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La emotiva carta de una enferma de cáncer que deberías leer cuando estés bajo de ánimo
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"LA VIDA es frágil, preciosa e impredecible"

La emotiva carta de una enferma de cáncer que deberías leer cuando estés bajo de ánimo

Las palabras de Holly Butcher, que falleció a principios de este año, tocan ciertas fibras sensibles que invitan a la reflexión sobre la vida

Foto: Su familia ha decidido mantener sus perfiles online abiertos a modo de homenaje y recuerdo. (Facebook)
Su familia ha decidido mantener sus perfiles online abiertos a modo de homenaje y recuerdo. (Facebook)

"Hay algo extraño en aceptar tu propia mortalidad a los 26 años”. Así comienza la emotiva carta que la australiana Holly Butcher escribió poco antes de morir a causa del cáncer. En concreto, del sarcoma de Ewing, un tipo de tumor que se forma en el hueso o tejido blando. Horas después de su fallecimiento, la familia cumplió los deseos de la joven y compartió, a modo de adiós y recuerdo, sus impresiones y consejos a través de las redes sociales, algo que, a las pocas horas, ya se convirtió en toda una sensación viral.

La carta de Butcher toca ciertas fibras sensibles que invitan a la reflexión sobre la vida de cada uno. La australiana recalca que durante los meses que duró la enfermedad tuvo mucho tiempo para pensar sobre su coyuntura, que de vez en cuando ciertas ideas la asaltaban en mitad de la noche y que sentía el impulso irrefrenable de ponerlas por escrito. “Siempre me imaginé envejeciendo, arrugada, con el pelo gris y rodeada de la hermosa familia que planeaba tener con el amor de mi vida. Lo quiero tanto que me duele. Así es la vida. Es frágil, preciosa e impredecible y cada día es un regalo, no un derecho adquirido”.

Solo quiero que la gente deje de preocuparse por lo insignificante y trate de recordar que a todos nos espera el mismo destino

“No me quiero ir. Amo mi vida. Soy feliz. Se lo debo a mis seres queridos. Pero está fuera de mi control”. La australiana hace patente que la mayoría de nosotros ignoramos la inevitabilidad de la muerte o, más bien, que no queremos ser conscientes de ella. Y a Butcher no le importaba, de hecho le gustaba, pero todo cambió cuando empezó a hablarle de su situación a la gente y descubrió que todos la trataban como un tabú, como algo que nunca les podría ocurrir a ellos. “Tan solo quiero que la gente deje de preocuparse tanto por lo insignificante y trate de recordar que a todos nos espera el mismo destino”.

La australiana es solo una de las muchas personas en darse cuenta de ello, pero es su especial clarividencia a la hora de expresarlo con palabras lo que ha conseguido que su pequeño texto haya conectado con un público tan amplio. “Cada vez que te quejes de algo insignificante, intenta recordar que alguien tendrá un problema de verdad. Agradece tener que enfrentarte a dificultades con solución. Está bien reconocer que algo es molesto, pero deja de lamentarte de una vez. Una vez hagas eso, sal ahí fuera y respira una bocanada de aire, mira al cielo, a los árboles. Es tan hermoso… Date cuenta de lo afortunado que eres de poder respirar”.

Olvídate de lo irrelevante

“Puede que hoy te hayas quedado atrapado en un atasco o hayas dormido mal. Puede que tu peluquero te haya hecho un estropicio en el pelo, que tus pechos no sean tan grandes como quieras, que tengas celulitis o una panza enorme. Olvídate de todo. Te prometo que no pensarás en nada de eso cuando te llegue el turno para partir. Todo es tan insignificante que entenderás tu vida como un todo. Ahora veo cómo mi cuerpo se desvanece ante mis ojos, sin que yo pueda hacer nada, y todo lo que deseo es pasar otro cumpleaños, otra Navidad con mi familia, un día más con mi pareja o mi perro. Tan solo uno más”.

No me quiero ir. Amo mi vida. Soy feliz. Se lo debo a mis seres queridos. Pero ahora todo está fuera de mi control

“Agradece cada día que no sientas dolor e incluso si estás enfermo de gripe o te has torcido el tobillo, acepta que es un fastidio, pero agradece que no ponga en peligro tu vida”, insiste Butcher en su carta póstuma. “Escucho a la gente quejándose de lo terrible que es su trabajo o incluso el ejercicio. Os digo: sed agradecidos por el mero hecho de poder hacerlo. Parecen cosas triviales… hasta que tu cuerpo no te permite hacer ninguna de ellas”. Por eso, Butcher incide en la importancia de cuidarlo. Eso sí, sin llegar a obsesionarse: “Recuerda que la salud es mucho más que el físico. Quizá así te des cuenta de lo irrelevante que es mostrar un estúpido y perfecto cuerpo en las redes sociales”.

Dar vs. recibir

“Es cierto que eres más feliz haciendo cosas por otros que para ti mismo. Desearía haberlo hecho más. Desde que caí enferma he conocido a las personas más generosas y amables. Y he recibido las palabras y el apoyo más afectuoso de mi familia y amigos, y también de desconocidos. He recibido más de lo que podría dar a cambio. Nunca lo olvidaré”.

“Que te quede dinero para gastar al final de tu vida es extraño. No es momento para comprar las cosas materiales de siempre, como un vestido nuevo. Te hace pensar en lo tonto que es pensar que gastar tanto en cosas merece la pena de verdad. En vez de eso, cómprale algo a un amigo. Lleva a tu pareja a un restaurante o mejor aún, cocínale algo. Regálale una planta, un masaje y dile cuánto la amas". En este sentido, y dadas las circunstancias, Butcher acordó con su familia no hacer regalos estas navidades: "A pesar de que el árbol parecía triste y vacío, fue muy agradable porque nadie tenía la presión de ir de compras y todos se esforzaron por escribir una buena tarjeta para los demás. Puede sonar poco convincente, pero esas cartas significan para mí mucho más que cualquier compra impulsiva”.

Los pequeños consejos de Butcher

- Escucha la música, no te limites a oírla.

- Abraza a tu perro. Lo echaré de menos.

- Habla con tus amigos, olvídate del teléfono.

- Viaja, si es lo que quieres hacer. Y no lo hagas si de verdad no te apetece.

- Hay que saber decir que no. No te sientas presionado a hacer lo que otras personas piensan que es una vida satisfactoria. Es posible que desees una vida mediocre y eso está muy bien.

- Trabaja para vivir. Parece un tópico, pero es importante recordarlo.

- Haz lo que a tu corazón le haga sentirse feliz.

- Come tarta, sin remordimientos.

- Di a tus seres queridos que los amas, siempre que tengas la oportunidad.

- Recuerda que si algo te está haciendo sentir mal, tienes la posibilidad de cambiarlo, ya sea en el trabajo, en el amor, lo que sea… Ten las agallas para cambiar. No desperdicies tu tiempo sintiéndote miserable.

- Ah, y una última cosa. Si puedes, haz algo bueno por la humanidad y comienza a donar sangre regularmente. Las donaciones me ayudaron a mantenerme con vida un año más, un año del que estoy eternamente agradecida por haberlo pasado con mi familia, mis amigos y mi perro. Un año en el que pasé algunos de los mejores momentos de mi vida.

"Hay algo extraño en aceptar tu propia mortalidad a los 26 años”. Así comienza la emotiva carta que la australiana Holly Butcher escribió poco antes de morir a causa del cáncer. En concreto, del sarcoma de Ewing, un tipo de tumor que se forma en el hueso o tejido blando. Horas después de su fallecimiento, la familia cumplió los deseos de la joven y compartió, a modo de adiós y recuerdo, sus impresiones y consejos a través de las redes sociales, algo que, a las pocas horas, ya se convirtió en toda una sensación viral.

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