México es uno de los principales exportadores mundiales de heroína. De las aproximadamente 280.000 hectáreas de la superficie terrícola dedicadas al cultivo de adormidera, más de una décima parte corresponde al país norteamericano, lo que le convierte en el tercer país del ranking mundial, tan solo por detrás de Afganistán y Myanmar. Y al menos hasta 2016, su crecimiento anual era exponencial.
Para combatir esta tendencia, la Administración Trump se ha ofrecido a financiar las tareas de erradicación de estos cultivos, aunque no enviando fondos en bloque sino apoyando a unidades concretas dentro de las fuerzas de seguridad mexicanas, para evitar la corrupción. Ambas partes aseguran que la cooperación es buena. Habrá que esperar a las cifras de 2017 para ver si se están produciendo resultados tangibles.