El perro más feo del mundo

Todos los perros son buenos y adorables, pero hay que ser sincero: no todos son bonitos y/o guapos. Igual que ocurre con las personas, hay animales que no han sido agraciados con el don de la belleza. Hay un concurso, no obstante, donde estos canes tienen su sitio.

Se trata de la competición de 'el perro más feo del mundo', un espectáculo anual que se celebra en el recinto ferial de Sonoma-Marin en California. El certamen tuvo lugar el pasado sábado noche.

Zsa Zsa y su dueña, Megan Brainard, de Anoka (Minnesota), ganaron un premio de 1.500 dólares (1.284 euros) tras superar a 15 perros menos feos

El ganador fue el bulldog inglés que abre esta noticia. Es hembra, tiene nueve años y se llama Zsa Zsa.

Un premio de 1.284 euros

Zsa Zsa y su dueña, Megan Brainard, de Anoka (Minnesota), ganaron un premio de 1.500 dólares (1.284 euros).

"La bulldog pasó cinco años en una fábrica de cachorros en MissourI. Luego fue comprada por Underdog Rescue. Su dueña actual vio su hermosa foto en el buscador de mascotas y.... ¡tenía que ser mía! Ahora, Zsa Zsa vive en Anoka", reza la ficha de la perra.

Zsa Zsa superó a un total de 15 perros.

Sus hombros extra anchos, su sonrisa amplia y torcida, y una lengua colgante fueron suficientes para ganar el fallo del jurado del concurso. Suponemos que las uñas, pintadas de rosa a juego con su collar, hicieron el resto.

Su dueña, Brainard, pudo ver la radiante belleza interior de Zsa Zsa. Brainard declaró en 'The New York Times' que llamó así a la perra en honor a la actriz húngara Zsa Zsa Gabor, "porque es un nombre lo suficientemente glamuroso para una perra que había sufrido tanto".

El único objetivo del certamen es concienciar a la sociedad acerca de la importancia de adoptar mascotas y de no comprarlas

El ganador del año pasado, un mastín napolitano delgadito llamado Martha, no compitió este año.

Creció en una fábrica de perros

Aunque pueda parecer que el certamen tiene como objetivo pasar un buen rato, en realidad 'The World's Ugliest Dog Contest' se celebra con el único objetivo de concienciar a la sociedad acerca de la importancia de adoptar mascotas. De hecho, la mayoría de perros que se presentan al concurso son animales rescatados de fábricas de cachorros, como Zsa Zsa.

Las madres perras y gatas que (mal)viven en estas fábricas también tienen una existencia miserable: paren sin cesar, son separadas de sus hijos demasiado pronto, y crecen sin amor alguno (nadie las pasea, ni acaricia, ni cuida). Zsa Zsa vivió este infierno, hasta que fue rescatada por una asociación y, posteriormente, adoptada por Brainard.

España es partícipe del negocio de las fábricas de perros, pues a nuestro país llegan los cachorros de las 'puppy mill' del Este (Eslovenia, Hungría, Chequia y/o Eslovaquia). Los cachorros son separados de sus madres apenas recién nacidos, llegan en unas condiciones deplorables (hacinados en jaulas sucias) y, casi siempre, sin haber cumplido la edad mínima (tres meses) que la legislación europea establece para su transacción. Es decir, se desteta a los animales antes de la edad conveniente, hacia las 5 ó 6 semanas, en vez de 12 semanas. Un juego sucio que aumenta sus márgenes de beneficio: las hembras separadas de sus cachorros entran antes en celo (por lo que tendrán crías antes) y sus cachorros se pueden vender antes e ingresar el dinero más rápido.

Zsa Zsa vivía en una granja de cachorros, hasta que fue rescatada por una asociación y, posteriormente, adoptada por Brainard

"El 90% de los que se venden en las tiendas de mascotas españolas vienen de allí. En casi todos los comercios hay cachorros de esos países", asegura la activista Matilde Cubillo a 'Hoy', cuya asociación colabora con el servicio de la Guardia Civil Seprona en la localización de transportes ilegales en la comunidad de Madrid.

Además, advierte la experta, "la gente suele criar a los perros en sus casas, en garajes o en lugares inimaginables donde hay hembras pariendo y pariendo continuamente en condiciones terribles, y luego se los venden a mayoristas mafiosos".

El trayecto suele durar tres días, y nadie lo controla. De hecho, en Europa solo el 45,17% de los transportes de perros es registrado legalmente. Y los participantes en esta aberración se sacan un buen dinero: cada cachorro les cuesta unos 70 euros en gastos, y luego lo venden a otras tiendas o particulares. Los perritos que vienen del Este suelen ser vendidos por 400 euros, por lo que el margen es bastante grande.

La Fundación para el Asesoramiento Acción en Defensa de los Animales (FAADA), como otras asociaciones de la misma índole, aboga por la prohibición de las ventas de animales en establecimientos y su reconversión en centros de adopción.