El monasterio de Wat Thamkrabok, en Saraburi (Tailandia), tiene una función poco corriente: ayudar a drogadictos a rehabilitarse.
Gracias a diferentes terapias, a practicar deporte, a la música y a consumir ungüentos naturales, los pacientes que acuden para convivir con los monjes budistas logran mejoría en poco tiempo. Durante los primeros cinco días los adictos deben tomar un medicamento hecho a base de hierbas que facilita una rápida desintoxicación, causando vómitos inmediatos. Después, los enfermos son bienvenidos para residir en el monasterio durante semanas hasta que se sienten mental y físicamente limpiados.
El monasterio fue fundado por Luang Poh Yaai, en 1959, una experta en hierbas medicinales que había sufrido alcoholismo.