Italia vota en unas elecciones marcadas por el fantasma de la ingobernabilidad

Silvio Berlusconi ha llevado la polémica de la campaña hasta el día de las elecciones generales. El ex primer ministro, que ha prometido eliminar el impuesto sobre la primera vivienda, se saltó el sábado el silencio que impone la norma electoral al hacer unas declaraciones en contra de las medidas de austeridad. Berlusconi votó este domingo en Milán en medio de las protestas de un grupo feminista.

Con la mayor expectación mediática, il Cavaliere fue recibido al llegar al colegio Dante Alighieri de Milán por tres chicas de nacionalidad extranjera con el pecho descubierto pertenecientes al movimiento de protesta ucraniano Femen que gritaban "basta Berlusconi, basta Berlusconi".

Antes que Berlusconi votaron sus rivales, Mario Monti y Pier Luigi Bersani. En medio de una gran expectación, Monti, acompañado por su esposa, Elsa Antonioli, depositó su papeleta en presencia de las cámaras de televisión y después se dirigió a misa en la iglesia de San. Monti, a quien las últimas encuestas publicadas hace quince días, como marca la ley, situaban en el tercer o cuarto puesto y que puede ser clave para la estabilidad del futuro Gobierno en el Senado, no se paró a hablar con los periodistas.

Una hora después que Monti y con la misma expectación mediática, el candidato favorito y líder del centroizquierda Pier Luigi Bersani, secretario general del Partido Demócrata (PD), acudió a ejercer su derecho. Por su parte, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, acompañado de su esposa, Clio Maria Bittoni, votó en torno a las 11.10, hora local del domingo.

Europa observa con miedo el avance de Berlusconi

Las últimas encuestas dan la mayoría al centro izquierda de Bersani, con el 34-38% de los votos. Berlusconi podría obtener hasta un 30%Italia vota a su próximo primer ministro con muchas dudas sobre el rumbo político a elegir y con una economía muy tocada. Las encuestas daban como ganador al representante del centro izquierda Pier Luigi Bersani, que puede hacerse con hasta el 38% de los votos, pero en Europa preocupa mucho el avance de Il Cavaliere, que puede conseguir hasta el 30% gracias a sus promesas populistas, que supondrían poner fin a las reformas emprendidas por Mario Monti.

"El  resultado de las elecciones italianas es muy importante para Europa. Es un plebiscito sobre la clase política. ¿Qué pesará más, el realismo, el populismo o el castigo? La opción que apoya Mario Monti anuncia realismo, es decir, más sufrimiento, pero obviamente lo mejor que podría hacer Italia es ser realista. La opción de Berlusconi es la otra cara de la moneda: ofrece pan y circo. Pero ambos grupos políticos están marcados por la corrupción. De ahí que surja la tercera opción: el castigo y la regeneración, representados por el partido de Beppe Grillo, que va a sacar un buen puñado de votos”, explica Víctor Alvargonzález, director de Inversiones de Tressis. En cualquier caso, la voz cantante en Europa la tienen Alemania, el BCE y el FMI, recuerda.

"Las elecciones generales italianas del domingo son, sin duda, uno de los eventos más importantes del año para los mercados europeos. Pese a la clara mejoría observada desde el verano pasado, los problemas de la Europa periférica  se siguen percibiendo como la principal amenaza para la economía mundial, teniendo un potencial de desestabilización incalculable", asegura Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.  

Prácticamente nadie espera –ni desea- que Berlusconi ocupe la presidencia. Pero, por si acaso, los inversores han optado en los últimos días por la cautela, por esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Así, la prima de riesgo italiana ha subido y roza los 300 puntos. Aunque no llegue a la presidencia, Berlusconi “sí tendrá una presencia muy molesta que podría dar lugar a situaciones de tensión pasajeras”, explican los analistas de Bankinter. “Es una opción desestabilizadora que no podemos descartar del todo”, añaden. 

La continuidad de las reformas que exige Europa, en duda

“Nuestra analista política considera que el escenario más probable es la victoria del centro izquierda, que pueda gobernar en solitario o en coalición con los partidos de centro que lidera Monti. Pero, dicho esto, también advierte que será francamente complicado que se profundicen las reformas estructurales con un Gobierno de estas características”, comenta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi. Y afirma: “La clave podría estar en el mercado”. 

De acuerdo con el último informe de Citi sobre los comicios italianos, estas elecciones "no resolverán la incertidumbre política", porque aunque gane la opción más europeísta -unión de Bersani y Monti- la capacidad del nuevo Gobierno para continuar con las reformas se verá constreñida por la creciente resistencia popular a los ajustes y por el aumento de la oposición a este tipo de medidas en el Parlamento, tanto desde la derecha, como desde la izquierda. 

El problema no está tanto en el Congreso, donde la ley electoral italiana da el 55% de los escaños al partido que obtiene la mayoría, sino en el Senado, donde el empate podría hacer peligrar la gobernabilidad del país. En este, el partido ganador en cada una de las veintiuna divisiones -correspondientes a las 20 regiones más una para los votantes en el extranjero- también obtiene el 55% de los escaños que corresponden a dicha zona. El sistema italiano hace que sea necesario para formar gobierno conseguir la mayoría en ambas cámaras, no sólo en el Congreso, como sucede en otros países. Y Bersani, que se espera que obtenga la mayoría en la Cámara Alta, no lo tiene tan fácil en el Senado, según los expertos. Al menos no sin el apoyo de Monti. 

¿Ruptura del euro?

“Monti en Italia y Mario Draghi en el BCE han sido los que han contribuido, en gran medida, a la relativa calma y estabilidad de Europa en el último año y han conseguido que se deje atrás el debate sobre la ruptura del euro”, destaca Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano. Este experto explica que hay elementos de preocupación, aunque no cree que vuelva a plantearse una ruptura de la moneda única.

En cambio, Rafael Pampillón, profesor del IE Business School, señala que Il Cavaliere sí podría llegar incluso a proponer una salida del euro, teniendo en cuenta los mensajes que ha lanzado durante la campaña-. Pampillón considera importante que no se revoquen las medidas fiscales puestas en marcha por el actual Gobierno. Y, precisamente, eso es lo que se propone Berlusconi: eliminar el impuesto que impuso Monti sobre la primera vivienda. 

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Shulz, ha advertido de las consecuencias negativas de una victoria de Berlusconi para la resolución de la crisis de la zona euro: "Ya ha hecho tambalearse a Italia con su irresponsable actuación de gobierno y sus escapadas personales". En estas elecciones “hay mucho en juego, sobre todo el riesgo de perder la confianza en el país que se ha ganado con Monti”. 

Olli Rehn, comisario europeo de asuntos económicos, dijo que Berlusconi “no es fiable” y varios políticos alemanes, entre ellos Guido Westerwelle, ministro de Asuntos Exteriores, que ha manifestado su oposición a la opción de Berlusconi: “Sea quien sea el que forme el nuevo gobierno, estamos a favor de que prosiga la línea proeuropea y las necesarias reformas”. Por su parte, Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, señaló recientemente que no hay alternativa a las políticas emprendidas por Monti.

Una gran economía con graves problemas

Italia es la tercera economía del euro y sus problemas preocupan mucho: salvarla sería demasiado costoso. El principal problema de Italia es que lleva varios años sin apenas crecimiento y varios trimestres en recesión, con una caída del PIB entre octubre y diciembre del 2,7%, según las primeras estimaciones de la agencia nacional de estadísticas.

“A lo largo del último año Monti, gracias a su habilidad, sus contactos y su familiaridad con las instituciones europeas, ha logrado que Italia deje de llenar titulares (le han sustituido Grecia y España) y que su prima de riesgo baje a niveles que, sin ser sostenibles, no son de alto riesgo. Sin embargo, no ha logrado hacer grandes avances en las reformas estructurales que el país necesita para volver a crecer, no ha podido evitar que Italia entre en una aguda recesión y, aunque ha controlado el déficit aplicando políticas de austeridad, el nivel de deuda pública del país sigue siendo muy elevado”, destaca Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Las perspectivas macro para Italia este año son negativas. Tal y como publicó la Comisión Europea el viernes, se espera una contracción anual del 1%, que la tasa de paro suba hasta el 11,6% y que la evolución del consumo interno siga siendo negativa.