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Profesores ignorados y mala comprensión lectora: la educación española, según la OCDE
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SE PUBLICA EL INFORME 'PANORAMA'

Profesores ignorados y mala comprensión lectora: la educación española, según la OCDE

'Panorama de la educación' es un análisis realizado por la OCDE para entender en qué punto se encuentra el sistema educativo de cada país, y en su nueva edición dedica un informe a España

Foto: Una estudiante de Erasmus repasa sus apuntes en una clase vacía durante la huelga de 2012. (Reuters/Susana Vera)
Una estudiante de Erasmus repasa sus apuntes en una clase vacía durante la huelga de 2012. (Reuters/Susana Vera)

Los españoles nos hemos convertido en perros de Pavlov educativos. Cuando oímos la palabra “PISA” u “OCDE”, nos echamos a temblar, pensando en los discretos resultados que ocasionalmente hemos obtenido en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE. Sin embargo, los documentos producidos por la organización que reúne a los 34 países ricos nos ayudan a trazar un útil mapa de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Es lo que ocurre con el Panorama de la Educación 2015, que ha sido publicado hoy martes y analiza individual y comparativamente cada uno de los países de la OCDE.

Como señala el secretario general de la organización Angel Gurría en el prefacio del informe, su principal objetivo es “asegurar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover las oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos” para el año 2030. España, como suele ocurrir, tiene sus dificultades: en especial, el consabido abandono escolar, que provoca que un 30% de la población no haya acabado la secundaria, o la inversión educativa, que en España es de un 4,3% del PIB respecto al 5,2% de la media de la OCDE. Esta es la radiografía de nuestro sistema educativo.

Los profesores, los grandes olvidados

Hace unas semanas se reabrió el debate sobre la formación y evaluación de los profesores de mano de José Antonio Marina, que defendía la necesidad de establecer sistemas de análisis rigurosos y de promover la carrera docente. Exactamente lo mismo que afirma el informe de la OCDE, que señala que “los profesores de los centros públicos (aproximadamente el 70% del total del profesorado) son evaluados para acceder a la profesión, pero no de forma regular después”.

Aunque en tres cuartos de los países de la OCDE la evaluación del profesor está legislada, en España tan sólo lo está el acceso, pero no la evaluación regular ni la promoción, al mismo tiempo que se carece de sistemas de incentivos. En otras palabras, no sólo no existen criterios claros para la promoción de los docentes sino que estos tampoco reciben una bonificación en caso de hacer bien su trabajo. La única evaluación, recuerda la OCDE, se realiza en el acceso a la profesión, pero no afecta a su salario.

En España, la única consecuencia de un mal resultado en la una evaluación es no conseguir la certificación para el puesto como docente

“Un mal resultado en la evaluación regular del profesorado tiene consecuencias para los profesores, la más común es la necesidad de una evaluación posterior y la formación obligatoria”, advierte el documento. “En España, la única consecuencia de un mal resultado en una evaluación es no conseguir la certificación para el puesto como docente”. Además, aunque los datos de España de salario de profesores no aparecen en la tabla, es de suponer que serán muy inferiores a los, por ejemplo, casi 45.000 euros que cobran de media al año los profesores de segunda etapa de Secundaria en la OCDE.

La Educación Infantil, el gran éxito español

Aunque se nos olvide a menudo, una de las grandes bazas de la educación española respecto a la media de OCDE es la escolarización de los niños de menos de 3 años: si en el resto de países la tasa se encuentra en el 74%, en España este dato asciende hasta alrededor del 97%. “La mayoría de los niños entre 3 y 5 años asiste a clases de Educación Infantil (aproximadamente el 97% de los niños de 3, 4 y 5 años)”, señala el informe.

Una universalización de dicha etapa escolar que puede resultar muy positiva: “Los alumnos de quince años que cursaron al menos un año de Educación Infantil obtienen mejores resultados en el PISA que los que no lo hicieron, incluso teniendo en cuenta su contexto socioeconómico”. En el caso de los niños inmigrantes, la educación antes de los cinco años puede marcar una diferencia equivalente “a dos años de escolarización”. Además, en España hay una media de 9 niños por profesor en la primera etapa de Educación Infantil y 15 en la segunda, cuando la media de la OCDE es de 14.

La lectura, una asignatura pendiente

Hay una gran diferencia entre los niños españoles y los de otros países: mientras que en la OCDE la mayor parte de estudiantes obtienen mejores resultados en lectura digital que en papel, en España ocurre exactamente lo opuesto, aunque en ambos casos nuestro país se encuentra por debajo de la media, tanto para chicos como para chicas, algo que se ponía de manifiesto en el informe PISA de 2012.

Uno de los leves problemas que sigue sufriendo España es el del número de estudiantes por aula, que se encuentra un poco por encima de la media de la OCDE. En España, la diferencia es de 22 alumnos en Educación Primaria por 21 de la OCDE y de 25 en Secundaria por 24 de la media total. Además, el informe recalca que “en España, las clases en los centros públicos de Primaria y Secundaria de primera etapa tienen menos alumnos que las de los centros privados”.

Las ventajas de ser doctor

Los datos del paro juvenil en comparación con la media del OCDE, no por ser conocidos, dan menos vértigo: un 31,4% frente a un 12,8% entre aquellos que tienen estudios inferiores a la segunda etapa de Secundaria o un 13,8% frente a un 5,1% de los que gozan de formación terciaria. Sin embargo, el estudio pone de manifiesto que la educación superior sigue resultando rentable.

Al igual que ocurre en el resto de la OCDE, los doctores sufren unos niveles muy bajos de paro: un 87% de educación en España frente al 77% de los que disponen de un grado. En el resto de la OCDE los niveles son aún superiores, con porcentajes de 91% y 82%, respectivamente. El informe recalca que “la movilidad ascendente a la Educación Terciaria ha sido especialmente importante en las mujeres españolas entre 25 y 34 años. Aproximadamente un tercio finalizó la Educación Terciaria aunque sus padres no lo habían hecho”. Una buena noticia.

La Formación Profesional, una salida para adultos

En lo referente a equidad, la mayor parte de datos son muy semejantes entre España y la OCDE, con una salvedad: el 61% de los titulados en Formación Profesional tienen menos de 25 años, un porcentaje que asciende al 83% en el resto de países. Un dato que demuestra que, en estos momentos, la FP se ha convertido en una una opción formativa para aquellos adultos que buscan reciclarse profesionalmente.

No obstante, el estudio vuelve a poner de manifiesto que hay un amplísimo sector de los jóvenes españoles que ni estudian ni trabajan, muy superior a la media de la OCDE. Si en el resto de países de la OCDE el 13,2% de hombres entre 15 y 29 años y el 17,9% de mujeres no están empleados ni formándose, estos porcentajes ascienden hasta el 26% y 25,7% en el caso de nuestro país, una consecuencia más de los altos niveles de paro.

Los españoles nos hemos convertido en perros de Pavlov educativos. Cuando oímos la palabra “PISA” u “OCDE”, nos echamos a temblar, pensando en los discretos resultados que ocasionalmente hemos obtenido en el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE. Sin embargo, los documentos producidos por la organización que reúne a los 34 países ricos nos ayudan a trazar un útil mapa de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Es lo que ocurre con el Panorama de la Educación 2015, que ha sido publicado hoy martes y analiza individual y comparativamente cada uno de los países de la OCDE.

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