Siempre aprendiendo

Cuando llegué a la Universidad Europea en al año 2000, una de las primeras cosas que me tocó hacer fue asistir al café de despedida del director de la biblioteca, que se jubilaba. Alguien le pidió que hablara de las cosas importantes que le habían pasado en su vida profesional y su filosofía para afrontarlas. Lo hizo de manera muy clara y concisa: “Siempre aprendiendo, nunca aprendido”. Me pareció una manera genial de resumir lo que quizás podría ser el hilo conductor de cualquier sistema educativo en estos tiempos.

Os cuento todo esto a tenor de las noticias aparecidas en los últimos días sobre el aumento en España de los jóvenes que están parados o inactivos y que no se están formando. Si algún día salimos de esta crisis inacabable seguramente se les podrá ofrecer trabajo, pero será muy difícil que consigan en el futuro la educación que ahora no están recibiendo. El paro puede ser aliviado a corto plazo si mejora la situación económica, pero la ignorancia puede tardar décadas en suprimirse y dejar por el camino alguna generación perdida.

Saldremos de la crisis económica, pero la falta de educación nos convertirá en más pobres

Deberíamos quitarnos viejos prejuicios y mirar a la educación con ojo práctico y sentido común. El progreso social en el siglo XXI no va a venir de la mano de élites educadas y menos aún en un mundo globalizado. La prosperidad vendrá de la fuerza de los ciudadanos bien formados con las menores excepciones posibles. No sólo los legisladores deberían amparar, a través de las reformas, una educación más práctica, más orientada al empleo. No sólo los académicos tradicionales deberían aceptar que la educación debe de llegar a más gente y estar conectada con el mercado laboral. También los empleadores deberían aceptar que su misión consiste, ahora más que nunca, en ofrecer oportunidades de formación práctica a los jóvenes que la necesitan.

De la crisis económica vamos a salir, aunque no sabemos cuándo; hay muchas personas inteligentes trabajando para ello. Pero la falta de educación y formación nos convertirá seguro en más pobres y durante más tiempo.

*Miguel Carmelo es Presidente de la Universidad Europea