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El misterioso virus contra el que luchan en África
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El misterioso virus contra el que luchan en África

Científicos estadounidenses y congoleños intentan entender esta enfermedad de la que se sabe muy poco y que puede cruzar el planeta rápidamente

Foto: Viruela del mono. (Gtres)
Viruela del mono. (Gtres)

Hace más de dos décadas que la viruela se erradicó gracias a la vacuna de Edward Jenner. Sin embargo, en África occidental y central, especialmente en la República democrática del Congo (RDC), hay una rama familiar, causada por un virus muy parecido, que afecta a miles de personas y que ya alzó la voz de alarma en 2003 cuando en EEUU contagió a 70 personas. Hay que estar atento, sobre todo porque, tras el fin de la vacunación en 1980, ya no estamos protegidos frente a esta enfermedad.

Un equipo de científicos estadounidenses ha viajado a una aldea a la que solo se puede llegar en barco a través del río, en las profundidades de la selva tropical del Congo para investigar este virus que está matando a una de cada diez infectados, similar a la peste neumónica y particularmente peligroso en los niños. Los investigadores del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se han embarcado en este viaje para intentar entender mejor esta enfermedad y que no se extienda por todo el planeta.

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Foto: iStock.

'Monkeypox' (su nombre en inglés) o la viruela del mono tiene unos síntomas muy similares a la enfermedad ya conocida, aunque más leves. Inicialmente se contagia a través del contacto con animales salvajes y después de persona a persona. En un primer estadio se manifiesta con malestar, fiebre, dolor de cabeza, garganta y espalda, escalofríos, fatiga y tos seca. Días después comienzan las erupciones, parecidas a las quemaduras de un cigarrillo y que forman costras normalmente localizadas en extremidades, genitales, torso o membranas mucosas, según informa 'The Washington Post'.

A pesar de su nombre, es probable que los simios no propaguen la enfermedad, todo apunta a las ardillas, murciélagos, lirones o civetas

En EEUU esta enfermedad, junto con el ántrax o el ébola, está en la lista de patógenos con el mayor potencial para amenazar la salud pública mundial. Durante el pasado año, los informes de la viruela del mono se dispararon de manera alarmante por todo el continente africano, aumentando la preocupación en todo el mundo. El gobierno congoleño invitó a los investigadores del CDC para rastrear esta afección y ayudar a los científicos locales a erradicarla antes de que se propague. Comprender el virus y cómo se extiende durante un brote es clave para detenerlo y proteger a las personas de esta enfermedad mortal.

Muchos casos se remontan a la aldea de Manfoute, a seis horas del aeropuerto más cercano. El pueblo tiene alrededor de 1.600 personas y no tiene electricidad ni agua corriente. Llevar un campamento científico hasta allí no ha sido fácil, pero los biólogos Jeff Doty y Yoshinori Nakazawa, junto con expertos congoleños e internacionales deben llevar todo lo necesario para la investigación. Intentar desarrollar una vacuna es muy importante, pero no es en absoluto una prioridad para los organismos sanitarios mundiales.

Peligro mundial

La viruela del mono no es la única enfermedad que acecha este remoto rincón del mundo. Otras enfermedades infecciosas como el ébola o la lepra, aniquiladas en otros lugares, han tenido allí más de ocho brotes en los últimos 40 años. Desde finales de 2016, el 'monkeypox' ha ido en aumento y crecido a un ritmo vertiginoso: el último, en uno santuario de chimpancés en Camerún, pero además ha habido brotes en Liberia, Sierra Leona, República Centroafricana y Negeria.

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Foto: EFE/Tanya Bindra

En todo el mundo las afecciones infecciosas transmitidas por animales que se contagian a los humanos van en aumento. Las selvas tropicales, con su rica diversidad animal, son focos muy grandes. Un brote que comience en una aldea remota como Manfouete puede llegar a alguna de las principales ciudades de cualquier continente en menos de 36 horas y convertirse en una crisis mundial.

Sus síntomas son: malestar, fiebre, dolor de cabeza, garganta y espalda, escalofríos, fatiga y tos seca y erupciones que forman costras

En la República del Congo, la viruela del simio comenzó el pasado enero en un cazador de la aldea y desde entonces ha habido seis muertes y ochenta y ocho casos más. Algunas personas enfermaron mientras cuidaban a algún familiar o tras estar en contacto con algún animal, sin embargo, lo científicos no saben qué animales son portadores del virus. A pesar de su nombre, es probable que los simios no propaguen la enfermedad; todas las sospechas apuntan en dirección a las ardillas, murciélagos, lirones o civetas.

A la caza

Los hombres de la aldea fueron contratados para construir el improvisado laboratorio, y los cazadores los encargados de liderar el camino hacia la selva para colocar las trampas (280 con unidades gps) donde los animales quedaban encerrados para ser examinados. El cebo era mantequilla de cacahuete mezclado con semillas y avena o coco troceado y cubierto de manteca.

Tras la captura, los animales fueron anestesiados y se extrajeron muestras de sangre y un registro del sexo, edad aproximada, medidas, peso y posibles lesiones. Dichas muestras se colocaron en un tanque de nitrógeno líquido a menos 346 grafos Fahrenheit para que se mantuviesen hasta el viaje de vuelta a EEUU. Para descubrir cómo se propaga la enfermedad, los científicos debían saber donde vivían los animales (suelo o árboles) y si aparecían de día o de noche. "La biología es más complicada que la ciencia espacial", asegura Doty.

Comprender el virus y cómo se extiende durante un brote es clave para detenerlo y proteger a las personas de esta enfermedad mortal

Tras colocar las primeras trampas, los primeros roedores (unos 13) fueron capturados. "Es un buen comienzo. No está mal, aunque queremos tener unos 250", comenta Nakazawa. Tras el día en la jungla, un aldeano buscó ayuda para sus dos hijos enfermos que aparecieron con fiebre y lesiones. Los miembros de la Organización Mundial de la Salud intervinieron para coger muestras de tejido que se analizarían en Brazzanville. Mientras tanto, los jóvenes fueron tratados como casos sospechos de la viruela del simio.

De vuelta al laboratorio, los biólogos examinaron su captura. Han recibido la vacuna contra la viruela, que es también 85% efectiva para la del mono. Para protegerse todavía más contra la infección, usan vestidos azules largos, guantes y respiradores a batería que cubren toda la cara y el cuello. Días antes de abandonar Manfoute, los científicos lograron capturar dos ratas gigantes con las colas cubiertas con lesiones circulares encostradas. "Nunca habíamos visto algo como esto. Es posible que sean por un parásito o por una pelea, pero no lo sabremos con certeza hasta llegar a EEUU", comenta Doty.

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virus. (iStock)

Finalmente, han conseguido muestras de 105 animales: 28 ratones de madera africanos, 22 musarañas, nueve ratas, dos murciélagos y un puercoespín de cola escocesa. Primero se analizarán los roedores con las colas llenas de lesiones y si los biólogos encuentran evidencias de la enfermedad, la desarrollarán en el laboratorio, secuenciar sus genes y desarrollar una imagen más completa de la cepa que están infectado a las personas. Un proceso que durará varios meses.

Hace más de dos décadas que la viruela se erradicó gracias a la vacuna de Edward Jenner. Sin embargo, en África occidental y central, especialmente en la República democrática del Congo (RDC), hay una rama familiar, causada por un virus muy parecido, que afecta a miles de personas y que ya alzó la voz de alarma en 2003 cuando en EEUU contagió a 70 personas. Hay que estar atento, sobre todo porque, tras el fin de la vacunación en 1980, ya no estamos protegidos frente a esta enfermedad.

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