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Las cinco comidas que nunca deberías recalentar
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Las cinco comidas que nunca deberías recalentar

En el campo de la nutrición existen muchos prejuicios, como que el calor acaba con todos los patógenos. Calentar por segunda vez un alimento puede ir hasta en contra de nuestra salud

Foto: Arroz y pollo, dos de los alimentos en cuestión. (iStock)
Arroz y pollo, dos de los alimentos en cuestión. (iStock)

Si eres de los que preparan varios platos el fin de semana para calentarlos días después en el microondas del trabajo, atento. Además de los peligros que entraña realizar esta operación con contenedores inapropiados, no todas las comidas toleran bien el proceso.

Al cambiar la temperatura de los alimentos ya cocinados pueden suceder ciertas reacciones que los convierten en peligrosos. Por otro lado, contrariamente a ciertas creencias, muchos patógenos no logran ser suprimidos ni siquiera cuando se calienta la comida por segunda vez.

La composición de las proteínas cambian cuando el pollo se calienta por segunda vez, provocando molestos problemas digestivos

Si todavía te traes los tupper de tu madre a casa para tener platos caseros siempre a disposición, ten en cuenta todas las consecuencias que puede tener meter en el microondas estos cinco alimentos tremendamente comunes.

Huevos duros

Con o sin cáscara, cuando un huevo duro se cocina en el microondas, la humedad que permanece en el interior se transforma en vapor. El huevo se convierte así en una olla a presión en miniatura que puede acabar explotando.

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Foto: iStock.

Lo más sorprendente es que esta reacción no tiene por qué suceder cuándo el alimento está dentro del electrodoméstico, sino que dicho estallido puede ocurrir tiempo después, cuando ya lo tenemos sobre el plato. Para evitar el desagradable incidente, se recomienda cortarlo en pequeños trozos y nunca introducirlo entero en el microondas antes de recalentar.

Arroz

Uno de los alimentos básicos en la dieta de gran parte del planeta puede resultar perjudicial si se va a consumir tiempo después de ser preparado. El peligro en cuestión se llama Bacillus Cereus, una bacteria que provoca intoxicación alimentaria y que tiene como síntomas diarreas, dolores abdominales, nauseas y vómitos.

Foto: Esto es, precisamente, lo que no deberías hacer jamás. (iStock)
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A diferencia de lo que la mayoría cree, hervir el arroz no implica que se eliminen todos los microorganismos presentes en el alimento. Si una vez cocinado el cereal se conserva a temperatura ambiente, las esporas del Bacillus Cereus pueden empezar a germinar y multiplicarse. En estos casos, aunque llevemos después el arroz al microondas, las bacterias pueden permanecer. La recomendación para evitar este riesgo consiste en meter el arroz a la nevera en cuanto haya sido hervido.

Pollo

Por el modo en que funciona el microondas muchas bacterias pueden sobrevivir a él. El calor dentro del electrodoméstico circula desde fuera hacia adentro y por dicho motivo la carne no se cocina a veces de manera uniforme. Es sabido que el pollo es uno de los poductos que más se pueden ver afectados por una posible colonización de salmonella. Si el pollo no se ha preparado correctamente antes de llevarlo al tupperware, su paso por el microondas no va a acabar con todos los patógenos que hayan podido quedar en el interior.

Si las patatas se conservan a temperatura ambiente se pueden dar las condiciones para que suceda una intoxicación por botulismo

Por otro lado la composición de las proteínas cambian cuando el pollo se calienta por segunda vez, lo que puede conducir a problemas digestivos. Se aconseja, por ello, que una vez preparado el pollo se corte en rodajas y se utilice como ingrediente para platos fríos como las ensaladas.

Setas

Según el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), si las setas son frescas se recomienda tomarlas inmediatamente después de su preparación ya que sus proteínas, una vez cocinadas, se deterioran con rapidez. Como en el caso del pollo, aunque las recalentemos, esta alteración previa de las proteínas puede causar molestos problemas digestivos.

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El Consejo avisa de que “si han sido conservadas en el frigorífico durante menos de 24 horas, no se suelen presentar problemas si se recalientan a una temperatura de 70 grados centígrados”. Estas precauciones no se aplican, sin embargo, a las setas tratadas por procesos industriales de enlatado, desecado o congelación.

Patatas

Al igual que con el arroz, el problema con las patatas tiene que ver con las condiciones previas de conservación. Si estas se dejan enfriar a temperatura ambiente se pueden dar las condiciones óptimas para que se desarrolle el Clostridium botulinum, el agente que causa la enfermedad del botulismo. El peligro se hace aún mayor si las patatas se envuelven en papel de aluminio. Recalentarlas en estas condiciones por cualquier método no conseguirá acabar con el bacilo.

Si eres de los que preparan varios platos el fin de semana para calentarlos días después en el microondas del trabajo, atento. Además de los peligros que entraña realizar esta operación con contenedores inapropiados, no todas las comidas toleran bien el proceso.

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