, mi novio y yo pedimos a una mujer que nos cambiara el asiento para estar juntos. Luego, comenzamos a bromear con la idea de que quizás su nuevo compañero de asiento fuera el amor de su vida. Abro hilo". Una de las características más positivas de las redes sociales es que cualquiera puede ser un altavoz de historias. Nunca se puede imaginar hasta dónde podría llegar una simple publicación que un día subes a la red sin ninguna razón aparente, simplemente porque te aburres o por gastar una broma. Esto es lo que les pasó a Rosey Blair y a su novio, que como si fueran una especie de William Shakespeare del siglo XXI con conexión wi-fi, narraron una historia de amor en directo durante su vuelo a casa.

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