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El coche con más futuro
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PRUEBA/OPEL AMPERA

El coche con más futuro

Sentarse al volante del Opel Ampera es como conducir un coche del futuro. Un vehículo eléctrico pero en el que no nos quedaremos tirados cuando las

Sentarse al volante del Opel Ampera es como conducir un coche del futuro. Un vehículo eléctrico pero en el que no nos quedaremos tirados cuando las baterías se descarguen. Un coche eléctrico, con los beneficios que esto conlleva, enchufable con los correspondientes ahorros pero que incluye un motor de gasolina para producir electricidad cuando se hace necesario. Es el futuro, aunque de momento es caro por la innovadora tecnología que incorpora.

 El Opel Ampera, como su hermano el Chevrolet Volt, es un coche 100% eléctrico de autonomía extendida y representa el primer acercamiento serio al coche del futuro. Lo es porque es un automóvil que siempre se mueve por electricidad pero que cuando se agotan las baterías pone en marcha un pequeño motor de gasolina para producir la electricidad necesaria para seguir adelante.

O dicho de otra forma, es un coche eléctrico, como el Nissan Leaf o el Renault Fluence Z.E. o el Smart electric drive, pero con la ventaja de que nunca nos quedaremos tirados porque se nos agoten las baterías. Y por eso el Opel Ampera es un vehículo muy interesante y con un gran futuro, pero que en estos momentos tiene un problema, su precio muy alto, por encima de los 40.000 euros.

El concepto de autonomía extendida es, de momento, único en estos dos modelos. Pero conviene dejarlo muy claro: se trata de un coche eléctrico, que solo funciona con electricidad. Lo único que mueve este coche es la electricidad, pero otra cosa es que cuando no hay electricidad en la batería, o cuando queda poca y puede comprometer su movimiento, entonces se pone en marcha por si solo un motor de gasolina de 1.4 litros. Este se encarga únicamente de producir electricidad. Y es esta, a su vez, es la que mueve el coche, pero no lo hace la gasolina en ningún caso. No hay conexión entre las ruedas y el motor de gasolina.

Por todo ello, es el único vehículo 100% eléctrico que se puede adquirir como primer coche de una familia con el que se pueda rodar a diario en ciudad o hacer un viaje de 500 kilómetros sin problemas. Y por ello, diría que estos dos vehículos, el Opel Ampera o su hermano el Chevrolet Volt, son unos adelantados a su tiempo.

El Ampera es un coche que exteriormente es un compacto, con una longitud de 4,40 metros, y que ofrece un interior de solo cuatro plazas cuyas dimensiones son algo justas si lo comparamos con otros vehículos de las mismas dimensiones. Y lo mismo ocurre con su maletero, un poco justo, pero sobre todo con un umbral muy alto lo que hace que sea complicado cargar algo grande o pesado en su interior.

Un aspecto que sorprende mucho la primera vez que se ve el coche, y sobre todo la primera ocasión en la que tenemos que pasar una rampa, es lo extremadamente bajo que es su frontal, lo que hace que sea delicado para superar obstáculos o en los garajes.

También sorprende, y esa es sin duda la gran diferencia con respecto al resto de coches eléctricos, es que tiene dos bocas de carga diferentes. Una a la izquierda, por delante de la puerta delantera, para enchufar el coche a la red eléctrica y otra a la derecha tras la puerta posterior, para recargar gasolina.

En su interior, destaca un puesto de conducción bastante agradable, moderno, con una consola central en la que los botones no son tales, no hay que presionar nada y simplemente con acercar el dedo se activa dicha función. Hay que acostumbrarse a su tacto.

Además, tenemos dos pantallas, una en el centro del cuadro de instrumentos y otra en la parte superior de la consola central en la que tenemos una amplia información de todo lo que ocurre bajo el capó y con sus ruedas en todo momento.

Llega el momento de ponerlo en marcha. Solo presionar el botón “power” y aparece el indicador “ready” que nos anuncia que ya está preparado para funcionar. Ponemos la palanca de cambios en la D y podemos empezar a funcionar. El coche acelera con mucha agilidad, pero siempre en el modo eléctrico.

En la parte izquierda de la pantalla del cuadro tenemos un testigo que es quizá el más importante. Cuando las baterías tienen bastante carga está iluminado en color verde y muestra el estado de carga de las mimas con un gráfico y al lado el número de kilómetros de autonomía. Es un valor muy bien ajustado por las pruebas que hemos estado haciendo.

Cuando la batería se agota, el color verde se torna en azul y la forma redonda de un depósito se sustituye por otra con forma de un surtidor, indicando que ya estamos funcionando con gasolina.

Pero ojo, ya sea en el modo de funcionamiento con batería o con el motor de gasolina, en cualquier caso estamos rodando con electricidad. Esa es la gran diferencia entre este Opel Ampera y los vehículos híbridos. Mientras que los segundos pueden mover sus ruedas o bien por electricidad o bien por una transmisión unida al motor de gasolina o por una combinación de ambas, en este caso lo único que mueve a este vehículo es electricidad.

Por ciudad se mueve muy bien, con una buena agilidad, consecuencia de ese funcionamiento eléctrico que hace que su motor acelere con la misma fuerza desde que se pone en marcha. Pero tenemos que ponernos el “chip” de que estamos al volante de un coche eléctrico y debemos conducir con  suavidad. Así lograremos que la autonomía sea máxima y que de verdad merezca la pena llevar un Ampera.

Para hacer una conducción suave, sobre todo en ciudad, el vehículo incorpora una especie de acelerómetro en el lado derecho de la pantalla del cuadro de instrumentos. Tenemos una bola en el centro, de color verde que según se desplaza del centro nos indica que estamos haciendo una buena conducción por excesiva aceleración o deceleración. Cuando la cosa es excesiva empieza a cambiar el color verde por el naranja, cada vez más oscuro, que indica que estamos haciéndolo mal.

La sensación que transmite a la persona que se sienta al volante es muy especial. Eso de rodar siempre en modo eléctrico es agradable, por la reducción del ruido, por olvidarse del régimen de giro del motor, pero sobre todo por pensar que cuando tenemos las baterías cargadas no estamos contaminando absolutamente nada.

Y lo que le hace diferente es que rodamos con esta sensación de tranquilidad propia del coche movidos por electricidad pero sin la sombra, que llega a convertirse en una obsesión de quedarse tirado que tienen todos los vehículos eléctricos del mercado.

Hay que hablar de consumos y la primera pregunta que nos hacemos es cuánto cuesta re cargar completamente las baterías en un enchufe. Depende mucho del tipo de tarifa que tengamos pero siempre por debajo de los dos euros, aunque con una tarifa un poco buena puede quedarse en un euro. Y eso para una carga completa.

Con ello podemos recorrer hasta 80 kilómetros en modo eléctrico y con el de gasolina totalmente apagado. Cuando las baterías se agotan, entonces comienza el ciclo de utilizar el motor de gasolina para generar electricidad. En estas circunstancias el consumo de gasolina sin plomo oscila entre 5 y 6 litros. Y si rodamos por carretera a velocidad alta, en torno a los 130 km/h con los márgenes de los radares, estaremos entre 6 y 7 litros si solo usamos el motor de gasolina.

El Opel Ampera es un adelantado a su tiempo, un coche del futuro, un vehículo ideal para las personas que buscan ser líderes en temas ecológicos, que quieren un coche eléctrico de verdad viable y que buscan un ahorro de carburante.

Tendrán que pagar un coche caro, porque más de 40.000 euros es mucho dinero, pero a cambio tendrán un coche único. Su conducción es realmente agradable, sobre todo en ciudad, mientras que en carretera, cuando rodamos deprisa, tendremos la sensación de llevar un coche un poco perezoso.

Lo ideal es utilizarlo en modo eléctrico con las baterías cargadas y por el tráfico urbano. Además, hacerlo con la suavidad necesaria para aprovechar al máximo la energía de sus baterías de ion-litio. Pero lo bueno es que si un día nos vemos obligados a salir de viaje sin tenerlo previsto solo habrá que pasar por la gasolinera las veces que haga falta y nuestro coche nos llevará hasta donde queramos. Y con un consumo medio muy ajustado.

En un día de pruebas en el que hice 623 kilómetros sin poder recargar las baterías, haciendo desplazamientos rápidos para grabar los videos y hacer fotos, pero sin mirar en absoluto por un consumo más ajustado, el consumo medio fue de 6,6 litros. Y eso después de recorrer 63 kilómetros solo con electricidad y el resto, otros 559 km, con el de gasolina.

Si hubiera hecho ese mismo recorrido con más suavidad estaríamos hablando de 5,5 litros, o incluso menos. Y si fuera una utilización normal para este coche, con 50 o 60 kilómetros diarios por ciudad y recargando cada noche, el consumo hubiera sido cero de gasolina más otros 2 euros máximo por cada 100 kilómetros recorridos con la electricidad de las baterías, o menos. 

Solo un último comentario sobre su precio. El valor recomendado por Opel es de 47.900 euros, pero el coche se puede incluir en las subvenciones por la adquisición de un coche eléctrico. En este caso, y después de leer el real decreto sobre la puesta en marcha del Plan Movele, entiendo que la subvención oficial es de 4000 euros, ya que tiene una autonomía en modo solo eléctrico de 70 kilòmetros, situado entre los 40 y los 90 kilómetros que fija el citado plan para dicha cantidad. Con ello su precio es de 43.900 euros. Sin duda un precio muy caro pero que supone tener el coche tecnológicamente más innovador del mercado. 

Sentarse al volante del Opel Ampera es como conducir un coche del futuro. Un vehículo eléctrico pero en el que no nos quedaremos tirados cuando las baterías se descarguen. Un coche eléctrico, con los beneficios que esto conlleva, enchufable con los correspondientes ahorros pero que incluye un motor de gasolina para producir electricidad cuando se hace necesario. Es el futuro, aunque de momento es caro por la innovadora tecnología que incorpora.