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Un pequeño cambio lo transforma todo: el factor que de verdad te hace ganar peso
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Un pequeño cambio lo transforma todo: el factor que de verdad te hace ganar peso

Ni una estricta dieta que limite nuestro consumo de calorías, ni horas y horas encima de la máquina de correr del gimnasio. La clave para adelgazar es otra

Foto: Salir de paseo por la mañana puede repercutir de manera positiva en el control de nuestro peso. (Corbis)
Salir de paseo por la mañana puede repercutir de manera positiva en el control de nuestro peso. (Corbis)

Ni una estrictísima dieta que limite nuestro consumo de calorías, ni horas y horas encima de la máquina de correr del gimnasio. Al parecer, la clave para mantener un peso más equilibrado se encuentra en la luz, o al menos eso defiende un grupo de investigadores de la Northwestern University de Chicago, que acaba de publicar un estudio en el que defienden que el tiempo y el momento del día en el que nuestro cuerpo recibe luz (tanto natural como artificial) pueden influir de forma significativa en nuestra masa corporal.

Los investigadores repararon, tras estudiar la relación entre la exposición a la luz y el peso, que aquellos que pesaban menos solían recibir los rayos del sol durante la mañana, mientras que los que lo hacían por la tarde, tenían una mayor masa corporal. “Recibir una mayor luz durante el día estaba ligado con un índice de masa corporal más bajo”, ha asegurado una de las responsables del estudio, la doctora Phyllis Zee, profesora del Instituto de Neurociencia de la universidad.

Toma el sol, pero por la mañana

“No se trata únicamente de la cantidad de luz que recibes”, explicaba la directora asociada del Centro del Sueño y la Biología Circadiana en el estudio, que ha sido publicado en el último número de la revista Plos One. “Es también en qué momento del día en que la recibes”. En resumidas cuentas, aquellos que tomaban el sol a partir de las ocho de la mañana solían pesar menos que aquellos que lo hacían por la tarde. “El mensaje principal es que debemos recibir más luz directa entre las ocho de la mañana y el mediodía”, añadía Zee.

Si una persona no recibe la luz suficiente en el momento indicado del día, su reloj interno se puede desincronizar

De media, a cada hora que pasaba después de las ocho de la mañana cuando las personas analizadas eran expuestas a 500 lux, su masa corporal descendía en 1,28 unidades, es decir, entre 5 y 10 libras (entre 2,2 kilos y 4,5). La edad media de los 54 participantes era de 30 años, y los investigadores tuvieron en cuenta otras posibles variables que pudiesen explicar esta diferencia en los pesos de los analizados, como es el consumo de calorías, los hábitos de sueño o su nivel de actividad física.

“Podemos decir que la exposición a la luz es un indicador independiente del índice de masa corporal”, concluía Zee, al mismo tiempo que reconocía no saber a ciencia cierta por qué se producía esta relación. Una posibilidad es que la clave se encuentre en la producción de melatonina, implicada en el metabolismo de la energía y en el control del peso, y que se regula a través de la luz que recibimos.

La profesora de neurología señalaba que “si una persona no recibe la luz suficiente en el momento indicado del día, su reloj interno se puede desincronizar, algo que se sabe que altera el metabolismo y puede llevar a coger peso”.

Cómo utilizar el descubrimiento en nuestro provecho

La investigación sugiere, además, una serie de comportamientos que permitan utilizar este hallazgo a nuestro favor. En primer lugar, Zee señala que “deberíamos intentar conscientemente estar expuestos a la luz”, tomando, eso sí, precauciones ante posibles enfermedades como el melanoma. “No importa sólo la intensidad de la luz, sino también cuánto tiempo”.

Las empresas deberían empezar a plantearse la posibilidad de mejorar la iluminación de sus interiores

Se trata de algo que podemos hacer tanto fuera de casa, dando paseos de entre 20 minutos y media hora cuando haga buen tiempo, como dentro de un espacio cerrado. A tal respecto, Zee sugiere que “puedes aumentar la cantidad de luz en la oficina de 200 a 250 lux, o incluso, 500 si es de forma intermitente”. De esa manera, recuerda la profesora, estaremos enviando a nuestro cuerpo un mensaje semejante al que recibiría si fuese de día.

Es por el día, es momento de ejercitarse”, será la lectura que realizará nuestro organismo por este cambio en la intensidad de la luz, algo que repercutirá de manera positiva en tu organismo. “Las empresas deberían empezar a plantearse la posibilidad de mejorar la iluminación de sus interiores, puesto que se puede traducir en una mejor salud para sus trabajadores”, concluía Zee.

Ni una estrictísima dieta que limite nuestro consumo de calorías, ni horas y horas encima de la máquina de correr del gimnasio. Al parecer, la clave para mantener un peso más equilibrado se encuentra en la luz, o al menos eso defiende un grupo de investigadores de la Northwestern University de Chicago, que acaba de publicar un estudio en el que defienden que el tiempo y el momento del día en el que nuestro cuerpo recibe luz (tanto natural como artificial) pueden influir de forma significativa en nuestra masa corporal.

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