“Estas son las cosas que me hubiera gustado saber cuando me diagnosticaron cáncer”

“Diez meses después está terminando mi pelea contra el cáncer y la estoy ganando”. Edmundo David anunciaba en Twitter el feliz desenlace de su enfermedad hace unos días. El argentino, originario de Tucumán, decidió compartir con sus seguidores algunos aspectos que hubiera querido conocer cuando le fue diagnosticada, y su acogida no ha podido ser mejor. Su experiencia personal ya se ha compartido más de 25.000 veces y subiendo.

“El hilo lo escribí originalmente como un texto de descarga para mí mismo”, explica a El Confidencial. “Se lo mostré a mi novia y a algunos amigos y me convencieron para publicarlo”. Antes de empezar con los tuits, Edmundo aclara: “Yo tuve mucha suerte, dentro de la mala suerte que es tener cáncer. Mi enfermedad, aunque estaba avanzada, es relativamente sencilla y está muy estudiada, así que mis experiencias pueden ser ‘suaves’ comparadas con otros casos más graves”. El joven insiste en otra cuestión previa: no es médico. Y sí, es joven. De hecho, ese será uno de los puntos que resaltará poco después. “Son solo experiencias mías y de gente que conocí en quimioterapias y salas de espera”, explica.

“Esquivar el tema fomenta la desinformación”

“Algo que parece obvio pero mucha gente no tiene presente es que el cáncer no es una enfermedad, es una familia enorme de enfermedades y cada variante es distinta. Hay más y menos peligrosas, tratamientos más y menos agresivos y efectivos, y sobre todo, cada reacción es única”, es lo primero que plasma. “Además, la desinformación que hay sobre el tema es brutal. No sabemos cuáles son los síntomas ni las señales de alarma que pueden llevar a un diagnóstico temprano, que en muchos casos puede salvarte la vida”. Ed, como firma en Twitter, descubrió su enfermedad “por pura suerte”, después de tres o cuatro años, e insiste en que si hubiera sabido reconocer los síntomas antes, podría haber sido más fácil.

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“Uno escucha 'cáncer' y automáticamente se imagina un velatorio o gente con mil cables conectados”, asegura. “Cuando lo nombran, todos agachan la cabeza, susurran ‘qué cagada’ y tratan de cambiar de tema”. Pero incide en la cuestión: “esquivar el tema solo fomenta la desinformación y ayuda a que haya más cables y velatorios”.

La desinformación sobre el cáncer también ayuda a caer en un mito extendido: no es una enfermedad de personas mayores. “Hay gente más o menos propensa, pero le puede tocar a cualquiera y eso hay que saberlo”. Es entonces cuando Ed, estudiante de ingeniería mecánica, confiesa su edad: 21 años.

Infórmate, llora, distráete, comparte

“Hay gente que me habla para decirme que le ha servido o conmovido lo que he escrito”, cuenta al ser preguntado por las respuestas que ha recibido a su hilo. “Me sigo sorprendiendo con la cantidad de gente a la que ha llegado, incluida tú, que vives a medio mundo de distancia”. Ed, tras los tuits de introducción, empieza entonces a compartir algunos consejos para afrontar un cáncer.

• Lo primero en lo que insiste es en la necesidad de informarse. “Conoce a qué te enfrentas, escucha a tu médico”, escribe. “No saber te lleva a especular y especular te lleva siempre a pensar en lo peor. Pregunta todo sin miedo”.
• ¿Lo segundo que recomienda? No perder la cabeza. “La depresión puede ser peor que la propia enfermedad”, asegura. Y recomienda ir al psicólogo, hablar del tema sin miedo, enfadarse y llorar. “Te has ganado el derecho a llorar, no tengas miedo de hacerlo”.
• “Acostúmbrate”, continúa el joven. “Vas a tener que vivir con eso, así que mejor tenerlo de amigo”.

No saber te lleva a especular y especular te lleva siempre a pensar en lo peor

• En este punto, Ed relata una conversación que tuvo con una amiga con cáncer de mama, al que ella se refería como “una visita inesperada que vino a romper las bolas un rato”. De ahí el siguiente consejo: reírse de vez en cuando. “El humor negro no es para cualquiera, pero reírte de la enfermedad te hace sentir que puedes ganarla”.
• El encierro y la soledad es uno de los peores momentos. Así lo cuenta el joven, que asegura que los dos meses que estuvo sin poder salir de casa fueron “de las peores cosas del trance”. Su consejo para este momento es distraerse y mantenerse ocupado. “Aprende un idioma o un instrumento, mira series, lee, cocina… En lo posible, continúa haciendo tu vida, pero con conciencia y conociendo tus limitaciones”. Recuerda también que el cuerpo es sabio y sabe lo que hace: “Hay días que no te puedes levantar de la cama y días que quieres correr una maratón. Hazle caso”.
• Busca algo donde apoyarte cuando todo lo demás se caiga. Es uno de los últimos consejos que plasma en su hilo de Twitter. “Tarde o temprano todos nos rompemos y la reacción puede cambiar el rumbo de tu tratamiento, para bien o para mal”.
• La última recomendación de Ed es compartir experiencias con gente con una situación similar. “Hay salas de espera mejores que el psicólogo”, explica. “Tus experiencias pueden servirle a otro, y las suyas a ti. Yo sobreviví a mi primera quimio gracias a una mujer que me contó cómo se mantenía motivada después de cinco años con leucemia”.

“Sigo sin poder creer la repercusión que tuvo”, comentaba agradecido un par de días después. Ed destaca que, además, otras muchas personas le han confesado identificarse con su historia. “Hay gente de todos lados que me ha compartido su experiencia", nos cuenta. "Esa, sin duda, es la parte bonita del asunto”. Tras el último consejo, Ed vuelve a hacer hincapié en la necesidad de terminar con el tabú que supone el cáncer. "Hay que pelear si nos toca y hacer lo posible para que cada vez nos den menos escalofríos al hablar de esta puta enfermedad".