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"Mi hijo me promete que no han abusado de él"
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EL NÚMERO DE VÍCTIMAS DEL PEDERASTA DETENIDO EN MADRID PODRÍA ASCENDER A DECENAS

"Mi hijo me promete que no han abusado de él"

La sola idea le hace temblar, aunque está “prácticamente segura” de que su hijo no ha sufrido abusos. “Me lo ha prometido”, asegura. María, que pide

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"Mi hijo me promete que no han abusado de él"

La sola idea le hace temblar, aunque está “prácticamente segura” de que su hijo no ha sufrido abusos. “Me lo ha prometido”, asegura. María, que pide que le sea atribuido un nombre ficticio, se enteró por la prensa de que el antiguo monitor de natación de su hijo está bajo prisión provisional sin fianza acusado de haber abusado de menores, quizá decenas de ellos durante más de diez años. El niño, hoy adolescente, pasó hace cuatro años por uno de los escenarios de las agresiones, el polideportivo del Parque Móvil de Madrid.

En casa recuerdan vagamente al profesor, así de poco llamó su atención, y su hijo incluso tenía buen recuerdo de él. Hoy esta madre espera “con terror” una llamada telefónica con la esperanza de que no se produzca nunca. “La Policía está llamando a los padres de los niños afectados. Por lo visto también les espiaba y les sacaba fotos sin que se dieran cuenta. Quiero pensar que jamás llamarán a mi casa”.

No solo fotos. También vídeos con microcámaras y hasta grabaciones con cámaras de visión nocturna. Así hasta 370 gigabites de material pedófilo descubierto por la Policía, que esta semana auguraba una investigación de meses hasta esclarecer cuántos niños, al parecer siempre varones, habrían sufrido abusos. A la cuantía de material incautado y a la antigüedad de parte de él hay que sumar la gran cantidad de menores expuestos a Rafael Prado, el presunto agresor.

El posible escenario de los abusos, el centro polideportivo en el madrileño barrio de Chamberí, no ha cerrado sus puertas. Frente a ellas, una vecina y usuraria comenta que“todas las familias con niños que han pasado por la piscina están asustadas, porque no se sabe durante cuánto tiempo ha pasado esto”. Que sus hijos tomaran clases de natación hace cinco o siete años no es, de momento, una garantía. No hasta que la policía delimite el momento en que empezaron los abusos. Por eso algunas de ellas ya han empezado a ponerse en contacto, explica, para coordinarse y facilitar en la medida de lo posible la instrucción judicial.

Mientras, los clientes habituales se mezclan en el centro con padres preocupados por la noticia –muchos no conocen más detalles que los publicados por la prensa– y periodistas. “Era cercano y muy profesional”, comenta un compañero con el gesto manido de quien lo ha repetido ya muchas veces. La dirección del centro, que pone en duda la colocación de microcámaras en los vestuarios –porque asegura que "simplemente no caben"–, despidió a Prado cuando conoció su imputación. Fue la semana pasada, cuando una legión policial llamó a sus puertas y registró las dependencias de arriba a abajo. No encontraron nada.

Incomunicado

El material delictivo apareció en las instalaciones del servicio Samur Social del Ayuntamiento de Madrid, donde Prado trabajaba en tareas logísticas desde hace seis años. La policía sospechaba que el presunto agresor podía acumular más material pedófilo que el disco duro lleno de fotos que su mujer encontró en un armario.

Fue un detalle sin aparente importancia el que le delató. Su esposa –con quien Prado tiene un hijo de cuatro años y otro en camino– encontró en casa un DVD erótico ordinario escondido junto a un disco duro en una bolsa de deporte. Extrañada por la coincidencia, la mujer conectó el artefacto. Según la Policía, encontró en él "cientos de fotografías" de niños, muchos de ellos acompañados por su marido. Entre las acusaciones, el desconcierto y la indignación que imperaban esta semana en el barrio de Chamberí, un padre de familia quiere acordarse del "gesto" la mujer, de quien resalta su integridad. "No quiero ni imaginar por lo que tiene que estar pasando", sentencia.

Prado fue detenido a las dos horas de ser denunciado. Reconoció las imputaciones y ese mismo día ingresó en prisión provisional sin fianza. Hoy está confinado en la enfermería de Soto del Real, Madrid, aislado del resto de presos para evitar que sufra agresiones. La instrucción del caso continúa y se prevé larga.

La sola idea le hace temblar, aunque está “prácticamente segura” de que su hijo no ha sufrido abusos. “Me lo ha prometido”, asegura. María, que pide que le sea atribuido un nombre ficticio, se enteró por la prensa de que el antiguo monitor de natación de su hijo está bajo prisión provisional sin fianza acusado de haber abusado de menores, quizá decenas de ellos durante más de diez años. El niño, hoy adolescente, pasó hace cuatro años por uno de los escenarios de las agresiones, el polideportivo del Parque Móvil de Madrid.