Japón es ahora más que nunca conocido por uno de sus árboles: los cerezos.
Tanto japoneses, como turistas, se vuelven locos en esta época de año inmortalizando las flores que brotan de estos árboles.
Durante este breve periodo de 'sakura' -que dura apenas dos semanas-, miles de japoneses festejan la llegada de la nueva estación y acuden a los parques de la capital nipona para celebrar multitudinarios 'hanami', o picnic bajo los cerezos en flor.
Japoneses trajeados, familias y grupos de amigos, cargados con cajas tradicionales de comida 'bento', bolsas de cerveza y sake (licor de arroz), forman la estampa habitual de esta época.
La fascinación, sin embargo, va más allá de los árboles: el 'sakura' se convierte en un filón para comercios y cadenas, que aprovechan esta época para comercializar productos diseñados exclusivamente para la ocasión.
Restaurantes o cafeterías ofrecen saborear el 'sakura' a través de café, té, chocolate e incluso cócteles y cerveza. Jabones y mascarillas faciales, zapatillas de deporte y relojes de edición limitada completan el variopinto surtido de productos que pretenden mantener vivo el recuerdo de este único y efímero espectáculo.