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"Es peor que te pongan los cuernos a ser violado"
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Los hombres que no amaban a las mujeres

"Es peor que te pongan los cuernos a ser violado"

Robin Hanson, el polémico economista de Oxford, acepta como medidas legalizar la prostitución y mejorar las condiciones laborales y salariales de sus trabajadoras

Foto: Robin Hanson, durante una charla Ted.
Robin Hanson, durante una charla Ted.

"Muchas personas aseguran explícitamente que el sexo no es tan importante. Otras, dicen lo contrario. Por supuesto, el sexo es un tema muy recurrente tanto en la literatura como en las conversaciones cotidianas", afirma Hanson en una entrevista para 'Slate'. "La pregunta es cómo de importante es. Yo no digo que el sexo sea más importante que el nivel de ingresos, sino que están a la par. Por ello, no habría que elegir entre fomentar una de las dos, sino ambas".

Así defiende Robin Hanson, profesor asociado de la Universidad George Mason e investigador en el Instituto para el Futuro de la Humanidad de la Universidad de Oxford, sus controvertidas declaraciones de las últimas semanas sobre la necesidad de redistribuir el sexo entre aquellos 'incels' o "célibes involuntarios" que no tienen tanta actividad sexual como les gustaría. Entre otras cosas, defiende que se legalice la prostitución y mejorar las condiciones laborales y salariales de sus trabajadoras. Además de ofrecer un incentivo monetario a los célibes para gastar en cursos de entrenamiento para encontrar a alguien con quien acostarse.

Para Hanson, ser pobre y poseer una renta baja o inexistente es igual de malo que estar frustrado sexualmente

Al igual que se redistribuye la riqueza económica, ¿podría haber un futuro en el que el sexo se redistribuyese? Estas son las teorías del economista, quien piensa que "la desigualdad sexual podría ser un problema tan grande como la desigualdad de ingresos", o lo que es lo mismo, ser pobre y poseer una renta baja o inexistente es igual de malo que estar frustrado sexualmente.

Estas ideas tan incendiarias surgen de la polémica surgida en torno a los 'incels', foreros de Internet caracterizados por su profundo machismo y desprecio hacia los machos alfa. "Los hombres que no amaban a las mujeres", resentidos por una sociedad que no satisface sus necesidades sexuales, parecen ser la respuesta machista al movimiento del #MeToo. Lo más terrible es la relación que existe entre ellos y los más recientes atentados terroristas que han asolado Estados Unidos, como el de Toronto, protagonizado por el joven Alek Minassian, quien se definió a sí mismo como 'incel'.

Foto: Trabajadores limpiando la sangre de la calle de Toronto donde se produjo el atentado. (Reuters/Carlo Allegri)

"Uno podría debatir si aquellos que tienen un menor acceso al sexo sufren en un grado similar a aquellos que tienen sueldos bajos, y por lo tanto piensan, de la misma manera, que pueden salir beneficiados si se organizan alrededor de dicha identidad, haciendo 'lobby' para la redistribución a partir de ese eje y la amenaza implícita con la violencia si sus demandas no son satisfechas", publicaba Robin Hanson en una entrada en su blog, titulada "Dos tipos de envidia". Con esta frase Hanson resume sus ideas en torno al tema y apunta algo aún más terrible: el uso de la violencia en caso de no obtener esa igualdad sexual.

Para Hanson, los cuernos y la traición conyugal son mucho peores que la violación. Una declaración de la que no se retracta y por la que ha recibido ingentes críticas en la comunidad virtual. El periodista Jordan Weissman publicó un reportaje en 'Slate' sobre el historial de comentarios del economista en referencia a las relaciones entre hombres y mujeres. Más tarde, el polémico Hanson se defendió de estas acusaciones alegando que no estaba promoviendo la violación, sino una monogamia en detrimento de la promiscuidad y, sobre todo, una prostitución legalizada y con mayores compensaciones económicas.

Solo pensaba en posibles medidas concretas para reducir la desigualdad

"Biológicamente, que te pongan los cuernos es peor que ser violado", argumentaba en un artículo de 2010. "De hecho, muchas civilizaciones del pasado castigaban más a los cornudos que a los violadores. Recientemente, se me ocurrió que podemos comparar los cuernos como una violación gentil y silenciosa". Weissman, quien no dudó en calificarle como el "economista más espeluznante de los Estados Unidos", volvió a acordar con él otra entrevista en 'Slate' el pasado 4 de mayo para intentar rebatir todas estas ideas.

"Solo estaba pensando en posibles medidas políticas para reducir la desigualdad sexual. No pensé en algo concreto, simplemente dije lo que se me vino a la mente. Alguna como legalizar la prostitución. Otras, ofrecer más dinero a las personas que no tienen sexo con el objetivo de que se lo gasten en cursos de entrenamiento para encontrar alguien con quien acostarse", señaló el autor del libro 'The Elephant in the Brain', todo un éxito en ventas. Para finalizar, Hanson se define a sí mismo como un libertario. "Los libertarios a menudo han sido mucho más escépticos en determinados asuntos. Entonces, los libertarios como yo estamos más destinados a plantear dudas sobre este tipo de redistribuciones, tanto económicas como sexuales", reiteró.

"Muchas personas aseguran explícitamente que el sexo no es tan importante. Otras, dicen lo contrario. Por supuesto, el sexo es un tema muy recurrente tanto en la literatura como en las conversaciones cotidianas", afirma Hanson en una entrevista para 'Slate'. "La pregunta es cómo de importante es. Yo no digo que el sexo sea más importante que el nivel de ingresos, sino que están a la par. Por ello, no habría que elegir entre fomentar una de las dos, sino ambas".

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