Cataluña gasta 1,5 millones al año para selecciones de twirling, korfball o fistball

Cataluña podrá competir internacionalmente con 21 selecciones propias. Así lo reconoce el propio Tribunal Constitucional en la sentencia que dictó el pasado 23 de mayo y que fue dada a conocer ayer. La sentencia es consecuencia de un recurso del Gobierno central contra el artículo 2 de la ley 9/1999 del Parlamento catalán que señala que “las federaciones deportivas catalanas de cada modalidad deportiva son las representantes del respectivo deporte federado catalán en los ámbitos suprautonómicos”.

El fallo del alto tribunal detalla que este artículo es plenamente constitucional “siempre que no se produzca la confluencia de sus intereses con los intereses propios del deporte federado español en su conjunto”. Además, no perturba “la competencia estatal” ni quiebra “la estructura piramidal del deporte”. Recuerda el órgano judicial que existen selecciones federadas vascas en competiciones internacionales no oficiales, en competiciones de modalidades donde no hay una federación española y en eventos en los que no participan selecciones nacionales de otros Estados o países.

“En definitiva, las federaciones catalanas podrán participar directamente en eventos deportivos internacionales siempre que no se produzca una confluencia entre el interés nacional del que es portador el deporte federado español y el interés propio de la comunidad autónoma en la proyección exterior de su actividad deportiva, con respeto a lo establecido en la normativa estatal y a los estatutos de la federación internacional de que se trate”, zanja el Constitucional.

La victoria judicial, sin embargo, es sólo una victoria pírrica, ya que los deportes en los que la comunidad puede participar son minoritarios, con excepción de algún caso como el patinaje, los bolos o el fútbol sala. Algunos de los deportes en los que Cataluña podrá estar presente con selección propia son beach tenis, dardos, futvoley, raquetas de nieve, bike trial, fútbol sala, patinaje, pitch & putt, korfball, raquetbol, bowling, twirling, fistball, fútbol australiano, baile deportivo o rugby liga. Se da la circunstancia de que algunos de estos deportes tienen también federación española, pero no suelen competir en torneos mundiales. Todas las federaciones catalanas, sin embargo, han recibido el reconocimiento de organismos internacionales.

Y algunas de estas especialidades son, en esencia, harto curiosas. Se trata de deportes importados de otros países y que apenas cuentan con algunos cientos de federados en nuestro país. El twirling, por ejemplo, es el baile de las majorettes, un deporte nacido en Estados Unidos a mediados del siglo XX con poco seguimiento en España y que llegó a nuestro país en los años 80. El fistball es una variación del voleibol, mientras que el korfball (también llamado balonkorf y cestoball) tiene similitudes con el baloncesto.

Algunas de estas federaciones reciben subvenciones oficiales. Durante el 2011, el Consejo Catalán del Deporte concedió 567.061 euros de ayudas a la Federación de Patinaje, a los que hay que sumar otros 47.965 euros que dio directamente el Departamento de Presidencia. La Federación de Bolos y Bowling recibió también 294.592 y 25.380 euros respectivamente. La siguiente más favorecida fue la de Fútbol Sala, que percibió 129.694 euros del Consejo de Deportes y 12.536 euros de Presidencia. La de Korfball, por su parte, sólo tuvo una ayuda del Consejo de 121.486 euros. La de Pitch & Putt, por su parte, logró 72.649 euros del Consejo y 6.603 euros de Presidencia. Del resto de federaciones, tan sólo lograron fondos públicos las de Twirling (56.684 euros), Dardos (55.266 euros), Físico-Culturismo (47.314) y Baile Deportivo (25.716 más 5.209 euros). La Plataforma Pro Selecciones Catalanas, por su parte, recibió dos ayudas públicas el año pasado de 130.200 euros cada una.

Reacciones políticas

Pero hay otro detalle que hace más agridulce la victoria en los tribunales: el fallo no agrada, políticamente, a los nacionalistas. Para el responsable de Deportes de Convergència Democratica de Catalunya (CDC), Josep Maldonado, la sentencia “es una buena noticia, pero ésta no es la sentencia que querríamos porque limita la participación de las selecciones catalanas a los ámbitos en los que no haya una federación española, lo que va en contra del derecho universal de la libertad de las personas”.

En términos parecidos se pronuncia el diputado de ERC Joan Tardà, quien destaca la ”grave contradicción que representa reconocer el derecho a participar pero, al mismo tiempo, supeditar esta participación a la existencia previa de una federación española”.