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Lo que ocurre cuando haces un trío, contado por tres parejas reales
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'Ménage à trois"

Lo que ocurre cuando haces un trío, contado por tres parejas reales

Esta práctica sexual puede ser una buena salida al aburrimiento de la vida conyugal o un perfecto escape de la rutina. Tres personas nos cuentan su experiencia

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Los tríos. Esa experiencia que a casi todo el mundo le gustaría tener pero que muy pocas veces reconocen abiertamente haber deseado. Una actividad tan excitante de imaginar como atrevida de realizar. Un informe del Barómetro Control, 'Los jóvenes españoles y el sexo', afirma que es la fantasía sexual preferida por el 37'5% de los jóvenes. Romper la relación monógama y abrirse a otras formas de amar no siempre es fácil. Lo primero que necesitarás será, evidentemente, una confianza total con tu pareja y saber escapar de la prisión de los celos. Si ambos no cumplís con esta primera norma, lo mejor será que dejes de leer y descartes la idea de tu mente; no sea que se te pongan los dientes largos.

Los tríos son una realidad y muchas personas los llevan a cabo. Sin embargo, hay mucha más gente que habla de ellos sin haberlos practicado que los que lo han experimentado de verdad. Si bien puede atraer a muchos, llevarlo a la práctica pasa por ser un asunto complicado. El sexo grupal es arriesgado y aventurero. Vivimos una época de cambio. Como en todas las esferas de la vida, la tecnología influye en el hecho de que este tipo de relaciones ganen adeptos, así como la autosuficiencia de la mujer favorece a que ellas tomen las riendas de la relación y apuesten por nuevas formas de amar.

Sumario

Acordar un trío entre los dos puede ser una salida a una relación estancada en la rutina. El inconformismo será la llave que determine vuestra decisión. Probar cosas nuevas siempre ayuda a solventar un momento difícil en la relación. Hemos recopilado unos cuantos testimonios reales de gente que lo ha probado para que en el caso de que te decidas a intentarlo, sepas de primera mano a qué te enfrentas y cómo dar el primer paso.

Miguel y Montse: una salida a la cotidianidad

Montse y Miguel llevaban 12 años juntos en total: 9 como novios y 3 casados. Se conocieron en la temprana adolescencia y nunca tuvieron la oportunidad de conocer a otras personas. Digamos que su historia también era la primera relación que ambos mantuvieron. “Todo me vino un poco grande cuando me desperté una mañana y vi que mi juventud se iba y que quizás ella no era la persona adecuada”, comenta Miguel en un artículo publicado en 'Mujer de Élite'.

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Así es como esas dudas de Miguel provocaron serias discusiones entre ambos. Montse también pensaba lo mismo, pero no se atrevía a reconocerlo. Una noche salieron con una pareja amiga. Tras unas copas de más, comenzaron a hablar de confidencias de alcoba y de todas las prácticas que habían experimentado. Se les veía mejor que nunca, y no parecían tener una relación celosa.

“Gracias al paso que dimos todo fue a mejor”, admite Miguel. “La primera vez con otra chica estaba nervioso”. Cuando Monste llegó, se echó para atrás. “A mi no me han educado para esto”, dijo. Al fin, la chica tomó la iniciativa y comenzó a acariciar a Montse y a besarle, luego se desnudaron y Miguel se quedó mirando con deseo mientras lo hacían. “Después fue mi turno, aunque en ningún momento besé a la chica por si Montse se molestaba, de hecho solo le hice el amor a mi mujer, pero ver cómo ellas se tocaban fue la sensación más excitante de mi vida”, confirma. Ahora, a toro pasado, Miguel da gracias “por haber vivido algo tan intenso” y que Montse también lo disfrutara tanto.

Arrestados por sexo en público

Muchas veces los tríos llegan antes que el amor. O dicho de otro modo, es la experiencia del trío la que produce el amor de pareja. Es lo que les pasó a Kim y Paulo, dos jóvenes estadounidenses de 22 y 27 años respectivamente, quienes se conocieron durante un 'ménage à trois' con una novia en común. Rápidamente, se convirtió en algo más que sexo y se enamoraron. Él era diseñador web, y ella traductora. A los dos les encantaba viajar, el sexo exhibicionista y ser protagonistas de vídeos para adultos. Sus aficiones les llevaron a una vida en común repleta de emocionantes aventuras, según narra la revista 'Jungle Creations'.

Tenían la firme intención de hacerse un hueco en la industria pornográfica, así que colocaron la cámara en un trípode frente a la cama del dormitorio y subieron su vídeo amateur a la red. El éxito les vino casi sin quererlo, por lo que fundaron un sitio web y comenzaron a vender sus lascivos y picantes vídeos por cinco dólares cada uno. Pasado el tiempo, ganaron los suficientes suscriptores como para dedicarse a ello por completo y hacer que sea su modo de vida. En la actualidad, tienen una relación abierta y están interesados en contactar con otras parejas.

Me bajé los pantalones y perdí la virginidad con una de mis mejores amigas mientras ella le practicaba sexo oral a mi mejor amigo

Sus promiscuas aventuras les llevaron por numerosos países del globo: Francia, Grecia, Polonia, Argentina, Montenegro, Rumanía y sí, España. Fueron arrestados en Francia y en Italia les multaron los carabineros. El peor momento fue cuando algunos de sus amigos se enteraron y vieron sus vídeos. “Nos asustamos muchísimo”, asegura Kim. “Así que tomamos un autobús a la playa de Tenerife, nos sentamos y bebimos cerveza fría toda la tarde frente al mar. ¿Por qué debemos preocuparnos de que alguien conocido se entere de la vida que siempre hemos querido? Ahora, todo el mundo lo sabe, y ya no están tan sorprendidos." Desde entonces, dedican su vida a viajar y tener sexo en los sitios más recónditos y exóticos.

Un prepucio partido por la mitad

Brad y dos amigos suyos a los que nombra por las iniciales M y N siempre habían bromeado con hacer un trío. Tenían 20 años y estaban en un pub nocturno cuando empezaron a besarse entre ellos. Era una práctica habitual siempre que iban borrachos. El asuntó se calentó y Brad y M comenzaron a tocar a N (la chica) hasta que se les fue de las manos. “Quiero que me folléis”, les dijo N al oído. Brad les confesó que hasta ese momento no había hecho el amor con nadie, pero a M no le importó y le pidió a su amigo que lo hicieran de todos modos.

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“Así que me bajé los pantalones y con gran entusiasmo procedí a perder la virginidad con una de mis mejores amigas al tiempo que ella se la comía a mi mejor amigo. No parece una mala forma de perderla, podréis pensar”, confiesa Brad en un artículo de la revista 'Eslang'.

El trío funcionaba hasta que al terminar, M miró mi pene y descubrió que estaba lleno de sangre. No sabía cómo, pero su prepucio se había partido por la mitad durante el acto. Acudieron corriendo al hospital y los médicos tuvieron que practicarle cirugía. Estuvo toda la noche ingresado y cuando llegó a casa con el miembro vendado y “el ego herido”, estuvo contándole la historia completa a su compañero de piso.

Los tríos. Esa experiencia que a casi todo el mundo le gustaría tener pero que muy pocas veces reconocen abiertamente haber deseado. Una actividad tan excitante de imaginar como atrevida de realizar. Un informe del Barómetro Control, 'Los jóvenes españoles y el sexo', afirma que es la fantasía sexual preferida por el 37'5% de los jóvenes. Romper la relación monógama y abrirse a otras formas de amar no siempre es fácil. Lo primero que necesitarás será, evidentemente, una confianza total con tu pareja y saber escapar de la prisión de los celos. Si ambos no cumplís con esta primera norma, lo mejor será que dejes de leer y descartes la idea de tu mente; no sea que se te pongan los dientes largos.

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