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Los jubilados pobres: así se vive en España con menos de 1.000 euros al mes
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Los jubilados pobres: así se vive en España con menos de 1.000 euros al mes

Más de dos millones de pensionistas viven con una exigua paga mensual, mientras que casi un tercio percibe más de 2.000 euros al mes

Foto: Varios jubilados echan una partida de petanca en Madrid. (Reuters)
Varios jubilados echan una partida de petanca en Madrid. (Reuters)

Mariano acude a comer siempre al mismo bar. Hoy, que es jueves, hay paella “recién hecha”. Mariano, que lee el 'Marca' acodado en la barra, es uno de los más de ocho millones y medio de pensionistas de España. Concretamente, parte de ese 20% que cobra menos de 1.000 euros al mes según el estudio elaborado por el barómetro VidaCaixa. “Da para ir tirando en el día a día, ¡peor sería trabajar con este frío que hace!”, comenta sin quitarse la boina verde que cubre su cabeza y frotándose las callosas manos enrojecidas. Tiene 73 años y era albañil. “Bajo siempre a comer aquí porque me dan conversación y porque yo no sé hacerme la comida”, confiesa el anciano, que se quedó viudo hace “la tira de años”. Comenta que cobra “una miseria”, pero no quiere ser más preciso y que esos emolumentos le dan “para muy poca cosa”.

Los jubilados españoles no son una masa uniforme y homogénea. Las diferencias sociales y económicas se mantienen una vez llegada la hora de retirarse de la vida laboral (en todo el territorio español la media es a los 62,5 años, siendo Asturias, junto a Andalucía, la comunidad en la que sucede más prematuramente, antes de los 60). Mariano se jubiló justo a los 65: “Ya me tocaba”. Así, mientras un tercio de las personas retiradas dispone de más de 2.000 euros al mes (en ocasiones complementados con seguros privados u otro tipo de rentas derivadas de inmuebles o algún producto financiero), cerca de cuatro millones perciben menos de 1.500 euros. La mitad de las veces en la casa de un jubilado solo entra su sueldo. Y más de la mitad de ellos cree que debería haber ahorrado más y que apañarse es “más difícil de lo que pensaba”.

Los ancianos españoles no le hacen ascos a la tecnología: el 72% de ellos tiene ordenador, el 70% un ‘smarphone’ y el 45% una ‘tablet’

Es el caso de Luis, que a diferencia de Mariano, más partidario del 'Marca', se estudia el 'As' con mucha atención. Luis tiene 77 años y trabajaba como operario en una fábrica de una de las vías cercanas al lugar del barrio de Carabanchel en el que ha vivido toda su vida desde que emigró desde su Ávila natal. Tampoco cobra más de 1.000 euros y su mujer, que está “en casa, haciendo la comida”, no percibe ninguna paga. “No me pregunte mucho que yo no entiendo y además me tengo que ir que si no mi señora me regaña”, regatea Luis antes de levantarse y ofrecer el periódico deportivo a otro “parroquiano”.

El hábito de la lectura del diario deportivo está muy arraigado, no solo entre los jubilados, pero los ancianos españoles no le hacen ascos a la tecnología: el 72% de ellos tiene ordenador, el 70% un ‘smarphone’ y el 45% una ‘tablet’. En este caso, tanto Mariano como Luis pertenecen a ese 35% que solo dispone de un móvil sin internet. Algo que les impide pertenecer a ese 70% de entusiastas de WhatsApp, la aplicación favorita entre los pensionistas con diferencia, aunque casi el 50% son usuarios habituales de Facebook.

Cursos de fotografía o idiomas

Ninguno de los dos ancianos tiene estudios. Ni siquiera de primaria. Ni se muestran muy dispuestos a iniciarlos, a diferencia de casi la mitad de los que están en su misma situación, que aseguran que dedican mucho de su tiempo a estudiar cosas nuevas, como fotografía o escritura. O el 22%, que inicia cursos de idiomas. De hecho, ambos se ríen al sugerirles semejante idea.

Tampoco hacen deporte ni escuchan música, actividades predilectas junto a la lectura de los jubilados. Santiago, pese a sus 91 años, sí asegura que hace todas esas cosas. Él gana un poco más de 1.000 euros, aunque no llega a los 1.500. “Ando todos los días una barbaridad, por lo menos tres o cuatro kilómetros. Todos los recados que me manda mi mujer los hago caminando”, explica, aunque hoy, se disculpa, “no es día de andar por ahí con mi edad porque hace mucho frío”.

El 70% de los jubilados asegura que pasa mucho tiempo con su familia y, en muchos casos, eso se refiere al cuidado de los nietos

Braulio cruza la calle con un carrito de la compra. Sale del mercado de Las Águilas, una galería de alimentación de Aluche. También afirma que cobra menos de 1.000 euros al mes de pensión, pero lo dice mientras se aleja porque tiene que recoger a sus nietos del colegio. Su situación es bastante común. El 70% de los jubilados asegura que pasa mucho tiempo con su familia y, en muchos casos, ese pasar mucho rato se refiere al cuidado de los nietos. Según un estudio de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología de 2014, los abuelos españoles pasaban al día una media de seis horas con los niños de sus hijos. Y esa tarea no distingue especialmente por nivel de ingresos.

En el caso de los jubilados madrileños, que suponen el 13% del total y es la tercera región tras Cataluña y Andalucía, el estudio concluye que su media de edad actual es de 70 años y que el dinero que entra en su hogar de promedio es de 1.753 euros. El 82% de ellos "se sienten jóvenes y quieren aprender cosas nuevas" y más de la mitad, el 58%, viaja al menos dos veces al año. Y un dato curioso: uno de cada cuatro tiene Twitter.

Mariano acude a comer siempre al mismo bar. Hoy, que es jueves, hay paella “recién hecha”. Mariano, que lee el 'Marca' acodado en la barra, es uno de los más de ocho millones y medio de pensionistas de España. Concretamente, parte de ese 20% que cobra menos de 1.000 euros al mes según el estudio elaborado por el barómetro VidaCaixa. “Da para ir tirando en el día a día, ¡peor sería trabajar con este frío que hace!”, comenta sin quitarse la boina verde que cubre su cabeza y frotándose las callosas manos enrojecidas. Tiene 73 años y era albañil. “Bajo siempre a comer aquí porque me dan conversación y porque yo no sé hacerme la comida”, confiesa el anciano, que se quedó viudo hace “la tira de años”. Comenta que cobra “una miseria”, pero no quiere ser más preciso y que esos emolumentos le dan “para muy poca cosa”.

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