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La infidelidad más frecuente no es sexual ni emocional, y es evitable
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UNA DE CADA TRES PERSONAS CAEN EN ELLA

La infidelidad más frecuente no es sexual ni emocional, y es evitable

Los engaños son la principal causa de las rupturas de pareja. Cuando una de las dos partes hace algo a escondidas y lo oculta la otra se siente estafada, especialmente cuando la mentira es financiera

Foto: Las discusiones en torno al dinero son las más habituales entre las parejas. (Corbis)
Las discusiones en torno al dinero son las más habituales entre las parejas. (Corbis)

Cuando se habla de las cuestiones que hacen fracasar a una pareja se suele nombrar los problemas de comunicación, la falta de compatibilidad sexual o las desavenencias derivadas de una incorrecta planificación de tareas. Pero se suele pasar de soslayo por el que es, de hecho, el mayor problema: la gestión económica del hogar.

Tal como aseguraban las profesoras de finanzasSonya L. Britty Sandra J. Hustonen un estudio publicado el pasado año,por sorprendente que pueda parecer, las discusiones financieras causan más conflictos matrimoniales que la infidelidad, los niños, las tareas del hogar o los problemas sexuales.

Desde el punto de vista económico, los factores que mantienen a un matrimonio unido tienen que ver con la inversión que realizamos en tiempo, esfuerzo y energía emocional, pero también en términos financieros. Y la infidelidad en este asunto está a la orden del día.

Un 13% de los encuestados admiten haber cometido engaños mayores, como ocultar sus deudas o decir que ganan más de lo que en realidad ganan

Un nuevo estudio del National Endowment for Financial Education (NEFE), una institución sin ánimo de lucro que promueve la educación financiera en las familias y la escuela, asegura que uno de cada tres estadounidenses ha cometido alguna infidelidad financiera con sus parejas: ha mentido para ocultar alguna compra o ha escondido una factura. Y hay quien llega más lejos. Un 13% de los encuestados admiten haber cometido engaños mayores, como ocultar sus deudas o decir que ganan más de lo que en realidad ganan.

El estudio constata además que este tipo de engañosno han dejado de crecer desde 2011. “Podríamos pensar que la crisis ha hecho que la gente hable mucho más sobre dinero”, ha explicado Ted Beck, presidente de NEFE a la CNBC. “Pero la gente sigue incurriendo en malos hábitos”.

Cómo evitar que acabemos discutiendo por dinero

En general, la mayor parte de las parejas que ocultan algún asunto económico a sus parejas no lo hacen con mala intención. “La gente comete infidelidades financieras porque piensan que, aunque compartan todo con sus parejas, una parte de su situación económica debe permanecer en privado”, asegura Patricia Seaman, directora de NEFE. “Pero, además, la gente está asustada de lo que sus parejas puedan decirles, cómo van a ser juzgadas o pueden ser avergonzadas”.

El problema es que, por mucho que pretendamos mantener nuestra independencia financiera –algo totalmente legítimo–, los compañeros amorosos son también, casi siempre, compañeros de negocios. Las decisiones financieras tienen un enorme peso en la salud de una relación. Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera con su dinero, pero si una de las partes se pasa el día gastando y, al final, es la otra la que tiene que pagar las facturas, el conflicto está servido.

Lo importante, como en todas las cuestiones de pareja, es ser honesto e ir con la verdad con delante. Pero, si queréisarreglar con eficacia vuestros problemas financieros, no basta con eso. Además, debéisseguir una serie de pasos.

1. Tratad el tema con delicadeza

Por desgracia, las conversaciones sobre temas económicos suelen ser muy delicadas. Cualquier discusión puede acabar como el rosario de la aurora. Tu pareja puede tomarse muy mal que le digas que gasta más de lo que debiera –que al fin y al cabo es el origen de todo problema financiero–. Es por esto que debes empezar la conversación desde otra perspectiva.

Por ejemplo, trata de abordar cuestiones financieras desde un punto de vista neutral, preguntando cosas como “¿cuáles son tus metas financieras?” o “¿en qué prefieres gastar el dinero?”. Este tipo de preguntas, aunque parecen absurdas, te permitirán empezar a hablar del asunto sin resultar demasiado agresivo.

2. Organizad bien vuestras cuentas

Muchas parejas tienen una cuenta de banco compartida, pero es algo que no es útilni provechosopara todo el mundo. Si una de las partes no es muy cuidadosa con el dinero que entra y sale de ésta, es muy sencillo que las cosas se compliquen, y tengamos discusiones monetarias todos los meses.

Cada vez más matrimonios y parejas prefieren mantener una separación de bienes, que asegure cierta independencia financiera entre las partes, pero esto no asegura que se vayan a evitar los problemas económicos. Al fin y al cabo, por mucho que cada uno lleve sus cuentas, existen un montón de gastos comunes que debemos aprender a gestionar en pareja.

Una buena idea es organizar las finanzas de forma mixta. Por ejemplo, ingresando el 75% de la nómina en una cuenta común, de la que se extraigan los gastos compartidos, para dejar un 25% en la cuenta personal, para “asuntos propios”. Todo depende, claro, de cuánto esté ganando cada uno, qué gastos tengáis en común (el alquiler o la hipoteca suele ser el mayor de todos) y cuánto dinero queráis mantener en privado. Lo importante, en cualquier caso, es saber llegar a un acuerdo que satisfaga a ambos.

3. Mantened conversaciones sobre finanzas

Muchas personas rehúyen por todos los medios hablar de dinero, sobre todo si tienen poco, porque les resulta una conversación de lo más incómoda. Pero una familia no deja de ser una unidad económica –la unidad económica básica, de hecho– y es necesario mantener conversaciones serias sobre las finanzas con relativa frecuencia. Dependiendo de la situación de cada pareja estas conversaciones tendrán que ser más o menos habituales, pero al menos deberíais mantener una cada trimestre.

4. Limitar los gastos de la cuenta común

Si tenéis un dinero compartido es importante marcar un límite de gasto, a partir del cual tengáis que avisar a vuestra pareja. Eslógico no decir nada si has hecho la compra semanal en el supermercado, pero igual es conveniente preguntar antes de incluir en ella una paletilla de jamón ibérico. Como siempre, lo ideal es usar el sentido común,pero si crees que no es suficiente, establece un límite: porejemplo, acuerda que hay que avisar de cualquier gasto en la cuenta común que supere los 200 euros. Parece un tanto radical, pero es algo que puede evitaros muchas discusiones.

5. Fija objetivos comunes

Hay quien dice que el dinero no puede comprar la felicidad, pero no es algo que los científicos sociales tengan claro. Lo que es seguro es que unas finanzas de pareja saneadas te permitirán cumplir aquello que de verdad deseas hacer con tu pareja: mudarte de casa, irte de viaje, tener hijos, comprar un nuevo coche… Si los dos fijáis objetivos comunes, es más sencillo que luchéis por ahorrar y mantener las cuentas en buen estado.

Cuando se habla de las cuestiones que hacen fracasar a una pareja se suele nombrar los problemas de comunicación, la falta de compatibilidad sexual o las desavenencias derivadas de una incorrecta planificación de tareas. Pero se suele pasar de soslayo por el que es, de hecho, el mayor problema: la gestión económica del hogar.

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