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El gran capital mexicano también sale al rescate de la productora de Pocoyó
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valladares, segundo accionista de zinkia

El gran capital mexicano también sale al rescate de la productora de Pocoyó

El segundo accionista de Zinkia, el azteca Valladores, se vislumbra como el salvavidas del grupo si sale adelante el plan de refinanciación con los bonistas

Foto: Pocoyó es el producto estrella de Zinkia
Pocoyó es el producto estrella de Zinkia

Campofrío, Banco Sabadell, Bimbo, Avanza, Repsol y, ahora, Zinkia. El desembarco de inversores mexicanos en España ha llegado incluso al MAB –Mercado Alternativo Bursátil–, donde el empresario centroamericano Miguel Valladares, propietario de un holding de medios al otro lado del Atlántico, podría terminar siendo la tabla de salvación del dueño de Pocoyó.

El 11,4% del capital que posee lo convierte ya en el segundo accionista de la compañía, que hace apenas dos semanas presentó preconcurso de acreedores ante la imposibilidad de sacar adelante la emisión de bonos que lanzó a principios de octubre. A pesar de esta compleja situación, Valladares confía en el producto y en poder dar la vuelta a la situación, según confirman fuentes conocedoras, un cambio de tornas que conllevaría también un cambio de gestión y de control en el accionariado.

placeholder Miguel Valladares, segundo accionista de Zinkia

Por el momento, la compañía está negociando con sus bonistas, de la mano de Renta 4, una refinanciación por un plazo de dos años, al 11% (frente al 9,75% actual) y con posibilidad de recompra un año antes. En la asamblea del pasado 8 de noviembre, que tuvo un quorum del 48,45%, se dio el visto bueno a esta refinanciación casi por unanimidad. El problema es que, para haber sacado ya adelante un acuerdo, se necesitaba la asistencia del 66% de los acreedores, algo que no ocurrió y que abocó a Zinkia a suspender el abono de intereses de este año.

Sin embargo, fuentes próximas a las negociaciones confían en lograr el respaldo de la mayoría en la junta del próximo 9 de diciembre, cita que ya no requerirá un mínimo de asistencia y, por tanto, en la que se vislumbrapoder dar un paso adelante y crucial en el plan de salvamento de Pocoyó.

Cambio de control

Una vez superado este primer escollo, el segundo consistirá en una ampliación de capital que el mexicano estaría dispuesto a suscribir en su parte proporcional y conferiría al grupo los recursos necesarios para seguir operando. La otra cara de la moneda seríala dilución del presidente y primer accionista del grupo, José María Castillejo, que posee el 64,71% del capital a través de la sociedad Jomaca98 y que perdería el control de Zinkia.

La salud financiera de Castillejo está estrechamente ligada a la del Zinkia, que tiene concedidoun crédito de 27.000euros a Jomaca98. Además, el empresario ya tuvo que reducir su peso accionarial en la productoraen 2012, cuando las finanzas de Pocoyó empezaban a perder agua.

Entonces, yaacudió a los brazos de Valladares, que pasó de controlar el 4,78% del capital de Zinkia al 11,2%, un salto accionarial que dio al mismo tiempo queJomaca98 reducía su participación del 71,56% al 64,7%.

Jomaca98, la sociedad de Castillejo, tiene concedido un crédito de Zinkia por 27.000 euros, y un acuerdo de novación con Valladares

No era la primera vez que el mexicano se convertía en la fuente de financiación de Castillejo. De hecho, su aterrizaje en el campo de juego de Pocoyó ha estado siempre vinculado a la figura del presidente de la compañía, con quien firmó un acuerdo de novación de acciones en febrero de 2009 por un periodo de 5 años.

Este trato le llevó a realizar operaciones tan ruinosas como la compra, en febrero de 2010, de un 1,06% de Zinkia fuera de mercado a un precio de 3,849 euros por acción, cuando la productora cotizaba en aquel momento en 1,95 euros. Estos títulos fueron adquiridos a Jomaca98 y supusieron para Valladares alcanzar el 4,78% del capital.

Campofrío, Banco Sabadell, Bimbo, Avanza, Repsol y, ahora, Zinkia. El desembarco de inversores mexicanos en España ha llegado incluso al MAB –Mercado Alternativo Bursátil–, donde el empresario centroamericano Miguel Valladares, propietario de un holding de medios al otro lado del Atlántico, podría terminar siendo la tabla de salvación del dueño de Pocoyó.

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