La "trampa" del iPhone 5, ¿es todo marketing?

Sí, sabemos a ciencia cierta que Apple es el mayor exponente en la industria de lo que representa una aplicación del marketing magistral. En sus presentaciones, todo está milimétricamente calculado, nada se deja al azar. Los oradores se ven obligados a repetir su speech multitud de veces antes de la presentación y hasta las muecas son ensayadas. No hay improvisación ni posibilidad de errores. Y este afán por la perfección no es gratuito: los de Cupertino saben que sus productos entran por los ojos y por los sentimientos, y es difícil zafarse de la sensación de querer comprar uno de sus productos tras asistir a una keynote. 

Como saben, la última de estas presentaciones tuvo lugar hace unos días y el fabricante norteamericano presentó al mundo el iPhone 5. Quien más, quien menos, todo el mundo sabía que Apple había lanzado un nuevo iPhone al mercado, gracias fundamentalmente a la gran repercusión que el hecho ha tenido en los medios. Sin embargo, una parte muy importante del mercado desconoce que el terminal todavía no puede adquirirse y el cómico Jimmy Kimmel no ha perdido la ocasión para llevar a cabo un experimento, en clave de humor, que cuando menos, invita a la reflexión.

La idea era perversa: el famoso cómico sacó a un entrevistador a la calle cámara en mano y fue preguntando a los transeúntes sobre el nuevo iPhone 5 que tenía en su posesión. Y aquí estaba la trampa: en realidad el equipo de Kimmel salió a la calle con un iPhone 4S, el modelo precedente, y entregándolo a los entrevistados preguntó sobre su opinión al respecto. Las respuestas seleccionadas son francamente divertidas: "Es mucho más ligero!" "La pantalla es mucho más brillante" o bien "va bastante más rápido que el iPhone anterior" afirmaban convencidos mientras sostenían, giraban y tocaban el presunto nuevo terminal con admiración. 

Como podrán suponer, el vídeo está siendo un rotundo éxito en YouTube y ya supera de largo el millón de visitas y son muchos los comentarios que se acumulan en los que se destaca el poder el marketing de los de la manzana, pero también ridiculizan al comprador tipo de sus productos, calificándolo de aborregado y, cómo no, de fanboy.

La breve secuencia deja patente la fuerza del marketing a la hora de comercializar un producto, pero otorgar todo el peso a este elemento no sería hacer justicia a una realidad. El iPhone lleva años en el mercado gozando de unas excelentes ventas, y lo que es más importante, contando con el índice de satisfacción entre los usuarios más elevado del mercado. Es difícil estadísticamente que el propietario de un smartphone de Apple opte por otra plataforma y los de Cupertino saben atrapar a sus clientes en una maraña de productos y servicios elevando la barrera de salida hasta niveles difícilmente superables. 

Por otro lado, el omnipresente marketing de la casa ha ocultado un hecho: el iPhone 5 es un excelente smartphone que ha sabido reducir en grosor y peso aumentando el tamaño de pantalla y mejorando en términos generales las prestaciones del equipo hasta situarlas en la vanguardia del mercado. Aún y todo, si piensa comprar el nuevo modelo, reflexione qué peso en la decisión corresponde a la cabeza y cuál al corazón. Es la "trampa" de Apple.