El negocio tecnológico del billón de dólares, en el limbo: ¿regulará España la Nertra?

Coches autónomos, viajes no tripulados, drones... La Nertra (Nueva Era del Transporte) llegó hace muy poco a nuestras vidas y aún está por consolidarse, pero lo cierto es que pinta un futuro próximo que revolucionará totalmente la tecnología del transporte y nos situará ante un nuevo escenario.

Y todo nuevo escenario trae consigo, también, una nueva industria millonaria a su alrededor. Así lo defienden tanto los estudios como los principales actores de un sector que, con las previsiones en la mano, cambiará por completo la vida de los ciudadanos y de las empresas que trabajen en dicho sector.

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Sin embargo, esta tecnología billonaria (sí, con b) podría encontrarse con algunas piedras en su camino en varios países, entre ellos España: por una parte, la falta de regulación, que haría que esta tecnología se estancase y llegase tarde... o incluso no llegase; por otra, la falta de apuesta por un país con un horizonte industrial que dé cobijo a este nuevo sector.

Las cifras de una industria billonaria

El entusiasmo de la industria es más que evidente. El propio CEO de Nissan Europa, Paul Willcox, lo decía hace un par de semanas: en 2025, el mercado de la conducción autónoma será de 900.000 millones de libras (1,1 billones de dólares, en la nomenclatura económica americana). De hecho, hay quien ya se está poniendo las pilas: Willcox hizo este pronóstico en la firma de un acuerdo con el Ayuntamiento de Londres, que ha habilitado a la empresa para poner en circulación sus propios coches autónomos por las calles londinenses.

En nuestro país, las apuestas también están en el aire. Las está liderando Auvsi España, que los próximos días 9 y 10 de febrero abrirá de nuevo el debate en torno a la Nertra en 'Diálogo 2017', un congreso en el que se evaluarán las posibilidades tecnológicas y de negocio del transporte electropropulsado, no tripulado y conectado.

La industria de los drones generará un negocio de 127.000 millones de dólares anuales

Las previsiones de Nissan no son las únicas que apuntan en una dirección optimista. El informe 'Clarity from above', elaborado por PwC, también proporciona unas cifras escalofriantes: según sus cálculos, tan solo el incipiente mercado relacionado con el uso de los drones ya podría generar oportunidades de negocio por un valor total de más de 127.000 millones de dólares anuales.

Y es que cuando hablamos de drones, solemos quedarnos en el ámbito lúdico, pero lo cierto es que sus aplicaciones empresariales son casi infinitas: según PwC, estos aparatos no tripulados serán usados en sectores relacionados con las infraestructuras, la agricultura, la seguridad, el entretenimiento, las telecomunicaciones, la minería y, por supuesto, el transporte.

¿Un negocio condenado a la alegalidad?

Pese a lo esperanzador de las cifras, lo cierto es que no todo son buenas noticias. Al menos, no por ahora. Y es que, al tratarse de actividades y sectores de negocio nuevos, gran parte de los países que pueden asumir un papel protagonista en esta industria aún no se han puesto ni a regularla. Y uno de ellos, efectivamente, es España.

"Necesitamos política industrial", asegura convencido Antonio Yuste, miembro de Auvsi España. 'El embudo normativo que caracteriza a los países sin política industrial, que se comportan como pollos descabezados, arruinará los buenos pronósticos. La inercia de la segunda revolución industrial es muy potente y se corre el riesgo de que ciegue o bloquee las puertas del futuro. En ocasiones, se necesita reequilibrar las fuerzas, desbloquear las puertas'.

"La Nertra se arruinará si acaba condenada a la alegalidad o incluso a la ilegalidad"

En su opinión, "la Nertra quedará sumergida en un lodazal, arruinada, si todas las actividades industriales que la impulsan acaban condenadas a la alegalidad —en el mejor de los casos— o a la ilegalidad —en el resto—. La ausencia de actividad normativa es lo más parecido a una oración fúnebre", asegura.

Él, desde luego, lo tiene claro: "Los países que siempre tuvieron políticas industriales, que jamás las abandonaron, son las más pujantes y los que mejor pueden resistir el huracán tecnológico que azota a la humanidad. Necesitamos criterio y un pensamiento estratégico".

"Los viejos sectores no han muerto, pero sus modelos de negocio sí"

Para Yuste, no se trata de una mera tendencia, sino de un cambio de era: "La automatización del transporte se corresponde con la tercera revolución industrial. El huracán tecnológico azota a todos los sectores industriales, a los viejos modelos de negocio de la segunda revolución industrial, al sector automovilístico, el de la energía centralizada, el de las comunicaciones o el petroquímico".

En su opinión, "estos sectores no han muerto, pero sus modelos de negocio sí. Son fiambres y tendrán que reinventarse. El cambio tecnológico tendrá protagonistas y actores nuevos, llegan nuevos líderes. Empecinarnos en salvaguardar modelos de negocio inviables pone en peligro millones de puesto de trabajo, cualificados y duraderos, como parte del enorme caudal que trae la tercera revolución industrial. Las tecnologías no son desinventables", asegura.

Por ello, los responsables de 'Diálogo 2017' elaborarán durante este congreso un documento "para acumular criterio, impulsar la acción normativa y proporcionar los elementos para alumbrar o definir una suerte de política industrial de la que tan necesitados estamos". Además, expondrán ante los neófitos su "nuevo patrón de movilidad triple cero más [NPM ØØØ+]: cero contaminación, cero siniestralidad, cero embotellamiento y +Rd/h (renta disponible por habitante)".