La fotógrafa que plantó cara a la mafia italiana

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Nerina (a la derecha) trabajaba como prostituta y traficaba con drogas. Fue asesinada por la mafia por no respetar sus órdenes. Dos clientes también corrieron la misma suerte. (Palermo, 1982) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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La niña y la oscuridad (Baucina, 1982) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Los dos Cristos (1982, Palermo)(© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Rosaria Schifani viuda de Vito, uno de los tres agentes de Policía asesinados en el atentado de la mafia en el que también murió el juez especial Giovanni Falcone y su esposa, Francesca Morvillo. (Palermo,1992) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Arresto del capo mafioso Luca Bagarella, que puso precio a la cabeza de la fotógrafa por tomar la instantánea (1980) (© Letizia Bataglia) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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El magistrado Roberto Scarpinato junto a sus escoltas durante la época que investigó la relación de Andreotti con la mafia (1998). (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Cadáver de un hombre tiroteado al lado de un coche con matrícula de Palermo (1988) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Un hombre asesinado mientras iba camino del aparcamiento de su coche. (Palermo, 1976) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Un gallo sobre una mesa para una comida improvisada en la playa (Palermo, 1986)(© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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El juego del asesino, 1982 (Chiesa di Santa Chiara, Palermo)(© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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Niña con pelota (La Cala de Palermo / 1980) (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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San Vito lo Capo, 1980. Mujer llorando.(© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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La niña que nunca fue a la escuela (1979, Monreale)(© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)
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El abogado italiano Paolo Borsellino y la fotógrafa Letizia Battaglia. (© Letizia Battaglia / Open Eye Gallery)

Sus fotos cambiaron la historia de Italia. Una de sus instantáneas sirvió para demostrar la relación delictiva del primer minisro Andreotti con la mafia. Ahora la Open Eye Gallery de Liverpool presenta, del 22 de febrero al 4 de mayo, la exposición 'Letizia Bataglia: rompiendo el código de silencio', una gran muestra para repasar uno de los períodos más trágicos de la historia italiana contemporánea, los llamados 'años del plomo' (Anni di Piombo) a través de la mirada de una de las fotoperiodistas más importantes del mundo. Letizia Battaglia se inició en la fotografía a principios de los años 70 cuando se dio cuenta de que, como periodista, era más fácil colocar sus artículos en periódicos y revistas si éstos iban acompañados de imágenes. Después de mudarse a Palermo publicó regularmente en el diario 'L' Ora'. El resultado tras veinte años de trabajo han sido 600.000 fotos: "de pronto me di cuenta de que tenía un archivo de sangre".

En una entrevista publicada por Americansuburbx.com, Bataglia reconoció que "incluso el capo Bagarella había puesto precio a mi cabeza por hacer la foto de unas prostitutas muertas por no haber acatado las órdenes de la mafia. Pasó un tiempo, varios años, antes de que empezaran a verme como algo distinto a un policía con una cámara. Se dieron cuenta de que no hacía sólo fotos de los muertos, de que regresaba para retratar a los vivos y las condiciones de pobreza en las que vivían los habitantes de Palermo".

Su época fue la del feroz clan de los Corleone de Totó Riina, qué asesinó con sus propias manos a 40 personas, crímenes masivos de familias enteras de mafiosos, gobernadores y policías, incluso cubrió la época de los atentados con bombas de dos de sus amigos más cercanos: los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino.

Su retrato de la mafia no se limitó solo a documentar los asesinatos y la muerte; Battaglia, a menudo, puso su vida en peligro, pero alternó las crudas imágenes de la violencia con algunas donde se podía observar en la intimidad a los hijos y mujeres de los mafiosos más sanguinarios del sur de Italia.

(Fotografías: Letizia Battaglia ©/ Open Eye Gallery Liverpool)

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