La cruda realidad sobre muchos medicamentos antigripales: “son una estafa”

Aunque este año el frío ha tardado en hacer presencia, podemos dar por inaugurada la temporada de resfriados. De aquí hasta que llegue la primavera es muy probable que pillemos algún catarro o una gripe y vayamos a nuestra farmacia en busca de ayuda.

Es importante recordar que ni el resfriado ni la gripe tienen cura, así que no tiene ningún sentido medicarse a lo loco. Lo único que podemos hacer es paliar los síntomas y, para ello, es habitual utilizar una serie de fármacos que suelen promocionarse siempre bajo el mismo eslogan: “alivio sintomático de los procesos catarrales y gripales que cursan con dolor leve o moderado, fiebre y congestión nasal”.

Hablamos de remedios muy populares como Couldina, Bisolgrip, Gelocatil gripe o Pharmagrip, que suelen mezclar analgésicos como el paracetamol o el ácido acetilsalicílico (la aspirina), con fenilefrina, un medicamento que se utiliza generalmente como descongestivo. Este es el único compuesto que distingue a la mayoría de estos fármacos del paracetamol o la aspirina genéricos, y es por tanto el que justifica la diferencia de precio (que es importante); pero resulta que, según un nuevo y revelador estudio, su efecto no va más allá que el de cualquier placebo.

La mayor parte del medicamento se descompone en el intestino y el hígado antes de que alcance el torrente sanguíneo, donde debería cumplir su cometido

La investigación, publicada en el 'Journal of Allergy and Clinical Inmunology', muestra que la fenilefrina no tiene ningún efecto en el alivio de la congestión nasal, aunque se administre en dosis cuatro veces superiores a las que suelen incluirse en los preparados anticatarrales.

“Es una estafa”, asegura Leslie Hendeles, profesora de farmacia y pediatría en la Universidad de Florida, que firma el editorial que acompaña al estudio. “Las personas con la nariz congestionada merecen obtener alivio de un medicamento eficaz”.

Guerra entre farmacéuticas

La acusación de que la fenilefrina es poco o nada efectiva no es nueva. Un estudio antiquísimo, de 1982, mostró que la mayor parte del medicamento se descompone en el intestino y el hígado antes de que alcance el torrente sanguíneo, donde debería cumplir su cometido.

En 2009, un grupo de investigadores encerró a 39 pacientes con alergia a la hierba en una sala hermética donde les rociaron con polen. Un tercio de ellos tomó fenilefrina, otro azúcar y el restante pseudoefedrina (un compuesto anterior, que en muchos casos fue sustituido por la fenilefrina). Pues bien, sólo funciono este último fármaco.

La pseudoefedrina puede usarse para elaborar metanfetamina, y es por ello que, en 2006, se prohibió en EEUU su venta sin prescripción médica

El nuevo estudio ha analizado el efecto del popular medicamento en 500 pacientes, obteniendo resultados similares. Hay que decir que la investigación no tiene nada de inocente. Está financiada por MSD que, curiosamente, vendió el año pasado a Bayer un medicina para la alergia que contiene un descongestionante rival. En todos lados cuecen habas, pero en el mundo de la industria farmacéutica, más.

Pero, polémicas aparte, ¿por qué se sigue vendiendo la fenilefrina en las farmacias si no sirve para nada?

Carolyn Johnson, la reportera de 'The Washington Post' que cubre la industria de la salud, apunta a lo que todo el mundo pensaría: da mucho dinero. Los fármacos para tratar las dolencias del tracto respiratorio superior (principalmente, resfriados y gripes) generan al año más de 1.100 millones de dólares, según datos de Nielsen. Y, durante más de 40 años, la fenilefrina ha sido uno de sus principales componentes.

Ningún medicamento anticongestionante funciona demasiado bien y todos ellos tienen efectos secundarios poco recomendables

La mayoría de farmacéuticas no quieren volver a la pseudoefedrina, que parece ser el compuesto realmente efectivo, porque esto haría que los antigripales tuvieran que venderse con receta en muchos países. La pseudoefedrina puede usarse para elaborar metanfetamina, y es por ello que, en 2006, se prohibió en EEUU su venta sin prescripción médica. Las farmacéuticas en vez de empezar a vender sus preparados con receta, reformularon estos, cambiando la pseudoefedrina por fenilefrina, lo que les permitía seguir vendiendo los medicamentos en los supermercados.

En España, por el contrario, la pseudoefedrina se sigue vendiendo sin receta, y es uno de los principales compuestos de conocidos medicamentos como Frenadol, Cortafriol, Rinomax o Polaramine.

Pasa de los anticongestionantes

Aunque hay numerosos preparados contra el resfriado que no contienen fenilefrina, los médicos aseguran que sus alternativas no son mucho mejores. Según explica en el 'WP' Wanda Filer, presidente de la Academia Americana de Médicos de Familia, ningún medicamento anticongestionante funciona demasiado bien y todos ellos tienen efectos secundarios poco recomendables como temblores, sequedad en la boca y aumento de la presión arterial. “La mayoría de personas pueden tener una hora de alivio; pero a largo plazo parecen sentirse peor”, asegura Filer.

En realidad, la mayoría de catarros se pueden pasar sin necesidad de visitar una farmacia. Los analgésicos (como el paracetamol, el ibuprofeno o la aspirina), sirven para aliviar el dolor, pero en ningún caso te curarán el resfriado que, repetimos, no tiene cura. Estos son recomendables si tenemos fiebre, pero no sirven de gran cosa para aliviar el resto de síntomas. Por lo demás, una vez que hemos pillado una gripe o catarro, no hay demasiadas cosas que podamos hacer además de dormir bien, beber agua y esperar que se nos pase.