Más de cinco tazas de café al día pueden provocar alucinaciones

Ninguna sustancia es buena en exceso, y menos las estimulantes, como la cafeína o la teína. Un reciente estudio ha demostrado que más de cinco tazas de café en un solo día (o de té, o bebidas con cafeína) pueden provocar en el consumidor un alto grado de estrés e incluso alucinaciones.

Científicos de la Universidad de la Trobe, en Australia, han llegado a esta conclusión tras observar las reacciones de 92 personas a las que se les suministraban diferentes dosis de cafeína a lo largo del día, según ha publicado la revista ‘Personality and Individual Differences’.Para llegar a estas conclusiones, los investigadores dividieron a los voluntarios en varios grupos en función de su consumo de cafeína y de su nivel de estrés y les pidieron que escucharan una grabación. En realidad en ella sólo había un sonido confuso y no sonaba ninguna canción, pero a los participantes en el estudio se les animó a que pulsaran un botón cada vez que reconocieran el villancico ‘White Cristhmas’ de Bing Crosby.

Lo curioso del experimento es que algunas personas pulsaron el botón, convencidos de que habían escuchado una melodía que no estaba sonando. En concreto, quienes pulsaron el botón fueron aquellos sujetos con niveles de estrés más elevados y que consumían más cafeína a diario. Incluso aquellos que presentaban niveles de estrés normales pero consumían más de 4 tazas de café al día creyeron haber escuchado el villancico en un 40% más que los sujetos más relajados y que no consumían cafeína.

La revista National Geographic ya hacía referencia en 2009 a otro estudio, en esta ocasión de la universidad británica de Durham, en el que se adelantaba la posible relación entre el consumo de cafeína y la propensión a sufrir alucinaciones. En aquella ocasión el experimento se realizó con 200 personas que tomaban siete tazas de café diarias y el director del estudio, Simon Jones, constató que la cafeína en grandes cantidades puede aumentar los efectos psicológicos del estrés.

Es decir, que el café por sí sólo no es un alucinógeno (aunque sea técnicamente una sustancia psicoactiva) pero sí puede actuar como amplificador de las consecuencias del estrés, es decir, de los síntomas propios de la psicosis.