Nuevo Audi Q7, una puesta al día necesaria

No es que el modelo todocamino grande de Audi necesitara un cambio para mantenerse bien posicionado en el mercado, sino que tal y como están las cosas en el apartado de ventas nunca viene mal una puesta al día. Y sobre todo si se trata de un modelo muy visto por la cantidad de unidades que se han vendido y porque su objetivo es mantener el liderato entre este tipo de vehículos todocamino de lujo y grandes dimensiones.

Este nuevo modelo aporta retoques en muchas áreas, estética exterior e interior, nuevos equipamientos, mecánicas renovadas. Lo más destacable, sin embargo, es la llegada de unas motorizaciones menos contaminantes, con reducciones de consumo y de emisiones de C02, en línea con sus rivales más directos.

Pero sobre todo el nuevo Audi Q7 supone el lanzamiento de una nueva tecnología más limpia para la marca de los cuatro aros. Se trata del que se ha denominado Clean diesel, un sistema basado en el empleo de un aditivo que permite reducir de manera notable los óxidos nitrosos, muy nocivos. En su lugar, produce nitrógeno que se difunde por la atmósfera. 

Para ello las versiones equipadas con el nuevo motor 3.0 TDi Clean Diesel incorporan junto al depósito de carburante normal otro más pequeño en el que se indica Adblue. En este segundo depósito es donde se pone el aditivo que se encarga de hacer reaccionar los óxidos de nitrógeno.

Gracias al catalizador DeNOx, los gases de escape reaccionan con el amoníaco que se produce al calentar el aditivo AdBlue y el resultado es que se obtiene nitrógeno y agua. Ambos se eliminan de forma inocua para la atmósfera. El aditivo Adblue lo añaden los concesionarios de la marca cada vez que el vehículo va a un taller oficial de la marca para pasar una revisión.   

La diferencia entre las versiones 3.0 TDI y 3.0 TDi Clean diesel es pequeña. Básicamente es este pequeño depósito y el hecho de que el normal consume 9,1 litros cada 100 kilómetros según los valores homologados mientras que el “limpio” se queda en 8,9 litros. Pero lo más destacable es la drástica reducción de las emisiones de NOx. Gracias a este sistema, esta versión limpia del Q7 ya cumple la exigente normativa sobre emisiones Euro VI que está previsto que entre en vigor en el año 2014.   

El nuevo Audi Q7 ofrece algunas tecnologías muy innovadoras, como es el caso de su sistema de iluminación. Para este modelo se ofrece como opción el adaptive light que, además de gestionar las luces de cruce y de carretera y de unas luces especiales para autopista, integra una luz de giro y de curva. En los faros de xenón, la luz diurna la proporcionan unos diodos luminosos en forma de U. Los intermitentes también se componen de diodos luminosos (LED), que forman una línea recta en el borde superior de las entradas de aire.

El nuevo modelo puede equipar también diferentes sistemas de ayuda a la conducción como el aviso de cambio involuntario de carril, el sistema para evitar el ángulo muerto, control de crucero adaptativo que permite ajustar la velocidad entre 30 y 200 km/h, el Adaptative Air Suspension de regulación de la suspensión neumática, los frenos cerámicos de alta capacidad y un largo etcétera.

Y entre los detalles de confort, la posibilidad de asientos traseros independientes, de banqueta central desplazable longitudinalmente, un sistema de entretenimiento con pantallas para ver DVD o un sofisticado equipo de sonido de Bang Olufssen con 505 watios de potencia y 14 altavoces.

En cuanto a la gama de versiones de motor disponibles en el nuevo Q7, con el único cambio del añadido de la versión 3.0 TDi Clean Diesel, el resto se mantiene inalterada tanto en versiones de gasolina como de gasóleo con simples evoluciones para reducir su consumo.

Para los que quieran el no va más siempre queda la alternativa del Q7 V12 TDi con un impresionante motor TDi de doce cilindros en V, único en el mundo, para el que se anuncian 1.000 Nm de par motor. Esta versión seguirá disponible en el nuevo Q7 como ya estaba en su antecesor actualmente a la venta.