Las azafatas desvelan los secretos para que tu viaje en avión sea mucho mejor

Para los asistentes de vuelo viajar se convierte en algo así como una segunda vida. Los continuos cambios de presión, las horas de pie o los trastornos del sueño causados por los ‘jet-lags’ hacen que este colectivo pueda verse sometido a una serie de enfermedades profesionales que deben saber prevenir.

La población en general también se desplaza ahora más que nunca con este medio para reunirse con sus allegados, para pasar unas vacaciones alejados de la rutina o incluso para empezar una nueva vida en otro país. ¿Quién mejor que el personal de cabina para asesorarnos sobre cómo pasar un trayecto aéreo, sobre todo si es largo, en las mejores condiciones?

Para ahorrar espacio en el equipaje no pliegues la ropa, utiliza el método especial de enrollarla

Desde diferentes medios y redes sociales de preguntas y respuestas como Quora reunimos las mejores recomendaciones que estos expertos trabajadores tienen para los pasajeros, fruto de las muchas horas a gran altitud de su experiencia personal.

Aprovecha al máximo el espacio de la maleta

El peso del equipaje y la dimensión de la maleta son dos de los condicionantes que las compañías utilizan para que los pasajeros tengan que pagar un plus inesperado a la hora de hacer el 'check-in'. El volumen del equipaje de mano es cada vez más reducido y el peso de los bultos que se pueden facturar se está rebajando en ciertas aerolíneas de 23 a solo 20 kilos.

“Antes de viajar, contacta con el sitio donde te vayas a hospedar y comprueba si tienen lavadoras y secadoras disponibles. Si es así, basta llevar unas pocas pastillas de detergente en una bolsa con cierre hermético”, cuenta una azafata a ‘The Bussiness Insider’. De este modo puedes cargar con menos ropa sin tener que llenar la maleta con pantalones o camisas de más, aprovechando el espacio sobrante para los regalos y souvenirs del viaje de vuelta.

Para proteger los oídos, se recomienda conocer la técnica Valsalva que emplean los buceadores o incluso no viajar si tenemos un fuerte resfriado

“Mi truco favorito para viajar es la técnica de enrollar la ropa en vez de plegarla. Con frecuencia me toca estar fuera de casa durante muchos días, a veces hasta tres semanas, y es el mejor modo para ahorrar espacio en la maleta”, revela otro asistente al mismo medio. En el siguiente vídeo encontrarás diferentes maneras de llevar a cabo este método con diferentes tipos de prendas.

Come correctamente antes del vuelo

Por los cambios de presión es fácil que se puedan producir diferentes problemas de digestión. Debido a los ascensos y descensos del aeroplano, los diferentes conductos del aparato digestivo se hinchan y se deshinchan, literalmente. Por esta razón, se desaconseja tomar frutas y cualquier tipo de alimento que resulte particularmente indigesto, como es el caso de las verduras crudas.

Previene el jet lag

Si vamos a viajar a una región del planeta que utiliza un huso muy distinto del nuestro, lo mejor es prepararse psicológicamente ya desde el inicio. Nada más llegar al aeropuerto, pon la hora en tu reloj del país de destino y empieza a aproximar, dentro de lo posible, las horas de las comidas en el avión o las posibles siestas a dicho horario.

Una vez llegado al destino te resultará muy útil el siguiente consejo que uno de estos trabajadores publica en Quora: “Lo que me ayuda a dormir es establecer un ritual antes de acostarme. Dejo de usar cualquier aparato electrónico una hora antes de ir a la cama. Me tomo una taza de té y leo un poco. Por regla general, basta tan solo eso, pero si no consigo conciliar el sueño tras una hora, me levanto, me pongo hacer algo, y poco después pruebo de nuevo”.

Protege tus oídos

El asistente de vuelo Ishrat Parveen aconseja en Quora que “evitemos volar si estamos pasando un resfriado muy fuerte. Esto puede dañar nuestros tímpanos y hacernos perder audición. Me pasó una vez y me estuve una semana entera con un dolor de mil demonios y sin poder oír bien”.

Un buen consejo para prevenir estos casos es el de utilizar la maniobra de Valsalva que se aprende en los cursos de buceo para compensar los oídos y evitar barotraumas. Lo más común para ejecutarla es taponar la nariz con los dedos, cerrar la boca e intentar exhalar con fuerza.

Cuida la circulación sanguínea

Los movimientos limitados en un avión disminuyen la circulación de las piernas, aumentando el riesgo de trombosis venosa profunda o coágulos de sangre, que pueden causar potencialemente hasta una embolia pulmonar.

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Utilizar medias de compresión de apoyo puede ser una buena ayuda para los pasajeros que tienen que coger aviones mucha frecuencia, así como para los asistentes de vuelo que pasan muchas horas en el aire, reduciendo el cansancio de las piernas, los dolores y la hinchazón.

Se aconseja también que el pasajero se levante cada hora del asiento, así como hacer ejercicios que relajen los talones, el cuello y la espalda. No se recomienda tampoco cruzar las piernas mientras permanecemos sentados.

Evita los resfriados

La azafata Annie Kingston, recuerda en ‘Oyster’ que el fuselaje de un avión puede llegar a enfriarse mucho si consideramos que la aeronave vuela a 10.000 metros de altitud. Si es verano y nos sentamos con nuestros pantalones cortos y nuestras sandalias al lado de la ventanilla es bastante probable que podamos sentirnos muy incómodos durante el trayecto.

Si somos especialmente frioleros, lo mejor es huir de la ventanillas y, por supuesto, recordar que la temperatura del exterior no tiene nada que ver con la del avión: mejor sacar una chaqueta del equipaje de mano para tenerla disponible si el frío se hace patente.