Plan de choque de Ford

La situación del mercado europeo ha obligado a algunos fabricantes a tomar medidas drásticas para hacer rentable su negocio en Europa. Mientras que General Motors y el grupo francés PSA han apostado por acuerdos para reducir sus costes con el desarrollo de plataformas conjuntas, en el caso de Ford la apuesta es la de cerrar factorías y reorganizar su negocio.

A principios de este siglo los tres grandes fabricantes americanos estaban al borde de la quiebra. Tanto General Motors como Chrysler pidieron ayuda al Gobierno americano en forma de préstamo mientras que Ford fue la única que salió adelante sin esa ayuda oficial del Gobierno americano. A cambio puso en marcha un ambicioso plan de racionalización de su negocio, de reducción de factorías y de optimización del producto.

El resultado ha sido muy bueno y las buenas cifras de beneficios han vuelto a la marca del óvalo en sus operaciones en Estados Unidos. Y ahora van a aplicar lo mismo en sus operaciones europeas. La primera decisión fue la de abandonar el Mundial de rallyes, una especialidad en la que Ford ha estado siempre, que le ha proporcionado muy buenas victorias, pero que le cuesta mucho dinero cada año.

Una decisión traumática, aunque lo es mucho más la siguiente etapa del plan, la del cierre de factorías. El pasado miércoles se hacía público el cierre de la planta belga de Genk en la que se fabrican de momento los Mondeo, S-Max y Galaxy, los vehículos de plataforma grande. Y junto a este anuncio se hacía público también que toda esta producción se iba a trasladar a la planta española de Almussafes.

Igualmente se va a cerrar la planta de montaje de Southampton, en la que la compañía montaba unidades del vehículo comercial Transit además de la de estampación de Dagenham, ambas en territorio británico.  Por su parte, la producción de los C-Max y Grand C-Max se traslada desde Valencia hasta la planta alemana de Saarlouis como consecuencia de esta reestructuración de la producción. Y la producción del Transit se traslada a una factoría en territorio turco.

Con todos estos importantes cambios la compañía prevé reducir su sobrecapacidad de producción en territorio europeo y al mismo tiempo ahorrar más de 350 millones de euros cada año. Y esto le permitiría volver a los beneficios de una forma bastante rápida.

Estos cambios van a afectar igualmente al calendario de los nuevos lanzamientos, pero sobre todo al nuevo Mondeo. Si en un principio el nuevo vehículo se debería lanzar en Europa en el otoño de 2013 según las últimas previsiones anunciadas por la marca en el pasado Salón de París, este lanzamiento se retrasará hasta principios de 2014. La razón hay que buscarla en el cambio de centro de producción, de Genk a Valencia. Esto supone realizar fuertes inversiones y muchos meses de trabajo.

Y tampoco hay que olvidar que no es lo mismo lanzar un nuevo e importante modelo como es el Mondeo en un momento de grave crisis como la que se vive actualmente en Europa, o hacerlo en un plazo de 18 meses, cuando la situación puede estar algo mejor, al menos según vaticinan algunos analistas.

El presidente de Ford, Alain Mulally ha señalado que “usando el mismo plan One Ford que nos ha permitido obtener importantes beneficios en Norteamérica, vamos a dirigir la crisis en Europa basándonos en nuevos productos, en una marca fuerte y en una importante reducción de los costes”. Ford mira al futuro con optimismo, también en Europa.

Ayer la prensa internacional se hacía eco de la buena situación que atraviesa la industria automovilística española. El diario francés Le Monde hablaba del éxito de esta industria y pone las claves de esta situación en una mano de obra menos cara y más flexible y en unos suministradores más próximos a las grandes fábricas.

Si hace una década los fabricantes generalistas empezaron desplazarse a la Europa central en busca de una mano de obra más barata, ahora están decidiendo instalarse y apostar por las fábricas en territorio español.  

Y se hace en el diario un análisis de la situación industrial española que tiene en las marcas francesas del automóvil sus principales puntales. Se dice que la fábrica de Citroën en Vigo es la más competitiva de la marca y que en Villaverde se van a hacer nuevos modelos. Y de las de Renault, a las instaladas en Palencia y Valladolid, se las pone como las de referencia de la marca.

Este año, los anuncios positivos de la industria automovilística española han sido muchos. De momento, Nissan ha anunciado 300 millones de euros de inversión, Iveco otros 500 millones y 1.200 puestos de trabajo, Renault promete otros 1.300 puestos de trabajo nuevos y tanto Peugeot como Seat van a lanzar pronto la fabricación de vehículos eléctricos. Y con el anuncio de Ford de llevarse a España la producción de Mondeo, S-Max y Galaxy también se crearán nuevos empleos. España está de moda en la industria del automóvil.