Mazda 3-i stop, una apuesta por el medioambiente

Sólo tres meses después del lanzamiento de la nueva generación del Mazda3, la compañía japonesa lanza una versión revolucionaria del modelo, el Mazda 3-i stop. Incorpora un sistema que para el motor en las detenciones y lo vuelve a arrancar cuando el conductor quiere retomar la marcha. Pero se trata de un sistema diferente al que emplean la mayor parte de los vehículos porque aprovecha en parte la energía de la combustión.

Gracias a este innovador sistema este modelo combina a la perfección dos términos casi siempre opuestos como son los de la diversión al volante y el respeto por el medio ambiente.

Esta versión sólo está disponible con el nuevo motor 2.0 l. DISI con inyección directa de gasolina con 151 caballos de potencia que va asociado a un cambio manual de seis marchas.

El sistema utiliza la energía de combustión para volver a arrancar el motor rápidamente con sólo una pequeña ayuda del motor de arranque y sin consumir combustible en exceso. Para conseguir esto, la posición de los cilindros y el cigüeñal, la apertura de válvula y la inyección directa de gasolina se sincronizan.

La aportación del motor eléctrico únicamente se requiere durante la primera fase del arranque. La ignición inicial, combinada con un impulso al cigüeñal, arranca el motor de una forma extremadamente suave y con gran eficiencia de combustible. Además, se gana rapidez en el arranque, ya que se emplea, según los datos del fabricante, la mitad de tiempo en esta operación que en otros vehículos equipados con sistemas Stop&Start convencionales.

Combinado con el motor de inyección directa de gasolina, la optimización aerodinámica del exterior y otras medidas, el nuevo sistema i-stop logra reducir el consumo de combustible del nuevo Mazda3 con el motor 2.0 DISI en un 14% en ciclo combinado, en comparación con el Mazda3 de primera generación con un motor convencional 2.0 gasolina.

El sistema i-stop del nuevo Mazda3 de 2,0 litros e inyección directa de gasolina se activa automáticamente al poner en marcha el motor. Si el conductor lo desea, puede desactivarlo mediante un botón situado en el salpicadero.

El nuevo 2.0 i-stop del Mazda3 consume 6,8 l/100 km (combinado), emite 159 g/km de CO2 y cumple las normas de emisiones de Euro V. No obstante, con una potencia máxima de 151 CV y un cambio manual de seis velocidades, permite una conducción deportiva.