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“Si puedes controlar tus emociones, vas a ganar cuando todo el mundo huya”
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GREG DAVIES, DIRECTOR DE CONDUCTAS FINANCIERAS DE BARCLAYS WEALTH

“Si puedes controlar tus emociones, vas a ganar cuando todo el mundo huya”

Greg Davies, director del equipo finanzas conductuales -Behavioural Finance- en Barclays Wealth, defiende que ahora más que nunca, en un entorno como el que viven actualmente

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“Si puedes controlar tus emociones, vas a ganar cuando todo el mundo huya”

Greg Davies, director del equipo finanzas conductuales -Behavioural Finance- en Barclays Wealth, defiende que ahora más que nunca, en un entorno como el que viven actualmente los mercados, los inversores que sean capaces de no dejarse llevar por el pánico ni olvidar sus objetivos, son los que sacarán partido de la situación. Davies y su equipo tratan de aplicar la teoría del comportamiento y la psicología de los inversores a la toma de decisiones para sacar el máximo rendimiento de la cartera de sus clientes, mientras se sienten cómodos con sus inversiones.

P- En el momento actual en el que los inversores no saben por donde les pueden venir los golpes… ¿cuál es el consejo que dais a vuestros clientes?

R- Siempre recomendamos productos basados en principios fundamentales. Respecto a la situación de los mercados, pensamos que los inversores deberían ser inversores a largo plazo, que deben manejar el riesgo de forma eficiente y con una exposición al riesgo acorde a su perfil. Pero nuestra principal diferencia en el terreno de la inversión es nuestra perspectiva del comportamiento financiero. Esto es, creemos que no sólo tenemos que preparar estrategias de carteras que sean matemáticamente eficientes a largo plazo, sino que las carteras de nuestros clientes se identifiquen con su personalidad, de manera que se encuentren emocionalmente cómodos con ellas.

P- Si los números finalmente cuadran… ¿para qué sirve gestionar ‘las emociones’?

R- Si la cartera matemáticamente no es eficiente es tu problema, con lo que tenemos que recomendar la manera en la que sea lo más matemáticamente perfecta posible… pero si el cliente no se siente a gusto emocionalmente con esa cartera, nunca vamos a alcanzar el retorno a largo plazo porque va a reaccionar siempre a movimientos del mercado.

De esta manera, nosotros nos centramos en los dos aspectos: la eficacia financiera y la eficacia emocional.

P- Y, por ejemplo, en el escenario actual ¿qué recomendáis en ambos sentidos?

R- Como siempre, recomendamos a nuestros clientes que tengan sus carteras lo más diversificadas posible, en distintas clases de activos: efectivo, que es un importante elemento de seguridad, sobre todo para clientes con un perfil de riesgo bajo, bonos soberanos con grado de inversión y activos de alta rentabilidad en renta fija de países emergentes… en cuanto a acciones, pensamos tanto en emergentes como en mercados desarrollados. Además, hay tres alternativas: commodities, inmobiliario y una gestión alternativa del riesgo de crédito.

P- ¿Qué podéis decir de cómo está la situación en los mercados?

R- Vivimos unos tiempos realmente inestables desde agosto. Enero ha sido un periodo agradable, pero los últimos tres meses del año pasado fueron muy inestables y, además, después de tres años de fuertes altibajos, con lo que los inversores están emocionalmente agotados.

En segundo lugar, la gente tiene la necesidad de acercarse a lo que ellos perciben como activos seguros. No obstante, este tipo de activos suelen ser bonos del tesoro EEUU, oro, algunas divisas… y nosotros no vemos precisamente seguros estos activos actualmente. Si realmente necesitas sentirte seguro, debes estar en ‘cash’  que, aunque no es una elección particularmente eficiente a largo plazo –pierdes valor por la inflación- sabes que no vas a perder. Abrir posiciones en bonos americanos o oro entre otros activos implica que estás apostando por que el mundo va a seguir siendo un lugar negativo.

P- Y ¿dónde están las oportunidades?

R- Llevamos una época en la que los mercados o suben todos juntos o bajan en bloque… eso ha provocado una ausencia de discriminación por parte de los inversores que cuando parece que empieza el peligro venden todo lo que tienen. Esto significa que, habitualmente, venden buenos activos junto a malos activos, lo que aumenta las posibilidades de encontrarse buenas oportunidades en el mercado. Si eres capaz de controlar tus respuestas emocionales en el corto plazo e inviertes a largo plazo, te vas a beneficiar de la prima de riesgo. Vas a ganar la ventaja de invertir cuando todo el mundo está huyendo.

P- Entonces… ¿cuánto tiene el mercado de emocional?

R- De alguna manera, lo que ha ocurrido en enero es que la gente se sentía algo más feliz, a pesar de que el riesgo y las características principales no han cambiado mucho. Ese sentimiento repentino de optimismo hizo que las inversiones aumentaran… No obstante, si en noviembre o diciembre pudiste controlar tus emociones es cuando realmente te habrás beneficiado de ello.

P- ¿Hasta cuándo va a durar el rally?... hay analistas que dicen que en mayo se acaba…

R- La postura de Barclays es que nosotros tenemos nuestras carteras pensadas para el largo plazo, con lo que a corto plazo no tratamos de predecir los movimientos del mercado, ya que actualmente se ha hecho algo extremadamente complicado.

Si miramos atrás, al año pasado, por ejemplo, los tres principales acontecimientos que afectaron a las inversiones fueron el tsunami de Japón, el contagio de la crisis de deuda europea y la primavera árabe… y a finales de 2010 nadie predijo ninguno de esos acontecimientos, con lo que yo creo que los expertos que están haciendo predicciones para los próximos tres meses están tirando piedras sobre su propio tejado.

P- Has hablado de que activos como el oro no son tan seguros como parecen… Hay algunos expertos que defienden que el precio metal precioso está formando una burbuja a punto de estallar…

R- El oro no va a ser tan seguro como la gente se piensa. En términos de distribución racional incluimos el metal precioso en nuestra cesta de materias primas, sin embargo, lo cierto es que han sido un cúmulo de emociones lo que ha conducido el precio del oro hacia arriba…

El problema es que si el mundo gira hacia un escenario mejor del que la gente se espera, si sorprende en el sentido positivo, entonces existirá peligro para aquellos que tienen oro. Y hemos visto en enero lo rápido que pueden subir los activos de riesgo si se produce un sentimiento de optimismo. Si las cosas para la deuda, EEUU o Europa se clarifican, entonces vamos a ver el salto hacia los activos de riesgo.

P- ¿Hay motivos para pensar en positivo?

R- El escenario actual va a continuar siendo el escenario modelo. No han cambiado demasiadas cosas desde noviembre, diciembre y en enero los mercados se han ido para arriba repentinamente simplemente porque la gente se sentía algo más animada. Pero tal y como han subido, se pueden dar la vuelta igual de rápido. Creo que los inversores se deben preparar para enfrentarse a más volatilidad en el futuro.

Ante esto, el inversor debe estar atento a dos aspectos: uno es la liquidez, no se deben vender posiciones rápidamente en tiempos difíciles, hay que mantener la liquidez; y otro es la ‘liquidez emocional’, tienes que estar seguro de que estás emocionalmente preparado para aguantar. Si miramos atrás, a septiembre de 2008, octubre de 2008, mucha gente que vendió en lo más bajo no vendió para obtener liquidez, simplemente lo hicieron porque estaban aterrados y estresados... y esa gente que vendió lo han tenido extremadamente difícil para entrar de nuevo.

P- Y mirando más allá de occidente, hacia los mercados emergentes… ¿siguen siendo el dorado de los inversores?

R- Hay gente que está preocupada por asuntos como la ralentización de la economía china, por ejemplo. Sin embargo, nosotros nos mostramos relativamente positivos en mercados emergentes, aunque en términos de valoración lo cierto es que no se muestran tan baratos en estos momentos como los índices de los mercados desarrollados. De esta manera, neutrales en mercados emergentes y positivos en mercados desarrollados.

P- ¿Cómo hay que encarar el año que comienza?

R- No tengo ninguna duda de que en 2012 va a ocurrir algo que nadie se espera, que puede ser positivo o negativo. Es importante ser consciente de que si quieres obtener buenos beneficios tienes que asumir un riesgo. El caso es que si se asume ese riesgo habrá veces en las que la cartera pierda valor. Es por ello por lo que lo importante no es si tu inversión baja, sino como se responde a esa caída.

P- Uno de esos acontecimientos puede ser una guerra con Irán… ¿Cómo hay que posicionarse ante esta posibilidad?

R- Claramente es un elemento de incertidumbre. No se puede predecir qué va a pasar finalmente pero añade un factor de miedo en estos momentos. Podemos plantearnos unos cuantos escenarios distintos, pero el tema es que no sabemos realmente sobre cuál hay que trabajar. En cualquier caso, lo cierto es que se va a producir un aumento de gente que necesite ponerse a salvo, pero esa sensación de peligro que va a mover a la gente a corto plazo también va a generar una oportunidad de inversión.

Si eres capaz de dejar a un lado palabras como ‘guerra’ que generan emociones y miedo y logras centrarte en tus objetivos a largo plazo, puedes beneficiarte del nerviosismo de los mercados.

P- Para finalizar… en cuatro palabras, ¿tu cartera ideal?

R- Mi cartera perfecta es siempre diversificada: altas posiciones en activos de riesgo, en estos momentos en mercados desarrollados, algo en activos de emergentes y parte en bonos soberanos.

Greg Davies, director del equipo finanzas conductuales -Behavioural Finance- en Barclays Wealth, defiende que ahora más que nunca, en un entorno como el que viven actualmente los mercados, los inversores que sean capaces de no dejarse llevar por el pánico ni olvidar sus objetivos, son los que sacarán partido de la situación. Davies y su equipo tratan de aplicar la teoría del comportamiento y la psicología de los inversores a la toma de decisiones para sacar el máximo rendimiento de la cartera de sus clientes, mientras se sienten cómodos con sus inversiones.