Es noticia
La posición perfecta para acabar para siempre con los dolores de cuello
  1. Alma, Corazón, Vida
¿Y tú, en qué postura duermes?

La posición perfecta para acabar para siempre con los dolores de cuello

Te has hecho daño por una mala postura durmiendo y ahora toca pasarte el día llevándote las manos a los hombros y automasajearte con cara de disgusto. No vuelvas a hacerlo

Foto: Si haces mucho drama igual te dan la baja. Deja de poner en riesgo tu puesto de trabajo y ponle solución a tus molestias. (iStock)
Si haces mucho drama igual te dan la baja. Deja de poner en riesgo tu puesto de trabajo y ponle solución a tus molestias. (iStock)

Despertarnos con un molesto dolor en el cuello es, sin duda, algo de lo más común. Ni nuestras caras y modernas almohadas viscoelásticas ni el confortable colchón de marca han conseguido acabar con esta especie de maleficio que nos ataca casi cada noche. Vamos, que te levantas tan aturdido y dolorido como si hubieses escalado el Everest con una mochila de 50 kilos a la espalda, pero tú de tu cuarto no te has movido. '¿Pero qué ha pasado? ¿Es que ha entrado alguien a darme una paliza de madrugada?', te habrás preguntado en más de una ocasión.

Ya, lo sabes. Te has hecho daño por una mala postura durmiendo y ahora toca pasarte el día llevándote las manos a los hombros y automasajearte con cara de disgusto. Estás lleno de contracturas y te duele hasta cuando giras mínimamente para mirar la pantalla de tu móvil. Buenas noticias: puedes evitar que esta incómoda situación vuelva a darse.

Así se crean las contracturas

La columna vertebral se compone de tres partes: la zona lumbar, la torácica y la espina o columna cervical, y en la parte superior de este entramado es lo que conocemos como cuello. Entre las vértebras de la columna se encuentran las articulaciones que se encargan de que nuestro cuello y cabeza puedan girar, y cuando las dañamos surgen las molestas contracturas y dolores que incluso pueden derivar en cefaleas y mareos.

Según los expertos, cuando estamos durmiendo el peso de nuestra cabeza tiende a relajarse y se deja caer. Y esto lo hacemos incluso cuando estamos en una posición incómoda, momento en el que se irritan las mencionadas articulaciones. “En estos casos puede darse una respuesta inflamatoria derivada de un espasmo muscular protector que realizamos inconscientemente tratando de impedir la circulación de esa zona”, explica en 'Men's Health' el doctor especialista en medicina deportiva Bill Hartman.

Algunos especialistas creen que estos giros y movimientos nocturnos del cuello hacia un lado concreto pueden deberse a una molestia en la zona del cuerpo hacia la que apuntan. Es decir, si nos acostamos con hambre o dolor de estómago, nuestro cuello tenderá a inclinarse hacia abajo señalando hacia la tripa. Sea el motivo que sea, debes ponerle solución cuanto antes.

Toma nota: este es el truco

La solución suena de lo más sencilla: hay que mantener el cuello en una postura lo más neutral posible durante la noche. Ya, claro, ¿pero cómo hacerlo si te acuestas perfectamente recto y te despiertas en el otro extremo de la cama hecho una bola sin saber cómo has llegado hasta allí?

Los expertos aseguran que la única forma es prestando atención a cómo nos tumbamos y procurando que la cabeza nunca se incline demasiado hacia adelante, hacia atrás o hacia un lado. “La mejor opción es dormir boca arriba en la conocida como la posición supina: mantener la cabeza y el cuello apoyados en la almohada y nunca empujar hacia adelante”, asegura Hartman.

Estirar el cuello hasta que escuches un 'crack' es un remedio totalmente contraproducente

¿Qué eres incapaz de dormir mirando al techo? No hay problema porque también nos dan otra opción: girarnos de lado y ponernos en posición de decúbito lateral, siempre asegurándonos de no estar doblando el cuello.

Y también algunas advertencias

Si aún siguiendo estos consejos y manteniendo las posturas recomendadas continuamos levantándonos con dolor de cuello, ¡cuidado! No te dejes guiar por la tentación de estirarte hasta que escuches un 'crack' porque es un remedio totalmente contraproducente. Es más, puede ser uno de los culpables de esa intensa molestia. Antes de eso, date una buena ducha caliente procurando que el chorro dé directamente en la zona afectada y, en ese momento, empieza a girar el cuello suavemente hacia los lados para ir calmando las contracturas.

Además, en el caso de personas que padezcan problemas de salud subyacentes, como la apnea del sueño u obesidad, algunas investigaciones han demostrado que dormir sobre su espalda lo único que hace es provocar que ronquen y, en el peor de los casos, desestabilizar sus vías respiratorias hasta tal punto que puedan colapsar.

Despertarnos con un molesto dolor en el cuello es, sin duda, algo de lo más común. Ni nuestras caras y modernas almohadas viscoelásticas ni el confortable colchón de marca han conseguido acabar con esta especie de maleficio que nos ataca casi cada noche. Vamos, que te levantas tan aturdido y dolorido como si hubieses escalado el Everest con una mochila de 50 kilos a la espalda, pero tú de tu cuarto no te has movido. '¿Pero qué ha pasado? ¿Es que ha entrado alguien a darme una paliza de madrugada?', te habrás preguntado en más de una ocasión.

Sueño
El redactor recomienda