El secreto está en la pasta: Pujals reedita el logro de Telepizza con la compra de Jazztel

Era la operación esperada, el emparejamiento lógico en el baile de telecos y el último pelotazo de Leopoldo Fernández Pujals. Han pasado diez años desde que el presidente de Jazztel se lanzara al abordaje de un operador que cotizaba por debajo de los 2,5 euros por acción. Las líneas maestras del plan de Pujals eran claras: reflotar el barco hasta llevarlo a buen puerto. Su reputación le precedía y ofrecía garantías para ello. Quienes le conocen aseguran que donde pone el ojo el empresario de origen cubano acaba poniendo antes o después la bala. Ahora, tras la compra de Jazztel por Orange, Fernández Pujals vuelve a sacar de la chistera el último ardid con el que obtendrá una suma cercana a los 483 millones de euros.

Nacido en Cuba en 1947, el empresario llegó a España en 1981 trabajando para la multinacional Procter & Gamble, desde la que pasó después a Johnson & Johnson. Desde muy joven sus dotes comerciales eran evidentes y le valieron para ir escalando poco a poco en Estados Unidos con la venta de productos como jabones o instrumentos quirúrgicos. Tras seis años en España abrió una pizzería en el madrileño Barrio del Pilar que, a la postre, acabaría siendo la cuna de Telepizza. En 1993 la franquicia ya contaba con 100 tiendas y tres años después desembarcaba en la bolsa española hasta llegar al Ibex 35, del que formó parte entre 1998 y 2002.

En 1999, Pujals vendió todas sus acciones de la compañía en una operación en la que obtuvo más de 290 millones de euros y cinco años más tarde, en 2004, daba el salto al mundo de las telecomunicaciones al hacerse con un 24,9% del capital de Jazztel. En aquel momento, el empresario aportó más de 60 millones de euros en una operación que se realizó mediante una ampliación de capital y una emisión de bonos convertibles.

El negocio es evidente con la llegada de la oferta de Orange. Las últimas conversiones de deuda en acciones diluyeron la participación de Martínez Pujals hasta un 14,48% pero, sobre el precio acordado con Orange, el montante que percibirá el empresario le deja una ganancia neta de más de 400 millones de euros. Sin fuegos de artificio, pero con toda la habilidad de los grandes magos de las finanzas. Pujals lo volvía a hacer. Mejor incluso que en su salida de Telepizza y ahora, quienes han seguido sus pasos a lo largo de los últimos años, se preguntan cuál será su próximo movimiento.

Quienes han tratado directamente con él aseguran que Leopoldo Fernández Pujals nunca dudó de la capacidad de su compañía para protagonizar una operación corporativa de este calado. Los últimos acontecimientos apuntaban a ello. El sector de las telecos en España se encuentra en plena concentración en un mercado en el que Telefónica sigue siendo el gran dominador y la dupla formada por Vodafone y ONO desde el pasado marzo araña una importante cuota del negocio.

Este argumento ha calado en la operadora Gala que, entre sus condiciones para ejecutar su OPA sobre Jazztel ha incluido que no se produzca operación alguna con Yoigo.

Pujals vuelve a salir airoso de su última aventura empresarial y agranda su vitola de empresario capaz de multiplicar casi cualquier cosa. Jabones, pizzas, routers… o panes y peces si hace falta. Sus seguidores aguardan a su próximo movimiento. Cinco años pasaron entre el salto de Telepizza a Jazztel. Ahora sólo falta esperar a que el mago vuelva a ejecutar su próximo truco.