Mas intenta ahora alejarse de ERC y descarta que el Parlament declare la independencia

A primera vista, la presentación del Plan de Govern de la Generalitat para el período 2013-2016 no aportó ninguna novedad. Pero en la finura de la política catalana sí que hubo algo relevante: Artur Mas descartó la declaración unilateral de independencia por parte del Parlament. En la práctica es una manera sutil de marcar distancias con ERC.

La declaración unilateral de independencia es la alternativa de ERC para cuando el Gobierno central ciegue cualquier vía hacia la secesión. Supone que el Parlament declararía la independencia de Cataluña con una mayoría de sus diputados, acción popularmente conocida como “vía Kosovo”.

Esta opción es la que más gusta al líder de ERC, Oriol Junqueras. Pero el presidente catalán ha sido tajante: “Cuando hay tanto en juego, no valen decisiones de un Govern o de un Parlament", y ha calificado este escenario textualmente como un "marco no bueno". Por tanto, portazo a la 'vía Kosovo'.

En la práctica todo esto supone marcar distancias con ERC y devolverles a los republicanos la pelota por sus reticencias a aprobar los Presupuestos de la Generalitat. Todo es sutil, porque Mas sabe que no tiene otros socios a la vista por mucho que intente tender puentes con los socialistas catalanes. Por eso ha insistido tanto a los miembros del PSC para que entren en el Gobierno catalán y ha intentado culpabilizarlos por ello. Pero ha quedado claro que Artur Mas está solo y que en su ruta hacia la independencia sólo puede aspirar a marcar una equidistancia entre la radicalidad de ERC y el inmovilismo de los socialistas.

Para rechazar la declaración unilateral que apoyan ERC y la CUP, Artur Mas alegó su firme decisión de buscar “aglutinar mayorías amplias", advirtiendo que para un proceso tan complejo como la independencia de Cataluña ni siquiera bastaría con ganar el referéndum por poco más del 50% de los votos.

Representación vaga

Sobre el resto de la comparecencia de Artur Mas, sólo se puede decir que ha sido una representación vaga. El líder convergente ha mostrado su carácter más voluntarioso, pero no ha despejado las dudas de cómo llevará a cabo sus planes. 

Así, ha manifestado su voluntad de acabar la legislatura, presentar los presupuestos y celebrar la consulta. Sobre esta no hay novedad, ni sobre la fecha ni sobre la pregunta. Incluso ha dejado abierta la posibilidad de que sea después de 2014, algo a lo que ERC se niega en rotundo.

Respecto a los Presupuestos ha rezado la misma vaguedad. Según Mas, “aprobar los Presupuestos sería cargarse lo que tanto nos ha costado ganar de Estado de bienestar”. Por tanto, todo queda en el aire, igual que ahora.

ERC ya ha replicado, en buena parte siguiendo la estrategia de no darse por aludido por el alejamiento de su socio. Según la formación independentista, Mas mantiene el rumbo, han culpado al Gobierno central del estancamiento en la Administración catalana y ha condicionado una posible entrada en el ejecutivo catalán a que Artur Mas concrete la fecha de la consulta, según ha apuntado Marta Rovira, diputada de la formación independentista.

Mirar otras cosas

Con una tasa de paro del 24% en Cataluña, según la EPA, y las encuestas en contra, a Mas le preocupa la imagen de parálisis que da un Govern catalán sin cuentas para el año en curso. Por ello, el presidente de la Generalitat ha puesto especial énfasis en que la prensa no mire sólo los acuerdos de gobierno, casi inexistentes en los últimos meses.

Así, Mas también ha explicado que el Consell Executiu ha acordado hacer público cada semana "todo lo que está haciendo la Generalitat y que no son acuerdos de gobierno ni pasan por el Parlament, sino que forman parte del día a día de la acción de gobierno" para darlo a conocer a la opinión pública.