El mapa de la crisis de los refugiados

El número de inmigrantes y refugiados llegados a Europa a través del Mediterráneo no cesa de aumentar y ha alcanzado 323.000 este año, un incremento que también se refleja en la frontera entre Serbia y Hungría, con más de 2.000 cruces diarios. Así lo han revelado las principales organizaciones internacionales que prestan ayuda a los recién llegados tanto en los puntos centrales de desembarco, Grecia e Italia, como en su ruta a través de Macedonia, Serbia y Hungría con dirección a países prósperos del norte y centro de Europa. Esta cifra contrasta con las 219.000 que lo hicieron durante todo 2014.

Según anunció ayer el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), el notorio incremento de las cifras se debe a la situación actual en Grecia e Italia, donde, desde principios de año, han llegado casi 200.000 y 110.000 refugiados e inmigrantes respectivamente. Además, más de 2.500 personas han perdido la vida en esta travesía, sin contar los más de cien muertos en el último naufragio frente a las costas de Libia, frente a los 3.500 muertos de 2014.

"A pesar de los esfuerzos de la operación europea concertada de búsqueda y rescate FRONTEX", lamentó la portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, "el mar Mediterráneo sigue siendo la ruta más letal para los refugiados y los inmigrantes". "Muchos de los que llegan por mar al sur de Europa, particularmente a Grecia, proceden de países afectados por la violencia y el conflicto, como por ejemplo Siria, Irak y Afganistán", añadió Fleming, antes de recordar que "necesitan protección internacional al hallarse físicamente exhaustos y psicológicamente traumatizados".

Por estos motivos, ACNUR "pide a todos los gobiernos involucrados que actúen con humanidad". "Si bien estas cifras son abrumadoras para países cuya capacidad individual ya está extralimitada, como Grecia, son gestionables a través de la colaboración y de respuestas coordinadas a nivel europeo", ha destacado Fleming. La portavoz de ACNUR ha concluido la rueda de prensa llamando así a "todos los países europeos y la Unión Europea a que actúen juntos en respuesta a la emergencia cada vez mayor y que demuestren responsabilidad y solidaridad".

La mayoría son refugiados de Siria que se desplazan en grupos de unas 200 personas, caminando sobre las vías férreas o intentan cruzar por debajo de los alambrados de púas instalados con fines disuasorios, mientras continúa la construcción del muro de 175 kilómetros de longitud sobre la línea fronteriza entre Serbia y Hungría. "El miedo a que la policía los atrape hace que muchos intenten pasar esas alambradas, sufriendo cortes y otras heridas. Nuestro personal ha visto también que muchas personas llegan en sillas de ruedas empujadas por familiares", explicó la portavoz de ACNUR.

Los recién llegados son trasladados a un centro de preregistro en la localidad de Roszke, donde son revisados y se documentan sus datos antes de ser enviados a un centro de registro. Los solicitantes de asilo son detenidos entre 12 y 36 horas y luego entregados a la Oficina de Inmigración de Hungría para que su petición sea procesada. Este año 140.000 personas han pedido asilo en Hungría, frente a 42.000 casos el año pasado, con la mayoría de peticionarios procedentes de Siria, Afganistán, Irak y Pakistán. Entre los que han pedido asilo desde enero figuran 7.000 niños que viajan solos o que han sido separados de sus padres en el camino.

En la vecina Austria se anticipa que las peticiones de asilo llegarán a 80.000 al final del año. En el primer semestre de este año se presentaron 28.000 peticiones, lo que iguala al total de 2014, un indicio de la presión que también empieza a sufrir Austria, donde ayer se descubrieron los cadáveres de 71 inmigrantes muertos en un camión frigorífico abandonado en una autopista. "Esta tragedia demuestra la crueldad de los traficantes de personas que han expandido su negocio desde el Mediterráneo a las carreteras de Europa", dijo Fleming.

Además, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) elevó a 322.914 el número de inmigrantes y refugiados que han conseguido cruzar en 2015 el Mediterráneo. El portavoz de la OIM, Joel Millman, precisó que hasta este jueves habían desembarcado en las islas griegas 209.457 inmigrantes; en Italia, 111,197; en España, 2.166, y en Malta, 94. La cifra global rebasa ampliamente las proyecciones de las organizaciones humanitarias, que creían que al final de agosto se llegaría a los 250.000 inmigrantes y refugiados.