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Siniestros en tiempos de crisis o cuando la tragedia se convierte en oportunidad
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LAS EMPRESAS DE PERITAJE COMIENZAN A SENTIR LOS EFECTOS

Siniestros en tiempos de crisis o cuando la tragedia se convierte en oportunidad

Estuvieron presentes tras el aparatoso incendio de la Torre Windsor en Madrid que dejó el edificio reducido totalmente a escombros. También en del hundimiento del barrio

Foto: Siniestros en tiempos de crisis o cuando la tragedia se convierte en oportunidad
Siniestros en tiempos de crisis o cuando la tragedia se convierte en oportunidad

Estuvieron presentes tras el aparatoso incendio de la Torre Windsor en Madrid que dejó el edificio reducido totalmente a escombros. También en del hundimiento del barrio de El Carmel de Barcelona como consecuencia de las obras del metro, así como en muchos de los desastres naturales que cada año dejan tras de sí destrucción y desolación: huracanes, inundaciones, terremotos... 

Su trabajo consiste en movilizar a sus peritos cuando se produce un siniestro para determinar las causas y los daños ocasionados, así como tasar las pérdidas que pueda sufrir el asegurado, además de analizar la cobertura del siniestro. Hablamos de las empresas de peritaciones y tasaciones que, como el Grupo RTS, una de las más potentes en España y Latinoamérica, comienzan a sentir, aunque con más retraso que otras actividades, los efectos de la crisis. 

“En épocas de crisis no descienden los siniestros en sí mismos, pero al haber menor actividad, son menores”, explica a El Confidencial José Caraballo, director general de RTS, compañía especializada en riesgos industriales. “Nuestro trabajo consiste en determinar la causa del siniestro, establecer las circunstancias que lo rodearon, evaluar el alcance del daño y en función de la póliza contratada, obtener de la aseguradora una importe para indemnizar al asegurado”, señala.

Con algo más de retraso que otros sectores, la compañía ha comenzado a sentir el parón constructor e inmobiliario. “El mercado está bloqueado. No hay seguros que cubran la caída de una grúa, porque ya no hay grúas que construyan. Además, al haber menos trabajo en este sector, también se han reducido significativamente los accidentes laborales. Como apenas se construye, apenas se firman pólizas de construcción, mientras que las pólizas del seguro decenal están paralizadas”.

El aumento del desempleo, la caída del consumo y el ajuste de gasto que se ha comenzado a realizar desde las administraciones públicas también se está dejando sentir en otro tipo de siniestros relacionados, por ejemplo, con rodajes de películas y series de televisión, conciertos, espectáculos o representaciones de teatro. Hay menos dinero, por lo que la actividad disminuye. Al haber menor actividad, acontecimientos fortuitos como la indisposición de un artista por enfermedad o un fallo técnico accidental, también se reducen. 

Como el Grupo RTS, estas compañías son las encargadas de evaluar, por ejemplo, a cuánto pueden ascender las pérdidas ocasionadas por la suspensión de un concierto en una pequeña localidad española -que puede rondar los 2.000 euros- o la cancelación de un concierto, por ejemplo, de U2, en cuyo caso, las pérdidas podría alcanzar hasta los tres millones de euros.  

Cuando se trata de siniestros relacionados con la construcción, existen pólizas muy variadas. "Las indemnizaciones pueden ir desde los 1.000 ó 2.000 euros por ejemplo cuando roban cable de cobre o farolas, muy habitual en el último año, hasta los 100 millones de euros, depende de la complejidad de cada caso.

Ante el contexto económico nacional e internacional, hay una rama de su actividad que se ha mantenido al margen de la crisis. La dedicada a estudiar y valorar el impacto y los daños de los desastre naturales. Terremotos, inundaciones o huracanes son ajenos a cualquier crisis internacional. Si bien, el cambio climático sí que ha se ha dejado sentir. "Cuando llueve, lo hace a lo bestia, provocando numerosos daños. Provoca destrucción de aldeas y cosechas, interrupciones de espectáculos... A veces la desgracia se convierte en trabajo para nosotros", apunta Caraballo, quien consiedera que la crisis también se ha traducido en oportunidades

"En nuestro caso, nos ha avocado hacia la especialización. De hecho, estamos en plena campaña de captación de profesionales muy especializados. Buscamos a los mejores en su actividad. Personas entre 40-50 años que han acumulado mucha experiencia a lo largo de su vida profesional".

En un entorno de fuerte destrucción de empleo, desde la compañía se ha observado "una epidemia por aprender inglés y la gente, a diferencia de hace unos años, está dispuesta a marcharse al extranjero. La gente se está reciclando y poniéndose las pilas". 

Estuvieron presentes tras el aparatoso incendio de la Torre Windsor en Madrid que dejó el edificio reducido totalmente a escombros. También en del hundimiento del barrio de El Carmel de Barcelona como consecuencia de las obras del metro, así como en muchos de los desastres naturales que cada año dejan tras de sí destrucción y desolación: huracanes, inundaciones, terremotos...