Adelson va Washington a pasar factura a los republicanos

El presidente de Las Vegas Sands, Sheldon Adelson se ha gastado más de 100 millones de dólares en apoyar al partido republicano en Estados Unidos. El promotor de Eurovegas en Madrid estuvo en una reciente gira en Washington en un intento de rentabilizar su cuantiosa y dudosa inversión en el partido del elefante.

El Wall Street Journal revelaba que a principios de diciembre, Adelson se reunió con Eric Cantor, el líder republicano en la cámara de Representantes y al día siguiente con John Boehner, que, con posterioridad a su reunión con Adelson, fue reelegido presidente de esa misma cámara.

Fuentes empresariales de Estados Unidos apuntan que el interés de Adelson pasa por modificar la Ley de Prácticas Corruptas en el Exterior, de manera que los problemas legales que está sufriendo el magnate del juego en Macao no se extiendan a los tribunales estadounidense. El objetivo, por tanto, es aislar en Macao los problemas legales de Las Vegas Sands en China.

Las Vegas Sands cuenta con un importante complejo de juego en Macao sobre el que pesan diversas acusaciones, entre ellas soborno. Macao es en este momento un maná de beneficios para el grupo, pero también un pozo sin fondo de problemas legales a los que hay que hacer frente.

Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos la actividad de lobby es perfectamente legal, se potencia la transparencia y se conoce quién hace donaciones a los partidos y qué busca con ello.

En su viaje a Washington, Adelson estuvo acompañado de su esposa Miriam. Juntos, además, visitaron el Museo del Holocausto de Washington, como buenos defensores del Estado de Israel.

Éxito en los negocios, fracaso en la política

La mayoría republicana en el Congreso de Estados Unidos sería una manera de que Adelson no pensase que ha perdido sus 100 millones de dólares apoyando a Mitt Romney. Así, aunque su candidato ha salido derrotado, esta mayoría le permitiría impulsar legislación favorable a su grupo empresarial.

Según fuentes empresariales, el propio Adelson bromea en privado con la diferencia entre su éxito empresarial y su fracaso cada vez que apoya a un candidato estadounidense, siempre republicano y siempre porcionista en su programa de política exterior. El revés con Romney no es el primero. También le ocurrió cuando dio su apoyo al también conservador Newt Gingrich.

Enfado en un hotel de Boston

La noche electoral, Adelson acudió al hotel Westin de Boston, donde Mitt Romney esperaba los resultados de la noche electoral norteamericana. Cuando ya estuvo claro que Barack Obama iba a renovar su mandato, Sheldon Adelson no pudo disimular de manera pública su contrariedad.