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TextBlade, el teclado perfecto para los que están hartos de escribir en el 'smartphone'
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cerrado, ocupa poco más que un bolígrafo

TextBlade, el teclado perfecto para los que están hartos de escribir en el 'smartphone'

Cerrado, el TextBlade ocupa poco más que un bolígrafo. Sin embargo, este 'gadget' se despliega mostrando un teclado que no tiene nada que envidiar al de un portátil

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El móvil se ha convertido ya en un dispositivo que sirve para todo. Con pantallas cada vez más grandes y procesadores que no tienen nada que envidiar a los ordenadores más grandes, es tentadora la idea de acudir a la siguiente reunión únicamente con el smartphone. Sin embargo, sigue existiendo una barrera que limita su uso y que hace imprescindible recurrir en algunos casos al ordenador, aunque sólo sea en momentos contados: el teclado.

Sí, los teclados virtuales han avanzado muchísimo pero escribir en ellos, reconozcámoslo, sigue siendo un pequeño tormento. El autocorrector no se sabe muy bien si ayuda o está ahí esperando torpedear nuestros correos electrónicos firmando “un salido” en lugar de “un saludo” o cosas peores. No cabe duda de que con este caldo de cultivo hay un boyante mercado para los teclados físicos de smartphones.

Microsoft lo sabe muy bien, pero las apuestas existentes siguen siendo muy grandes, excepto en el caso de TextBlade, un ambicioso teclado que puede resultar definitivo para los más viajeros.

Imaginen realizar un viaje de trabajo llevándose consigo únicamente el phablet o el iPad. No se puede viajar más ligero, desde luego, y con este nuevo teclado, por poco más del tamaño de un bolígrafo, en un abrir y cerrar de ojos se despliega un teclado que no tiene nada que envidiar al de un portátil (en rendimiento, claro está). Porque sí, estamos hablamos de desplegar, aunque más bien deberíamos emplear el término ensamblar.

El fabricante WayTools ha ideado un inteligente sistema mediante el cual el teclado se compone de tres piezas separadas que únicamente pueden unirse de una sola manera mediante imanes. No hay margen de error. Los que tengan un iPad con alguna de las Smart Case de la casa, sabrán a qué nos referimos: las partes imantadas casan, y en este caso, el teclado queda desplegado y activado para poder emplearse en el móvil o tablet.

“Mejor que el de un MacBook Pro

La gran baza de este teclado sobre lo que ofrecen sus rivales de tamaño completo, es que plegado ocupa poquísimo (el fabricante indica como referencia la tercera parte de un iPhone), y puede incluso llevarse en el bolsillo de la camisa. Pero… ¿y cuando se despliega? Es aquí donde uno puede mirar con un poco de recelo el producto: ¿es realmente un teclado físico? Sí y no.

Sí, porque ofrece funcionalmente el mismo rendimiento que un teclado de tamaño completo, pero no lo es porque si lo miramos encontraremos un extraño dispositivo en forma de aspa que desde luego, no invita a escribir. Pero hay que hacer acto de fe. Sus creadores han empleado diversas tecnologías para facilitar la escritura de una manera intuitiva y rápida.

Los usuarios del teclado sólo deberán hacer una cosa antes de utilizarlo por primera vez: olvidarse de su aspecto y comenzar a escribir como si lo estuvieran haciendo en un portátil. Teclas mecánicas a disposición del usuario y gracias a la tecnología multitáctil, las teclas de funciones están a muy pocos toques del usuario y aunque puede utilizarse en dispositivos Android, el TextBlade se ha confeccionado con el iPhone 6 o iPad como referencia.

La conexión con el dispositivo es mediante Bluetooth 4.0 y la marca asegura que con una sola carga puede utilizarse durante un mes entero. Otra de las principales bazas que defiende el fabricante es su durabilidad, y es que al conectarse todo mediante imanes no hay bisagras ni mecanismos que se puedan romper, uno de los puntos flacos de este tipo de periféricos.

Pero tal vez lo mejor de este teclado sea que pueda ya comprarse desde su lanzamiento en España, y por un precio de 129 dólares con gastos de envío incluidos.

El móvil se ha convertido ya en un dispositivo que sirve para todo. Con pantallas cada vez más grandes y procesadores que no tienen nada que envidiar a los ordenadores más grandes, es tentadora la idea de acudir a la siguiente reunión únicamente con el smartphone. Sin embargo, sigue existiendo una barrera que limita su uso y que hace imprescindible recurrir en algunos casos al ordenador, aunque sólo sea en momentos contados: el teclado.

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