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La razón por la que no alinean los asientos del avión con las ventanillas
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Los trucos de las aerolíneas

La razón por la que no alinean los asientos del avión con las ventanillas

Se suele argumentar que los motivos para que cada vez estén más descuadrados tienen que ver con la seguridad, pero en realidad se debe a razones económicas de las aerolíneas

Foto: Una ventanilla descuadrada sobrevolando París. (iStock)
Una ventanilla descuadrada sobrevolando París. (iStock)

Los asientos se van reduciendo mientras la gente va siendo cada vez más grande. El lugar donde se va dando esa paradoja son los aviones comerciales. No es la única: las ventanillas, esos pequeños tragaluces, no están alineadas con las sillas y quedan atravesados por los respaldos. Uno tiene que reclinarse para mirar y acercar la cabeza al hueco que le comunica con el pasajero que va delante o detrás. Pero ninguna de esas dos cosas, tamaño y extraña ubicación de las ventanas, nada tiene que ver con su seguridad. Ambas, de hecho, tienen que ver con la creciente tendencia de las aerolíneas a meter el mayor número de personas en cada aeronave.

Sobre el primero de estos asuntos, un tribunal estadounidense ha abierto una brecha en la tendencia pidiendo a las compañías que consideren la posibilidad de establecer unos estándares mínimos de espacio para las piernas de sus clientes y una anchura determinada.

Un avión debería quedar desalojado y todos los pasajeros evacuados en minuto y medio, cosa que hoy en día es casi imposible cumplir

La demanda fue interpuesta por una asociación de consumidores que pone el acento en que con la disminución del espacio es imposible cumplir “la norma de los 90 segundos”. En teoría, un avión debería quedar totalmente desalojado y todos los pasajeros evacuados en ese minuto y medio, cosa que hoy en día es casi imposible cumplir, tal y como han demostrado diversas pruebas.

Razones económicas

Y es que en los aviones modernos todo está pensado para optimizar el espacio y casi nada para ayudar al pasajero a estar más cómodo. La extraña disposición de las ventanillas con respecto a los asientos, como si de repente alguien hubiera descuadrado la aeronave sin mucho sentido, también tiene que ver con ese asunto.

Los fabricantes de los aviones dejan perfectamente alineadas las ventanas con respecto a las butacas que tienen más próximas. Los motivos, de índole económica, para variar esa situación los explica el bloguero Simon Whistler en su canal de Youtube 'Today I Found Out'.

Es muy frecuente que las medidas mínimas se reduzcan en la realidad, con lo que cada vez las ventanillas van quedando menos alineadas

Las recomendaciones de espacio son de 45 centímetros de ancho y de 86 centímetros con respecto a la fila precedente. Es muy frecuente que esas medidas se reduzcan considerablemente en la realidad, con lo que cada vez las ventanillas van quedando menos alineadas con respecto a las sillas.

Hay una ventanilla, sin embargo, desde la que sí se puede ver bien. Es la conocida como 'ventana de William Shatner'. Se llama así por una serie estadounidense de 1963, en la que un personaje veía como atacaban un avión desde su ventanilla. Esa ventana específica desde la que la tripulación puede ver si existe algún daño en el aeroplano a veces se la conoce con ese nombre: 'la ventana de William Shatner', la única bien alineada del avión.

Los asientos se van reduciendo mientras la gente va siendo cada vez más grande. El lugar donde se va dando esa paradoja son los aviones comerciales. No es la única: las ventanillas, esos pequeños tragaluces, no están alineadas con las sillas y quedan atravesados por los respaldos. Uno tiene que reclinarse para mirar y acercar la cabeza al hueco que le comunica con el pasajero que va delante o detrás. Pero ninguna de esas dos cosas, tamaño y extraña ubicación de las ventanas, nada tiene que ver con su seguridad. Ambas, de hecho, tienen que ver con la creciente tendencia de las aerolíneas a meter el mayor número de personas en cada aeronave.

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