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La agenda oculta de Artur Mas: planea hacer un referéndum en otoño sobre el pacto fiscal
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CIU PREVÉ ELECCIONES ANTICIPADAS EN CATALUÑA A FINALES DE ESTE AÑO

La agenda oculta de Artur Mas: planea hacer un referéndum en otoño sobre el pacto fiscal

El presidente catalán, Artur Mas, tiene un plan en caso de que Mariano Rajoy rechace negociar el pacto fiscal que ha obtenido el aval del Parlament.

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La agenda oculta de Artur Mas: planea hacer un referéndum en otoño sobre el pacto fiscal

El presidente catalán, Artur Mas, tiene un plan en caso de que Mariano Rajoy rechace negociar el pacto fiscal que ha obtenido el aval del Parlament. Esta estrategia, una verdadera agenda oculta de CiU, incluye la convocatoria de un referéndum sobre el pacto, según explican a El Confidencial fuentes políticas y económicas.

El tema se vendería como una consulta a los ciudadanos para sortear los impedimentos legales, ya que la Generalitat no puede realizar referéndums sin el permiso del Gobierno central. ”Técnicamente, no es un referéndum. Lo que se haría sería una consulta sobre un tema que interesa a los ciudadanos y sobre el que se han posicionado a favor tanto una gran mayoría de ellos como las principales entidades catalanas, como patronales, sindicatos e instituciones económicas, culturales y cívicas”, dice una fuente de la dirección de Convergència.

En el pinyol, el pequeño núcleo duro de colaboradores que rodea a Artur Mas, dan por sentado que el Gobierno del PP se negará en rotundo a querer negociar un pacto fiscal que haga que Cataluña salga del régimen común de la financiación autonómica y pase a tener un concierto como Euskadi.

Por tanto, se calcula que la negativa de Rajoy a negociar un pacto fiscal con Cataluña a pesar de la mandato del Parlament desemboque en una convocatoria de referéndum que tendría lugar entre los próximos meses de octubre y noviembre. Todavía se está estudiando cómo se puede llevar a cabo el procedimiento en una situación en que la nueva ley de consultas no está aún aprobada.

Cambio legislativo

Fuentes consultadas por este diario apuntan a que “para realizar el referéndum, es preciso cambiar la legislación”. En este sentido, CiU sí prevé llevar la nueva normativa al Parlamento después del verano y sacarla adelante muy probablemente con el apoyo de ERC (de hecho, fue una de las propuestas electorales estrella de los republicanos), ya que entre ambas sumarían mayoría absoluta. Con toda probabilidad, la normativa será recurrida para saber si tiene encaje constitucional, pero mientras tanto, trataría de eludir el permiso del Gobierno central, que es preceptivo en cualquier consulta “que tenga un impacto legislativo determinado”.

Para plantear el tema a los ciudadanos, los nacionalistas cuentan con la fuerza que les auguran los sondeos. Las encuesta que maneja CiU y el gobierno catalán apuntan a un sí mayoritario a favor del pacto fiscal, de cerca del 80%, lo que Artur Mas interpretaría como un plebiscito a favor de su persona y su gestión.

La intención del presidente catalán es que si el resultado el referéndum arrojase tal resultado, podría aprovechar la oportunidad para posteriormente convocar elecciones anticipadas a finales de este año o principios del 2012 para aumentar su mayoría en el Parlament y librarse de su dependencia del PP en la cámara catalana.

La disyuntiva convergente

En cambio, si el sí representase una victoria muy ajustada, Artur Mas optaría por continuar gobernando en minoría y agotar la legislatura en un clima de escalada de enfrentamiento con el Gobierno de Madrid.

Esta escalada ya ha comenzado, a juicio de algunos miembros de la Ejecutiva del partido CDC. En medios convergentes se interpreta como presión gubernamental al partido para frenar lo que desde el PP se denomina como “choque de trenes” la investigación que la Fiscalía ha abierto sobre la actuación del secretario general del partido, Oriol Pujol, en la adjudicación de ITV. Oriol Puyol es miembro del pinyol.

La coincidencia de las acusaciones contra Pujol y la aprobación del pacto fiscal en el Parlamento catalán ya fue sacada a relucir por el portavoz parlamentario de CiU, Jordi Turull, en la comparecencia del secretario general de CDC en el Parlamento este viernes. Pero toda la oposición se le echó encima por esa afirmación. “El pacto fiscal no es de CiU, porque hay grupos que lo hemos apoyado. Por tanto, deje ya de difamar, de ensuciar y de taparse las vergüenzas de cualquier manera. No hable de teorías conspirativas”, le espetó Salvador Milà, representante de ICV. Y Pere Bosch, de ERC, abundó en lo mismo.

En el PP también señalan que  ICV y ERC le hicieron notar que tanto el tema de las ITV’s que le salpica como el tema del Palau de la Música (Convergència ha tenido que depositar 3,3 millones de fianza como presunta responsable del desvío de fondos de la institución musical hacia el partido) vienen de tiempo atrás y, además, los indicios que existen contra Convergència o sus dirigentes no tienen nada que ver con las iniciativas políticas.

Desde las filas del PP, además, se niega cualquier ofensiva del Ejecutivo central y se afirma que “ahora, intentarán forzar una cumbre entre Rajoy y Mas”. Pero advierten que “el Gobierno no va a darle mucho juego, aunque Rajoy está por el diálogo y por buscar puntos en común. De todos modos, la financiación actual estará vigente durante todo el año 2013, por lo que estamos hablando de un modelo a aplicar en el 2014”. Y subrayan que el presidente del Gobierno español está dispuesto a discutir fórmulas “para hablar de un modelo de financiación razonable, que no conculque la Constitución ni el Estatuto, como la propuesta aprobada por el Parlamento catalán. Lo que tiene que hacer Artur Mas es abrir esa propuesta, flexibilizarla, y entonces ya hablaremos”.

En círculos empresariales se mira con desconfianza esta estrategia de tensión de Cataluña contra España. En el recuerdo de muchos empresarios todavía está vivo el boicot contra el cava en la época del tripartito y las consecuencias comerciales que tuvo en buena parte de la industria catalana.  Por ello,  se mira con temor esta escalada de tensión política por las consecuencias económicas que pueda acarrear.

El presidente catalán, Artur Mas, tiene un plan en caso de que Mariano Rajoy rechace negociar el pacto fiscal que ha obtenido el aval del Parlament. Esta estrategia, una verdadera agenda oculta de CiU, incluye la convocatoria de un referéndum sobre el pacto, según explican a El Confidencial fuentes políticas y económicas.

Artur Mas